Las automotrices dicen que perdieron US$500 millones por las medidas oficiales y reclaman un bono

La renovación de las autoridades de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) -no exenta de polémicas- no pasará desapercibida. En su presentación, los directivos de las terminales que producen en en el país afirmaron que los cambios en las retenciones y los reintegros a las exportaciones impulsadas por el Gobierno produjeron pérdidas a las empresas por US$500 millones en un contexto de fuertes caídas de las ventas.

Si bien recalcaron que mantendrán sus inversiones, reclamaron medidas para "mitigar" sus pérdidas y estabilidad en las reglas de juego para no ralentizar las tomas de decisiones sobre nuevos desembolsos en el futuro. En la actualidad, el sector tiene proyectos por US$5000 millones.

En un almuerzo organizado para la presentación en sociedad de la nueva cúpula, el flamante presidente de Adefa y de Volkswagen Argentina, Hernán Vázquez, detalló que entre las medidas que pide el sector está un bono cobrable en 2020 y 2021 por el rojo que dejaron las decisiones oficiales tomadas para alcanzar el equilibrio fiscal. Lo acompañaban en una mesa del Club Americano, junto a la presencia de varios periodistas, Luis Fernando Peláez Gamboa (Renault) y César Ramírez Rojas (Scania).

"La reducción de reintegros a los autos y componentes, y los $3 por dólar de retenciones a las exportaciones tuvieron un impacto muy grande", dijo Vázquez, que lo calculó en US$300 millones (los derechos de exportación) y US$200 millones (la rebaja de reintegros). "No son buenas noticias y no era previsible, menos habiendo iniciado proyectos nuevos. Hemos elevado nuestra queja al Gobierno", afirmó el directivo. "Entendemos la situación de necesidad y urgencia, pero pedimos un mecanismo que nos permita mitigar esto", agregó.

El titular de Volkswagen afirmó que habían propuesto al Gobierno un bono para 2020 y 2021, que si bien no soluciona los problemas de caja de los próximos meses, se puede contabilizar como una ganancia futura. "Hubo una receptividad cautelosa", dijo, y agregó: "Muchas automotrices hemos puesto un voto de confianza trayendo inversiones al país, convenciendo a nuestras casas matrices. Si cambian las reglas de juego temporalmente se ponen obstáculos; las casas matrices hacen una mala lectura de eso a mediano plazo".

En Adefa creen que este año terminarán con un mercado de 790.000 unidades y que el año que viene sugieren un mercado más limitado, de cerca de 600.000, aunque aclaran que esas cifras no son definitivas. Las ventas de autos habrían tenido una caída interanual de cerca del 40%, lo que –creen será– un piso para este año.

"Los proyectos que están ejecutándose son de hace dos o tres años. La situación actual ralentiza la agenda de inversiones", dijo, en tanto, Peláez Gamboa. En Adefa piden además una reducción de los aranceles a la importación, que hoy son del 14% para los insumos difundidos que son usados por la terminales pero que no se producen en la industria nacional. La producción de vehículos, estimaron, estará este año en torno a los 480.000 unidades.

"Estamos atravesando un momento complicado", afirmó Vázquez sobre la caída de la demanda y con un patentamiento diario que no supera los 2000 autos. "Las suscripciones a los planes de ahorro cayeron 50%", estimó Adefa. Señaló que existe un sobrestock de varios meses en las concesionarias, que impulsa ventas con descuentos de hasta 15%, lo que anula la rentabilidad de sector, pese a beneficiar en la actualidad a los consumidores. Ese contexto, resintió la producción y dejó a varias fábricas con suspensiones de personal.

"Algún día", ironizó Vázquez, sobre la posibilidad del libre comercio con Brasil tras las declaraciones del brasileño Paulo Guedes sobre el Mercosur.