La AFIP avanza en 499 causas por inconsistencias en las DJAI por US$ 8200 millones
El organismo investiga casos de contrabando, sobreestimación de importaciones y triangulación en las exportaciones, entre 2012 y 2015
No será una pasarela de la moda, pero desde hoy, por la sede de la Administración Federal de Ingresos Públicos ( AFIP ) empezarán a desfilar 499 “casos” de los 17.000 CUIT (personas físicas y empresas) a los que el organismo intimó para que expliquen las inconsistencias detectadas entre 2012 y 2015 en operaciones con Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), por alrededor de US$14.000 millones.
La semana pasada, durante el seminario anual que organiza la Cámara de Exportadores (CERA), el titular de la AFIP, Alberto Abad resumió la historia. “Hace poco se denunció un conjunto de inconsistencias que consistían en la salida de divisas por X millones de dólares y se hacían despachos por Y. En la mayoría de los casos eran más las divisas que salían que la mercadería que llegaba", dijo.
La AFIP seleccionó 499 CUIT que concentran el grueso de las inconsistencias (US$ 8200 millones) y los operadores más importantes
Según explicó hay distintas características y graduaciones de inconsistencias y mecanismos para determinarlas. "En 55 casos la inconsistencia era flagrante ya que salieron todas las divisas pero no llegó ni un solo producto como contrapartida. Esos casos fueron denunciados como contrabando por aproximadamente US$300 millones en agosto. A los 15 días, hicimos 17.440 requerimientos electrónicos a todos los que podían tener alguna inconsistencia", agregó.
La AFIP seleccionó 499 CUIT que concentran el grueso de las inconsistencias (US$ 8200 millones) y los operadores más importantes. Se armó un equipo de trabajo DGI-DGA (Dirección General de Aduana) para convocarlos y entender cada una de las inconsistencias, que aporten los elementos de juicio. Al resto, se le hará un análisis sistémico de verificación en oficina.
"Vamos a barrer todo el universo: a algunos se los citará a AFIP, a otros se los irá a ver a la empresa, pero queremos ver las características de las inconsistencias y en función del problema seguir haciendo denuncias penales, que haya ajustes y los cobremos, o, si es el caso, facilitarles que entren al proceso de sinceramiento fiscal. Queremos ordenar de una vez esta lamentable herencia”, señaló el funcionario que dijo además que las maniobras tuvieron efectos aduaneros, tributarios, cambiarios y de lavado de activos.
“No debemos olvidarnos de que tenemos que mirar a 360°. Si una agencia tributaria se dedicara sólo a recaudar impuestos no estaría cumpliendo con su función. Hay muchas más cosas para ver”, agregó. “Como decía Mantilla estamos en la etapa de reconstrucción, demolición, etc, así que a veces nos tienen que perdonar que no logremos los objetivos como queremos”, añadió.
Disculpe las molestias…
Citando al presidente de la CERA y dirigiéndose al auditorio en el que había exportadores, importadores, despachantes de aduana y funcionarios de diferentes ministerios, Abad dijo: “Como decía Mantilla, estamos en la etapa de reconstrucción, demolición, etc, así que a veces nos tienen que perdonar que no hayamos alcanzado aún algunos de los objetivos que queremos lograr”.
El funcionario dijo que cuando llegó a la AFIP se encontró con “un entorno discrecional por excesos administrativos en la propia administración, porque disminuyó la poca capacidad de control de los ciudadanos y porque la propia institución tenía un rol insuficiente en la rendición de cuentas. Son tres desafíos claves que tomamos ni bien llegamos por la inversa: bajar los excesos administrativos a cero, aumentar la posibilidad de control ciudadano y ser más que suficientes en la rendición de cuentas”.
Abad expuso durante casi una hora. “Otra situación compleja que encontramos es la triangulación de exportaciones. El año pasado hubo operaciones por 140.000 millones de pesos: la factura va para un lado y el producto llega a otro. Hay tres actividades que concentran el 81% de esto: aceites, cereales y oleaginosas y el petróleo”, comentó.
¿Círculo virtuoso o vicioso?
“Los mensajes del mundo son complejos: delitos sin fronteras, flujos ilícitos en crecimiento y desde el lado nuestro, inicio de una gestión muy dificultosa y una actitud poco plástica desde el sector público hacia el sector privado. Pero esto no quiere decir que los privados no hayan armado un sistema de mañas asociados a los excesos del sector público –advirtió Abad-. Este es un proceso en el que nosotros hacemos macanas y ustedes hacen lo propio, y en vez de tener un círculo virtuoso, a veces tenemos un círculo vicioso. Este tipo de encuentros son positivos para saber qué cantidad de cambios tenemos que generar ambos sectores. Sin dejar de reconocer que el Estado como tal es el primero que tiene que tomar la iniciativa por su responsabilidad institucional.”
El funcionario explicó que si se anualizara la baja de impuestos que se produjo durante este año (citó el aumento del mínimo no imponible, las bajas de las retenciones a la soja, el trigo, el maíz y a las economías regionales, la devolución de los 15 puntos de IVA para aproximadamente 8 millones de personas que están bajo programas sociales y la regularización del stock de deuda –“que a ustedes los afecta bastante porque incluye temas relacionados con la devolución de IVA y reintegros”-) el costo fiscal anual ronda los 219.000 millones de pesos.
“Para ponerlo en contexto, una recaudación promedio mensual es de 170.000 millones de pesos. O sea, el costo fiscal es casi una recaudación y media. Es cierto que la presión tributaria es alta, pero hay un esfuerzo muy importante para hacerla converger en un contexto de déficit fiscal que hace que esto sea más difícil”, dijo.
Detalló que en la agenda del Gobierno para el sector figuran cuestiones como la agilización de la devolución del IVA de exportación y la revisión del criterio penal que utiliza la AFIP para la facturación apócrifa. Habló de “otros temas que llevará más tiempo” resolver, como “la zona oscura de controles problemáticos como las DJAI, las terminales y depósitos fiscales, y los controles en zona de alta densidad y calientes, como la hidrovía”.
Contenedores fantasma
Después, detalló algunos de esos puntos, como el trabajo sobre las terminales y los depósitos fiscales, “algo que se hizo en la Aduana desde principios de año”.
Abad contó que el proceso de verificación del funcionamiento y cumplimiento de las normas en los depósitos fiscales terminó con una denuncia penal “famosa” a un depósito fiscal.
“En este momento hay 1300 contenedores en situación de rezago y en proceso de averiguación. Hay dudas. Está el contenedor pero no se presenta el que hizo la importación. Hay dudas sobre lo que está adentro del contenedor, sobre lo que pesa el contendor… o sea, hay muchas dudas. Es un proceso en el que la Aduana está abriendo todos los contenedores. Convocamos a la Sindicatura General de la Nación (Sigen) para que participe del mismo a fin de que sea lo más claro y transparente posible, y para sacar la visión de sospecha total sobre una institución como es la Aduana. La Aduana es una institución como cualquier otra, con personas corruptas adentro como los hay en la DGI, en las instituciones públicas y privadas, pero por eso no decimos que es una institución corrupta. Hay que diferenciar entre la existencia de corruptos en algunas instituciones de la calificación generalizadora e injusta de institución corrupta”, concluyó.
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