La Argentina está rezagada en el desarrollo de la economía digital
desafíos. La actividad atada a la tecnología aplicada representa el 16% del PBI, un índice que es de 34% en EE.UU. y de 21% en Brasil
Si en la esfera política la legislación a veces va por delante de lo que ocurre en la sociedad, en el ámbito de los negocios la regulación casi siempre va por detrás del vertiginoso avance digital. Los desafíos pendientes de normas que facilitarían las reglas del juego, sumados a una macroeconomía con vaivenes, hicieron que la economía digital argentina tenga menor peso que el que muestra ya en otros países de la región: hoy representa en nuestro país el 16,2% del PBI, comparada con el 34% de Estados Unidos y el 21,7% del vecino Brasil.
Los datos surgen de un estudio de la consultora Accenture sobre cómo la optimización digital puede traccionar la economía: se afirma que si avanzan las inversiones en tecnología y se perfeccionan el talento y el ecosistema de negocios, la tasa de crecimiento hacia 2021 sería del 4,4% anual, comparado con el 3,2% que se proyecta. En el escenario base, el PBI alcanzaría unos US$643.000 millones, mientras que en el optimizado llegará a US$681.000 millones. De ese modo, la economía digital pasaría a ser el 19,2% del total.
La consultora tomó los datos de lo que llamó "los tres pilares" digitales: el talento digital -el pool disponible y las herramientas para el trabajo remoto, entre otros factores-, las tecnologías digitales -un factor que abarca desde la Internet de las Cosas hasta las transacciones B2B (business to business o servicios de empresas a empresas)- y los aceleradores digitales -los incentivos o desincentivos del ecosistema en el que está inserta la empresa-.
Por la combinación de este tridente, y según Accenture, la Argentina tiene un "índice de valoración económica digital" de 16 puntos en una escala de 0 a 100, un resultado que es casi cinco veces inferior al de EE.UU. y la mitad que el de Chile. En la composición de ese índice, la valoración del talento digital tiene un peso mayor del 50%, mientras que el de la inversión en tecnologías digitales es del 20%, y el 30% es el peso de los aceleradores digitales: la infraestructura de comunicaciones, la priorización digital por parte del gobierno y la facilidad para hacer negocios.
Nacer digital
"En la Argentina, fueron las empresas nativas digitales las que invirtieron en tecnología y adaptaron sus modelos de negocio, lo que les permitió tener una posición de liderazgo en cuanto a beneficio y capitalización bursátil", detalla el estudio. Pero aclara que las dificultades para hacer negocios en el país "traban" el surgimiento de nuevos actores. "Tenemos cuatro unicornios, pero no hay una cola larga de startups detrás. Un gran desafío es la falta de financiamiento de alto riesgo, el que necesitan los nuevos proyectos", diagnostica Laura Converso, directora de investigación de la consultora.
Si bien la Argentina "rankea" bien en la fuerza de trabajo digital, según la Cámara Argentina de Software y Servicios Informáticos (Cessi), cada año quedan sin cubrir 5000 puestos en las áreas de software y sistemas. Sean Summers, VP de marketplace de Mercado Libre, asegura que en la Argentina "hay buena calidad de talento" en los perfiles denominados MITyC (matemática, ingeniería, tecnología y ciencia), pero que falta cantidad: "Sería bueno poder contar con más talento senior, hoy se gradúan camadas nuevas, pero también necesitamos trabajadores con más experiencia", admite.
La economía digital, además, requiere el desarrollo constante de habilidades, y no por integrar firmas nativas digitales estos trabajadores están exentos de desafíos. Globant necesita desarrollar software que se adapte a cada dispositivo y a veces tiene dificultades para encontrar perfiles. ¿La solución? La capacitación in situ, dice Axel Abulafia, vicepresidente ejecutivo de Globant.
La firma tiene sedes en 11 ciudades de la Argentina y, según cuenta el ejecutivo, siempre están cerca de universidades para captar talento. Y se apuesta fuerte por las capacitaciones en la organización: "Entrenamos para la especialización porque es una inversión hacia adelante", dice.
Otros estudios de Accenture aseguran que el 37% del empleo privado de la Argentina podría ser automatizado "casi por completo" en los próximos 15 años, a medida que avance la economía digital. No todos deben ser programadores para evitarlo: los menos "automatizables" son los perfiles MITyC, pero también aquellos relacionados con la inteligencia humana y la creatividad, señalan.
En transformación
El puntaje bajo en el índice de valoración económica digital significará un desafío mayor en los próximos años: mientras cambia el modo de producción hacia uno automatizado y conectado -la industria 4.0-, la pérdida de competitividad será más grande. Para evitarlo, recomienda el estudio, es necesario pasar "de la Internet del consumo a la Internet de la producción". Y añade Converso: "En promedio, los argentinos estamos conectados cientos de horas, pero todo acaba en el mundo del consumo, mientras que el B2B no avanza. Si no subimos a la industria y a los servicios argentinos a este barco, nos vamos a perder lo que se viene".
Las máquinas conectadas y la digitalización de los procesos en sectores tradicionales son parte de la economía digital. "Los niveles de inversión en tecnologías de la información vienen cayendo desde 2001: cuando una empresa está en problemas, primero deja de lado las áreas donde el retorno sobre la inversión no está claro a corto plazo", dice la investigadora.
Y el cambio requiere capital. Desde el sector financiero, por ejemplo, dicen que aquello que un cliente puede percibir como un avance simple -por caso, poder abrir una caja de ahorro en forma remota- implica cambiar decenas de procesos, siempre siguiendo las regulaciones vigentes. Así lo explica Emiliano Porciani, gerente de Digital de Banco Galicia, institución que tiene previsto destinar $900 millones en tres años para avanzar en la digitalización. "Hay camino que recorrer porque el resto de la región arrancó antes. El Banco Central empezó a transitar su proceso de modernización regulatoria y las fintech [emprendimientos que mezclan finanzas y tecnología] fueron catalizadoras en este sentido", detalla.
Como en el ejemplo del sistema financiero, la economía digital, finalmente, se trata de "fomentar un ecosistema de colaboración para la innovación", concluye Converso.
Un camino por recorrer
16 puntos
Es la calificación obtenida por el país en un índice de "valoración económica digital" elaborado por la consultora Accenture; el máximo puntaje es 100
4,4 por ciento
Es lo que se estima que podría crecer el PBI en 2021, en lugar de un 3,2%, en caso de efectivizarse inversiones en tecnologías digitales
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