Inversiones 2010: las mejores alternativas para cada bolsillo
Después de la crisis internacional, el año próximo se presenta plagado de incógnitas: EE.UU. y la inflación condicionan las carteras de todo inversor, en las que sobresalen las materias primas y las divisas
El Rodrigazo , la 1050, "el que apuesta al dólar pierde", el Plan Austral y el Primavera, el Bonex, el efecto tequila, el corralito y el corralón, la estatización de las AFJP... sólo la historia reciente es suficiente para transformar al argentino común y corriente en un inversor todo terreno.
"Yo me planteo mis objetivos, porque la Bolsa es así, te planteás objetivos y tenés que aguantar", dice Alejandro M., un ingeniero de 29 años que pide no dar su apellido. Tras haber perdido casi 70% de su capital con el derrumbe de los mercados en 2008, Alejandro no vendió sus acciones y se mantuvo firme esperando el rebote; apostó a sus acciones de Banco Macro y se hizo en 2009 de una ganancia en dólares de más de 100 por ciento.
Acostumbrado a la desilusión y la estafa, y a las constantes eventualidades de la economía local, el argentino parece haber desarrollado su instinto financiero al máximo. Pero los inversores, tentados por la codicia, no se caracterizan por tener precisamente buena memoria. Es entonces la realidad la que se ocupa de ponerlos a prueba.
Después de la crisis financiera que se gestó en Estados Unidos pero se sintió en el mundo entero, 2010 se avecina plagado de incógnitas. "Será un año muy importante para estar cerca del asesor financiero, porque va a haber que tomar curvas a mucha velocidad", anticipa Darío Epstein, presidente de la consultora Research for Traders.
La posibilidad de que Estados Unidos vuelva a caer en recesión (si se da una recuperación en forma de W, como la pronostican muchos expertos) y que la inflación se transforme en una amenaza generalizada en el mundo son sólo algunas de las variables que barajan quienes por estos días están replanteando sus estrategias de inversión. Ignacio B., un economista de 38 años que trabaja en el sistema financiero, reconoce que sus amigos de fútbol del Club Náutico San Isidro suelen pedirle por esta época consejos sobre qué hacer con su dinero. "De los casados, ninguno se anima a invertir mucho, porque ven un importante incremento de sus gastos el próximo año; los solteros se animan más", dice el economista que con unos $ 80.000 disponibles igual apuesta a comprar algo de dólares ("porque las tasas de interés en pesos no te cubren de la inflación", dice) y a posicionarse en acciones de bancos locales, ya que cree que podrían verse beneficiados con el canje de deuda.
No importa el tamaño del bolsillo, con 10.000 pesos, 100.000 o más, hay muchos instrumentos entre los cuales elegir. LA NACION consultó a varios analistas, en busca de consensos para sobrevivir en la jungla financiera.
Inversores de hasta $ 10.000
Para los que tienen unos $ 10.000 y se animan a la Bolsa porteña, Víctor Poma, jefe de asesores financieros de InvertirOnline.com, recomienda algunos bonos de riesgo medio, como el Boden 2015 o el Bonar X, que, según explica, ofrecen para el año entrante un rendimiento "sólo por renta" superior a 8% en dólares. Los inversores un poco más osados pueden ir por acciones de empresas "cuyos servicios sean fundamentales para el normal funcionamiento de la economía", como Pampa y Transener (energía), Aluar (metales) y Minetti (construcción). "Vale aclarar que el monto de inversión no invalida la posibilidad de tomar algunas posiciones más arriesgadas", aclara Poma.
Para los más conservadores, Javier Salvucci, jefe de análisis de Silver Cloud Advisors, aconseja no abandonar la vedette de todos los tiempos: el dólar. Quienes ya disponen de un porcentaje de su cartera en moneda extranjera pueden luego complementarla comprando cuotas partes de fondos comunes que inviertan en instrumentos de bajo riesgo, como cheques de pago diferido y fideicomisos. Los fondos tienen varias ventajas: le ofrecen diversificación al pequeño inversor, que con sólo $ 1000 puede comprar una participación en una cartera amplia de inversiones, rinden más que un plazo fijo y además ofrecen liquidez a las 72 horas.
Otra alternativa de poco riesgo, dice Salvucci, son los fideicomisos de consumo. Clara A., de 27 años, cuenta su experiencia: "Los fideicomisos, por lo general, son como plazos fijos, pero con tasas más altas. Si tenés plata que no vas a tocar, es mucho mejor. Porque a seis meses podés tener un rendimiento de 18 por ciento anual. Ahora, igual, están más bajos".
Para un presupuesto de $ 10.000, otros analistas creen que lo mejor es destinar el dinero al consumo. Con una inflación que los privados prevén que podría estar en la Argentina en torno a 15 y 20%, lo más probable es que los bienes durables se encarezcan en igual proporción. "A alguien que tiene hasta 10.000, yo le diría que compre dólares o si tiene una necesidad contenida de comprar una heladera o cualquier electrodoméstico, que lo compre. Esa será la mejor inversión, más si puede hacerlo en cuotas y sin interés", dice Mariano Sardáns, de la asesoría financiera FDI International.
Inversores de hasta 100.000
Con la crisis de 2008, en el último año los argentinos se han vuelto más conservadores. El temor a sufrir la explosión de nuevas burbujas internacionales hizo que muchos, sobre todo los inversores de una sofisticación media, optaran por canalizar sus ahorros en instrumentos locales, más que en extranjeros. La balanza entre las tenencias de bonos y acciones también se inclinó a favor de los primeros. En tal sentido, para 2010, Salvucci cree que bonos como el Bogar 18 y el Boden 2015 serán apuestas atractivas y de riesgo medio. También algunos títulos de deuda corporativos, como los bonos de Galicia, que están rindiendo 10% en dólares, pueden ser una opción. Entre las acciones, elige papeles como Tenaris, Petrobras, Macro y Grupo Galicia.
"Sin embargo -aclara Poma-, la exposición a otros activos más interesantes se vuelve una sugerencia obligada para quienes tienen hasta $ 100.000 disponibles: posiciones directas en commodities , incluso fondos diversificados en países y sectores de economías emergentes son atractivos". Aunque, en este caso, la biblioteca financiera está dividida en partes iguales. Sardáns, por ejemplo, aconseja colocar 50% del portafolio en plazo fijo en pesos y 50% en dólares. A su juicio, las probabilidades de que explote una nueva burbuja son altas, más aún en la segunda mitad del año, cuando la Reserva Federal podría empezar a subir sus tasas de interés, ya que los miles de millones de dólares que volcaron los países desarrollados para evitar el colapso del sistema financiero y, más tarde, para sacar a sus economías de la recesión provocarían una escalada de la inflación. Sin embargo, el mundo de las inversiones no se acaba en los mercados, la economía real también tiene lo suyo. Según Mariano Lamothe, economista de la consultora Abeceb, podría ser un buen momento para invertir en departamentos en boca de pozo, que con la caída de la actividad bajaron de precio, o en lotes en algún barrio cerrado. Ignacio B. reconoce que entre sus amigos que disponen hasta $ 100.000 ésta es una tendencia creciente: "Hay muchos que miran inversiones inmobiliarias privilegiando la estabilidad. Algunos amigos hasta aprovecharon para comprar en Miami".
Inversores de hasta 400.000
Antonio Bartasio es un empresario de 38 años de la zona de Quilmes que hace tiempo decidió poner sus fichas en la economía real. Después de 2001 y de algunas experiencias en el negocio financiero, optó por canalizar sus inversiones en pymes. "Armé una matriz de gestión y lo que hago es tomar otras pymes, les incorporo la matriz y las financio a partir de mi capital. Y así obtengo una utilidad sobre la gestión, cercana al 25 por ciento", explica Bartasio.
Una apuesta como la de Bartasio requiere dedicación de tiempo completo. Quienes disponen de hasta 400.000 pesos y prefieren que un tercero se ocupe de sus inversiones también tienen un menú de opciones amplio. Por caso, para invertir en el mercado inmobiliario de Miami, no hace falta comprar ladrillos. Sardáns explica que existe un instrumento financiero que se conoce como Reit (Real Estate Investment Trust), que se puede usar como vehículo. Los inversores pueden comprar Reit en el mercado, como si fueran acciones y, a diferencia de los ladrillos tradicionales, hacerse o deshacerse en el día de una canasta de propiedades. Las sociedades de Bolsa permiten operar papeles que cotizan en Nueva York sin un monto mínimo específico.
Los fundamentos de la economía rigen para los de $ 400.000 tanto como para los de 10.000. Las commodities son una apuesta que goza del visto bueno de casi todos los analistas. Sólo varían los instrumentos recomendados para aprovecharlos. Esptein, de Research for Traders, favorece, por caso, las monedas de los países cuyo crecimiento está atado a las materias primas, como Australia y Canadá. En el mercado local, además de los bonos como el Boden 2015, el Bogar 18 o el Bonar, los cupones atados al PBI, tanto en pesos como en dólares, también son altamente recomendados.
No importa el tamaño del bolsillo, lo importante es no concentrar las inversiones en un solo instrumento. La diversificación casi no falla.
Palabra de asesor
DARIO EPSTEIN
Empresa: Research for Traders
Cargo: presidente
"A la espera de la suba de tasas en el mundo, me posicionaría en bonos de corto plazo. Porque el valor de los bonos largos cae cuando suben las tasas."
CHRISTIAN REOS
Empresa: Allaria Ledesma
Cargo: jefe de análisis
"Aconsejamos comprar Patagonia, Siderar y el cupón PBI en pesos para apostar al rebote de la economía argentina. Están baratos en términos relativos."
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