La economía creció un 10% en el primer trimestre del año
El dato, que se conocerá la semana próxima, significaría un aumento anual del 8 por ciento
La economía creció un 10% en el primer trimestre frente al mismo período de 2003 y se encamina a crecer un 8% durante todo el año. Fuentes del Palacio de Hacienda indicaron ayer a LA NACION que esa cifra, que se difundirá oficialmente la semana próxima, se ubicará entre el 10 y el 10,5 por ciento.
En términos desestacionalizados, el PBI del período enero-marzo registró un incremento superior al 2% en relación con el trimestre octubre-diciembre de 2003. De este modo, el año se encamina a un crecimiento del 8%, con lo cual supera la proyección del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del 5,5% y se acerca al 6,9% de los supuestos macroeconómicos del programa de renegociación de la deuda en default.
El informante consideró que el 6,9% -acordado entre Economía y los bancos de inversión designados por el Gobierno para el canje de la deuda en default- se cumplirá sin problemas, aunque puede superarse si el nivel de actividad económica vuelve a acelerarse en el segundo semestre, luego del sofocón del segundo trimestre por la crisis energética.
Los interrogantes para la segunda mitad del año se dividen entre los internos (conflictos políticos y crisis energética), externos (Brasil, las tasas de interés en EE.UU. y el precio de la soja) y la resolución de la negociación con los bonistas.
Desaceleración esperada
"En principio, el crecimiento del 10% anualizado que se registró en los últimos seis trimestres es imposible de sostener, así que esta tasa debería desacelerarse", sostuvo la fuente del Palacio de Hacienda, sin reflejar un tono de preocupación.
Tampoco existe demasiada inquietud por el efecto de la crisis energética sobre el PBI, a diferencia de lo que ocurría hace algunos meses. La caída en abril de la industria se habría revertido en mayo y "hay que esperar para ver cómo afecta este fenómeno al resto de la economía". Los técnicos oficiales no quieren barajar números definitivos debido a que aún no llegó el invierno y, por lo tanto, prefieren observar si se producen o no los temidos cuellos de botella en el sector productivo.
En cambio, la inflación sí comienza a instalarse como un elemento de preocupación en Economía. Luego de un primer trimestre de absoluto desinterés por la evolución de los precios, se registraron subas del 0,9 y del 0,7% en los últimos dos meses, que llevaron el acumulado al 2,7% frente al mismo período de 2003. Estos últimos resultados fueron "peores que lo esperado, muy poco deseables y hasta preocupantes", dijo el informante.
La mayor inquietud reside en que, una vez que el aumento de precios aparece, es difícil hacerlo desaparecer del horizonte de las expectativas económicas. Para este año, Economía proyecta un alza del índice de precios minoristas del 6,9%, pero el porcentaje podría incrementarse si continúan los aumentos en servicios, salarios y la canasta básica de alimentos.
Gigante dormido
El consultor Rodolfo Santángelo dijo a LA NACION que el aumento de la inflación representa "un gigante dormido", que debe sumarse al conflicto político por la coparticipación federal, a la crisis energética y a la desmejora internacional; en suma, estos elementos pueden provocar un "anestesiamiento" en el crecimiento económico.
La consultora que Santángelo conduce con Carlos Melconian preveía un aumento del 8% anual en el PBI, aunque los factores que aparecieron en los últimos meses podrían colocar la cifra más cerca de un piso del 6 por ciento.
La Fundación Capital, que conduce Carlos Pérez, prevé un alza del 7% real en el nivel de actividad anual, por debajo de la expectativa general de las consultoras que semanalmente releva el Banco Central y que se ubicó en un 7,3% esta semana.
"El primer trimestre fue muy bueno y es posible que, en términos desestacionalizados, haya un crecimiento del 0,5% para el segundo y el tercer trimestre, y del 0,8% para el cuarto", señaló Pérez. "Desde abril hay una desaceleración natural -agregó- luego de tantos meses de crecimiento, junto con otros factores como la energía y la utilización plena de la capacidad instalada en la industria."
Para 2005, el consenso de los analistas se ubica en un crecimiento del 5%, mientras que el plan de renegociación de la deuda prevé un 3,9%. La cifra podría ser mayor, según el olfato de los técnicos oficiales, que prevén la brecha entre el PBI real y el potencial todavía está lejos de cerrarse.
Aunque el plan de renegociación de la deuda en default proyectó un crecimiento promedio del 3% desde 2006, se cree que en los próximos tres años esta cifra sería superior y, por lo tanto, aumentaría el valor de los cupones ligados al PBI que forman parte del menú que ofrecerá el país a los bonistas.
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