Inflación: cuatro opciones de inversión para que los pesos no pierdan valor en la billetera
En un contexto de alza generalizada de precios, que seguirá presente durante todo 2022, existen algunos instrumentos financieros para preservar el valor de los ingresos
Luego de haber acumulado una inflación de 50,9% durante 2021, las proyecciones para este año no son mejores. Esta tarde se conoció que en enero los precios registraron un alza generalizada del 3,9%, reforzando las estimaciones de las consultoras, que ubican a la inflación de 2022 entre 50% y 60%.
En un contexto donde los pesos pierden rápidamente valor adquisitivo, los inversores se inclinan por aquellas herramientas financieras que le permitan protegerse. “Encadenaremos otro año en el cual el poder de compra del peso seguirá cayendo. Desde diciembre de 2002, la capacidad de compra de la moneda local se destruyó 98,8%. Las alternativas de ahorro tradicionales tampoco trajeron resultados positivos ya que solo preservaron parcialmente el valor del capital invertido. Frente a este panorama de inflación persistente mayor a 50% anual, el mercado sigue buscando cobertura, aunque con riesgos crecientes”, advirtió un informe de GMA Capital.
Para los más conservadores: plazos fijos UVA
A diferencia de los plazos fijos tradicionales, que por el momento siguen teniendo una tasa real negativa (en tanto el Banco Central no ajuste esa variable), los plazos fijos UVA se abren como una alternativa para los ahorrista más conservadores. Estos instrumentos se ajustan según el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que refleja la evolución de la inflación.
La herramienta tiene una tasa real positiva, ya que está indexada a la evolución de los precios que analiza el Indec más una tasa nominal anual, que no puede ser menor a 1%. Es decir, inflación + 1%. Como comparación: el plazo fijo tradicional, con el último aumento de tasas que realizó el Central en enero, ofrece un retorno del 39% anual (46,8% tasa efectiva anual).
Sin embargo, una de sus contras es que implica resignar liquidez. Los plazo fijo UVA exigen un plazo mínimo de inversión de 90 días. “El ahorrista minorista que no busca correr riesgos puede colocar fondos a UVA, pero lo que obtenga por inflación lo va a pagar por liquidez. Te exigen inmovilizar dinero por tres meses y, en un país como la Argentina, resignar esta capacidad de liquidez no nos gusta”, consideró Fernando Camusso, director de Rafaela Capital.
Inversores minoristas: Fondos Comunes de Inversión
Otra alternativa que tienen los ahorristas minoristas es suscribirse a un Fondo Común de Inversión (FCI) que dentro de su cartera cuente con títulos indexados a la inflación. Esta herramienta es ofrecida tanto por las entidades financieras como por las sociedades de Bolsa.
Según Santiago Abdala, director de Portfolio Personal de Inversiones (PPI), los fondos comunes de inversión ofrecen una mayor diversificación y liquidez de la cartera, dos variables que los ahorristas “siempre privilegian”.
“Por supuesto que contra los fondos money market son más riesgosos, porque tienen letras y bonos del Tesoro adentro. Pero hay una opción para cubrirse un poco más para el ahorrista, ya que los bonos CER incorporan la posibilidad de cobertura inflacionaria”, agregó Camusso.
Inversores institucionales: instrumentos CER
“En la Bolsa hay instrumentos que están diseñados específicamente para cubrirse de la inflación: bonos y letras ajustables por CER. Pagan el capital invertido ajustado por inflación más una tasa de interés”, acotó Manuel Carpintero, head portfolio manager de Nash Inversiones. Este activo fue la inversión estrella en 2021: el Boncer acumuló una suba del 71,5%. Si bien para los economistas es una gran opción, la recomendación es dirigida para los inversores institucionales.
“Cuando el objetivo es vencer a la inflación en pesos, es el instrumento más atractivo. Sobre todo teniendo en cuenta que esta administración ha sido más exitosa en contener el tipo de cambio que la inflación. Y por todo lo asociado a la política comercial, es probable que sigan teniendo más éxito en intervenir el dólar que hacer lo propio sobre la inflación. Este año seguiremos en esta tendencia”, afirmó Abdala.
La opción segura: el dólar
No siempre el dólar le gana a la inflación. Sin ir más lejos, durante el año pasado el dólar contado con liquidación (CCL) registró un alza del 41,6%, por lo que perdió un 6,6% frente a la suba de precios en la Argentina. Sin embargo, al ampliar el período de análisis, la historia le da la razón a los argentinos y su preferencia por el billete estadounidense.
Según un informe de GMA Capital, desde diciembre 2002 a diciembre 2021, la Argentina acumuló una inflación de 8224%. Es decir, el poder de compra real de $100 (efectivo) se desplomó a $1,2, una destrucción del 98,8% dela capacidad de compra. En cambio, si se hubiesen comprado CCL, aún se conservaría $65,9 de su valor inicial.
“Esta eficacia relativa de la divisa para hacer las veces de reserva de valor, una función que el peso no cumple, en un contexto en el que la inflación anual promedió 26% en 19 años y 37% en la última década, explica más la tendencia a la dolarización de los ahorros argentinos que la mera excusa de que ‘es una cuestión cultural’”, remarcó el informe.
Por esa razón, desde Nash Inversiones recomendaron que los inversores piensen tanto el valor de su capital como sus retornos en términos de dólares. “En el largo plazo, la mejor alternativa disponible ha sido invertir en acciones de Estados Unidos. Desde la Argentina, los inversores acceden a esta posibilidad a través de los Cedear (Certificados de Depósitos en Pesos)”, aseguró Carpintero.
Este instrumento cotiza en pesos, pero su valor se ajusta a las variaciones que atraviese el contado con liqui, y representa una fracción de una determinada acción en el mercado estadounidense. Por ejemplo, Coca-Cola, Apple o Disney, aunque también el último mes se sumaron los ETF de Cedears, que replican los grandes índices del mundo (como S&P500, Nasdaq o Dow Jones).
“Si el cliente quiere ganarle a la inflación, en general tiene que tomar un poco más de riesgo. Ahí se abre un abanico importante de posibilidades, sobre todo de Cedears. Son volátiles, pero en estos tiempos nos gustan todo lo que sean de valor: consumo masivo, energía, bancos. Hay que ser bien selectivos con una cartera bastante diversificada con otros instrumentos, pero se pueden lograr retornos interesantes”, cerró Camusso.