El contagio de la crisis hipotecaria. La caída inmobiliaria de EE.UU.arrastra a Europa
Hubo una fuerte bajade precios en Irlanda y España
DUBLIN ( The New York Times ).- El estallido de la burbuja hipotecaria en los Estados Unidos se está transformando en un fenómeno global, con precios inmobiliarios que se desmoronan desde las zonas rurales irlandesas y la costa española hasta los puertos marítimos bálticos e incluso partes del norte de la India.
La sincronizada recesión global, que se agudizó en los últimos meses, está entorpeciendo el crecimiento económico mundial y afecta también al sector laboral. En Irlanda, España, Gran Bretaña y demás, los mercados inmobiliarios, que tuvieron un alza meteórica en los últimos diez años, se están desplomando.
Los analistas innmobiliarios pronostican que algunos países, como Irlanda, afrontarán un ajuste aun más doloroso que el de los Estados Unidos. En cierta medida, los problemas mundiales son consecuencia del contagio norteamericano. A medida que el crédito y la financiación inmobiliaria se restringen como respuesta a la crisis que comenzó en el mercado de hipotecas de menores tasas de interés, a los observadores les preocupa que otros países puedan sufrir las crisis hipotecarias que han afectado a California, Florida y otros estados norteamericanos.
Para países como Irlanda, donde los precios estaban aun más inflados que en los Estados Unidos, ha sido una enseñanza dolorosa, mientras los propietarios aprenden el vocabulario norteamericano de la miseria.
Esa realidad se está extendiendo. Mercados inmobiliarios muy activos, que alguna vez fueron un hervidero en el este de Europa y los estados bálticos, se están enfriando rápidamente, en tanto los europeos occidentales dejan de invertir en propiedades en Varsovia, Tallin, Estonia y otros Klondikes inmobiliarios.
Más al Este, en la India y el sur de China, los precios ya no se disparan. Con bolsas en baja después de haber alcanzado niveles elevados, la gente no tiene tanto dinero para comprar propiedades. Las ventas de departamentos en Hong Kong, un mercado hiperactivo, disminuyeron con la caída de los precios de los departamentos de menor costo.
Onda expansiva
En Nueva Delhi y otras partes del norte de la India, los precios se desplomaron 20% el año pasado. Sanjay Dutt, un director ejecutivo de la oficina de la empresa inmobiliaria Cushman & Wakefiled, en Bombay, dijo que hay una mella de confianza en el mercado. Con tasas de interés bajas que ayudan a inflar las burbujas hipotecarias en muchos países, los economistas señalan que la confluencia de precios en caída libre era predecible, aunque perturbadora.
Esta no es la primera crisis inmobiliaria que traspone las fronteras, pero sus ondas expansivas han sido amplificadas por la integración de los mercados financieros. Cuando las impagas deudas hipotecarias norteamericanas terminan en los libros de los bancos europeos, los problemas de los Estados Unidos agravan los problemas mundiales.
En Gran Bretaña, la aprobación de hipotecas cayó 31% en dos meses, en comparación con el año anterior. Y hacia marzo el promedio de los precios de las viviendas había bajado 2,5 por ciento, la mayor disminución mensual desde 1992.
"El furor del mercado inmobiliario fue en realidad mucho mayor aquí que en los Estados Unidos", comentó Kelvin Davidson, economista de Capital Economics.
Gran Bretaña tiene una de las industrias de financiación de viviendas más desarrolladas, no muy detrás de la de los Estados Unidos. Su volumen de deuda hipotecaria pendiente, como porcentaje de la producción económica total, es mayor que en los Estados Unidos, según el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, los problemas de Gran Bretaña palidecen al lado de los de España e Irlanda. La inversión en propiedades alcanza el 12% de la economía irlandesa y el 9% de la española, en comparación con el 5% en Gran Bretaña y el 4% en los Estados Unidos, según el FMI.
En España, más de cuatro millones de viviendas fueron construidas en los últimos diez años, más que en Alemania, Gran Bretaña y Francia en conjunto. El promedio de los precios de las viviendas se triplicó en algunas zonas del país, mientras la sumamente activa economía atraía a inmigrantes y los europeos del Norte adquirían casas veraniegas a lo largo de la Costa del Sol.
Ahora, sin embargo, miles de esas viviendas están vacías. El FMI estima que la propiedad está sobrevaluada en más del 15 por ciento.
Con hipotecas en estado crítico y precios que se desploman, los especuladores que alguna vez consideraron que la propiedad en España era una apuesta segura, afrontan la dura realidad.
En 2005, Julián Felipe Fernández compró tres pequeños departamentos como inversión, en un complejo de viviendas cerca de Madrid. Pagó 100.000 euros como depósito de las unidades y ahora quiere venderlas para evitar una hipoteca más onerosa. Pero con el mercado paralizado, lo que pide Fernández es sólo lo que pagó por ellas.
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