La Argentina es cada vez menos competitiva

La competitividad no sólo es una cuestión de tipo de cambio. De hecho, según el ranking de competitividad que realiza todos los años el Institute for Management Development (IMD), una de las más prestigiosas escuelas de negocios del mundo, la Argentina es cada vez menos competitiva. Y esto, teniendo en cuenta que el peso perdió terreno este año frente al dólar y frente a la mayoría de las monedas de sus socios comerciales.

El estudio, que difundió en el país la Universidad Católica Argentina (UCA), abarca 57 países de distintas partes del mundo y utiliza 301 criterios mensurables diferentes, que luego se agrupan en cuatro factores de competitividad: desempeño económico, eficiencia gubernamental, eficiencia empresarial e Infraestructura. Así, en el Anuario 2009 de Competitividad Mundial, la Argentina cae tres puestos en el ranking mundial, desde el número 52, en 2008, al 55, en 2009. A nivel mundial, quien encabeza el ranking es Estados Unidos, secundado por Hong Kong y Singapur. Los tres países también fueron líderes el año último.

La Argentina cae en el ranking en casi todas las variables que miden la eficiencia gubernamental y la eficiencia empresarial, en las cuales pasa del puesto 54 a 57. En cuanto al ranking en infraestructura, la Argentina se mantiene posicionada en el puesto 47. En términos del ranking de desempeño económico, el IMD refleja una mejora en la situación argentina, pero hay que tener en cuenta que dicha situación se basa en el uso de los datos oficiales, los cuales no son considerados confiables por muchos analistas.

El peor posicionamiento de la Argentina es consecuencia de un deterioro de sus calificaciones en casi todos los ítems en evaluación. Tanto en eficiencia gubernamental como en eficiencia empresarial, la Argentina se ubica en el último escalón del ranking mundial. Esto se debe, particularmente, a muy malas performances en el ámbito de finanzas públicas (el país ocupa el puesto 56), política fiscal (54), estructura institucional (56), legislación para los negocios (56), y a una pobre calificación en estructura de la sociedad (47).