Jin Liqun: "Nuestro banco podría invertir en el país entre 300y 500 millones de dólares"
El presidente del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), Jin Liqun, tiene una extensa trayectoria como directivo de organismos multilaterales, incluyendo la representación china en el Banco Mundial, y como funcionario del gobierno de Pekín, en el que llegó a ser viceministro de Finanzas. Sin embargo, su formación académica dista de ser la habitual para este puesto: si bien estudió Economía en la Universidad de Boston, en EE.UU., tiene una maestría en Literatura Inglesa, lengua que lo conquistó desde que era muy joven y trabajaba en la China rural. Hoy sigue siendo un ávido lector de poesía y filosofía en ese idioma. De paso por el país, adonde llegó para participar de la asamblea del BID de la semana pasada, el directivo confirmó el interés del AIIB, en el que la Argentina fue aceptada como miembro no regional, en financiar obras de infraestructura en el país, como puertos, túneles, rutas y tendido de líneas eléctricas, siempre orientadas al comercio con Asia.
-¿Hay algún proyecto en marcha en la Argentina que el banco financie en este momento?
-Hay siete países sudamericanos que son miembros del banco y no podemos comentar los proyectos, pero sí podríamos encontrar aquí oportunidades, por ejemplo, en la construcción de túneles, en la modernización de los aeropuertos y de las redes de electricidad.
-¿El gobierno argentino mostró interés por algún proyecto en particular?
-El Gobierno quiere que nos involucremos en proyectos de infraestructura y en este tipo de áreas son en las que vemos los probables avances. No hablamos específicamente con el gobierno argentino hasta ahora, pero sí con Luis Moreno [presidente del BID] para trabajar en conjunto apoyando al sector privado. La Argentina tiene que lidiar con su déficit fiscal. Como dijo el presidente Macri, hay un déficit fiscal y, al mismo tiempo, un déficit en infraestructura, entonces estoy muy interesado en promover la inversión del sector privado en este rubro. Podríamos trabajar directamente con el sector privado sin pasar por los gobiernos. De todos modos, cuando comenzamos a trabajar en un país, en la tradición de las entidades multilaterales nos aseguramos de que el gobierno esté satisfecho con esa inversión que vamos a apoyar, que no se oponga a ningún proyecto. Si se opone no lo hacemos. La idea puede ser nuestra o del sector privado, pero el gobierno la tiene que aprobar.
-¿Habló de esto con los funcionarios argentinos?
-Me encontré con el ministro Luis Caputo en Mendoza. Pero en esta oportunidad no pude reunirme con el presidente Macri por problemas de agenda.
-¿Qué le parece el programa de participación público-privada (PPP) que impulsa el Gobierno?
-Un montón de gente me contó sobre el PPP y es una idea maravillosa, será importante ver cómo la materializan. Más allá del proyecto, el Gobierno debe tener un programa de desarrollo que esté por encima de todo y, por supuesto, tiene que haber un buen socio, un muy buen sector privado.
-En los proyectos que ustedes respaldan, ¿tienen prioridad las empresas asiáticas?
-No, las empresas a las que les damos plata tienen que estar abiertas a la competencia internacional. Incluso dentro de un proyecto dividido en partes, la parte que nosotros financiamos tiene que ser competitiva, aunque otras no lo hayan sido.
-¿Cuánto dinero tienen para financiar infraestructura de la región?
-Tenemos fondos por un total de US$100.000 millones, de los cuales el 15% son para financiar proyectos fuera de Asia, o sea, unos US$15.000 millones.
-¿Tienen aprobado ya algún proyecto en América Latina?
-No todavía. Ninguno de los siete países de la región ratificó el convenio constitutivo del banco, tienen que ratificarlo y pagar la primera suscripción de capital. Cada país tiene asignado, por el tamaño del PBI, una cantidad de acciones que puede tomar en su totalidad o en una menor cantidad. De lo que decida tomar tiene que pagar solo el 20% y puede completar la totalidad del capital suscripto en cuotas iguales durante cinco años. Primero un gobierno tiene que solicitar unirse, la junta aprobar, y ahora estamos esperando que el Parlamento argentino ratifique, entonces ahí sí el ministro de Finanzas nos tiene que dar el cheque. Cuando nos paga, ahí nuestro banco ya podría invertir en el país, ¿Cuánto? Quizá 300, 500 millones de dólares.
-¿Hay algún país de Asia que sirva a la Argentina como modelo en materia de infraestructura?
-Los problemas varían mucho de país a país, la experiencia de algunos podría servir como referencia, pero ustedes deben tener sus propias ideas y desarrollar su propia capacidad. Por ejemplo, en algunos países asiáticos como China el sector público es muy fuerte y en otros no tanto, no se puede generalizar. El requisito básico es que el sector público sea un muy buen sponsor de los proyectos, y tiene que ser claro y transparente. Además, el interés de los sectores público y privado debe estar balanceado. El privado no puede decir queremos la ganancia más alta que se pueda sin importar el medio ambiente, por ejemplo. Y el Estado tampoco puede darle al privado una participación insignificante en un proyecto en nombre del interés público. Es un balance y requiere la coordinación de todos los socios. La idea del PPP ha estado rondando desde hace muchos años.
-¿Cómo analiza el actual escenario internacional en el que avanza una ola de proteccionismo liderada por Donald Trump?
-No puede haber cooperación ni coordinación sin trabajar unos con otros. Debemos trabajar juntos en una relación win-win sin dejar países detrás. Hay que cuidar a los países a los que quizá no les está yendo bien por la razón que sea.
-¿Por qué a China le interesó impulsar este banco?
-Basada en la experiencia de las últimas cuatro décadas, China cree que la inversión en infraestructura prepara el camino para el desarrollo, y China [que tiene un 30% del capital del banco] brinda el dinero con ese propósito. China cree en el multilateralismo, que es la mejor política para alcanzar la paz y la prosperidad. China cree que una marea que sube eleva todos los botes.
-China ahora defiende la globalización; antes era EE.UU.
-Hay que ayudar a los países que no se beneficiaron equitativamente de la globalización; la idea del AIIB es trabajar juntos, ayudar. No puede haber desarrollo económico si no trabajamos cerca uno del otro.
Minibio
- Profesión: Es economista y tiene una maestría en Literatura Inglesa. Fue viceministro de Finanzas de China
- Ocupación: Lidera una entidad que ya aprobó 24 proyectos en 12 países por US$4260 millones en energía, agua, transporte y otros
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