Krugman teme que la crisis genere una "década perdida", como en Japón en los 90
El Nóbel de economía criticó las medidas "a medias", que "ayudan a que la economía se arrastre sin recuperarse"; pidió mayores estímulos
PEKIN-.Con una dura comparación con el Japón de los 90, que tras tres décadas de fuerte expansión se sumergió en una profunda y prolongada recesión, el economista Paul Krugman criticó la falta de agresividad de los planes de estímulo para la economía estadounidense.
El Nobel afirmó que Estados Unidos se arriesga a sufrir una década perdida para la expansión económica al estilo de la sufrida por Japón si no emprende medidas agresivas para estimular la actividad y sanear el sistema bancario.
"Estamos tomando iniciativas a medias que ayudan a que la economía se arrastre sin recuperarse totalmente, y estamos viendo medidas que ayudan a que los bancos sobrevivan sin expandirse realmente", dijo Krugman.
"Estamos haciendo lo que hicieron los japoneses en los años noventa", dijo ante un pequeño grupo de periodistas durante una visita a Pekín.
"Lo que más me preocupa es que Estados Unidos y la zona euro puedan tener décadas perdidas al estilo de lo ocurrido en Japón", dijo.
Krugman sostuvo que preveía una expansión del empleo de escasa a nula este año y el próximo en Estados Unidos, donde la tasa de desempleo de abril trepó al récord en 25 años de 8,9 por ciento.
Mayor estímulo. "Cada vez es más claro que se torna urgente un segundo estímulo. Se necesita un estímulo muy, muy fuerte", dijo Krugman, profesor de la Universidad de Princeton y columnista del diario The New York Times.
Añadió que las pruebas de tensión realizadas sobre 19 bancos estadounidenses principales habían comprado tiempo a la administración del presidente Barack Obama, pero que no habían respondido la pregunta clave de si los bancos tienen suficiente capital para cumplir su papel clave en la economía.
Mercado chino. Krugman reconoció las medidas chinas de implementar un vigoroso plan de estímulo económico, pero dijo que no había detectado ningún compromiso de parte de Pekín para pasar a un modelo de crecimiento impulsado por la demanda interna, con el fin de reducir su elevado ahorro.
"Es muy difícil ver en el mundo una recuperación completa si China sigue con superávit en cuenta corriente del 10 por ciento del PBI", sostuvo el economista.
Si los grandes superávit externos de China persisten junto con un alto desempleo en Estados Unidos y un bajo crecimiento en Europa, habrá mayor tensión política. "Algo deberá ceder, y no será nada lindo", dijo Krugman.
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