La falta de certezas en el plano político condiciona las decisiones de inversión
La evolución de los activos financieros de riesgo argentino sigue condicionada por las dudas sobre el resultado electoral de octubre; en este contexto, se recomienda cautela
Tiempos violentos, Un día de furia, El día después de mañana. Y puede seguir la lista de famosas películas del género de drama, terror o cine catástrofe en las que el final feliz, cuando lo hay, puede ser al menos cuestionable en algún punto. Sin embargo, la razón por la que se usa esta imagen es simple: intentar explicar algunos de los sentimientos a los que los inversores locales se vieron expuestos en la última semana, cuando por momentos los dominó el pánico, una emoción que nunca trae algo bueno. Igual para el final aún falta, y ese es un buen punto.
Derrumbe de las acciones y los bonos, riesgo país en niveles superiores a los 900 puntos y una probabilidad de default implícita arriba del 59% a cinco años versus el 45% de fines de 2018 son algunos números va dejando abril. Además, se junta a esto un nuevo salto en el tipo de cambio, que se acerca a la parte media de la banda fijada, y tasas de interés arriba del 70%, que en esta coyuntura no van a ceder.
Si lo que se buscan son razones o excusas, hay que hablar de la cada vez más profunda incertidumbre electoral, que es generadora de todo tipo de rumores. Disparatados algunos, pero que en tiempos de pánico suelen ser dados por creíbles.Es en esos momentos, cuando se debe ser más frío. De hecho, datos reales y concretos -económicos, financieros, propios o ajenos, etc- buenos o malos, no hubo ninguno.
Ahora bien, también es real que esto se esperaba. Incluso esta semana que comienza volverá a ser corta, y la agenda tampoco está muy cargada. Sí se entiende que en el contexto político actual podrá tener cierta lectura la magnitud de la movilización del 1 de mayo y el paro, pero realmente no se cree que tenga fuerza para dar vuelta una determinada tendencia. En lo económico-financiero podrá recibir cierta atención el EMAE (estimador mensual de actividad económica) de febrero y la recaudación de abril.
Pero, saliendo de lo inmediato, la política monetaria se mantiene y seguirá contractiva (en su máxima expresión) y buscando finalmente domar la inflación. Esto último hará que la "pelea" entre tasa y dólar enfrentará un nuevo round cada día.
En tanto, las señales fiscales se mantienen por el buen camino como la corrección del déficit de cuenta corriente y el rebote de la economía comienza tímidamente a aparecer. El punto acá es que falta correr tiempo para ver más resultados, y esta variable parece ser un recurso escaso por estos días.
En otras palabras, un marco que sacaría en principio a los fundamentals de escena, y deja jugando principalmente sólo un tema de expectativas políticas y probabilidades. Un "juego" subjetivo que puede ser peligroso, y lo que parece aún peor, muy largo entendiendo que hasta fines de junio no habrá definiciones relevantes.
De hecho, si se busca mensurar el impacto de esta coyuntura, un buen indicador (al menos, de la elección del mercado) puede ser la correlación entre la imagen del Gobierno y la performance del riesgo país. Esta supera el 85% en los últimos dos años reflejando que el deterioro acelerado de los meses recientes de esta visión es la que explica la mayor parte de la suba del riesgo país.
Algo que lleva una vez más a insistir en que la evolución de los activos financieros de riesgo argentino está (y seguirá estando) dominada en gran parte por lo político, lo que hace que esta variable deba incorporarse (con probabilidades) a los modelos de valuación. Hoy, el escenario base claramente se mantiene binario (enfocado principalmente en un enfrentamiento entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri en una segunda vuelta como lo más probable, según las encuestas), lo que garantiza una incertidumbre alta y cautela -algo igual que se venía diciendo- en las posiciones de corto plazo. La volatilidad que desde acá se derrame (y que puede ser mucha) no desaparecerá por arte de magia.
El primer consejo en este sentido, es no desesperar -aunque puede por momentos ser realmente difícil-. Actuar bajo pánico en las posiciones financieras suele ser una mala estrategia. La incertidumbre electoral se adelantó, de la mano de un escenario económico-monetario que mostró complicaciones (bajo errores forzados o no), y ahora se deberá aprender a convivir con ella más tiempo.
No se esperan de corto plazo muchas grandes noticias, ni tampoco medidas en lo económico-financiero. Acá se necesita que corra tiempo para mostrar resultados, y quizá dadas las últimas experiencias mantener el programa actual a rajatabla sea mejor opción que seguir bajo una especie de "ensayo y error". También es real que este esquema se mantiene monitoreado y determinado por el Fondo Monetario Internacional (FMI); es decir, el poder de maniobra se encuentra limitado.
En esta coyuntura definir el grado de aversión al riesgo de cada uno es un paso clave. El universo de instrumentos que hoy ofrece el mercado permite para aquellos conservadores "esquivar" la exposición a riesgo argentino dentro de las carteras, y para aquellos que no pasen un apto cardíaco es la mejor opción. Para los más agresivos, el otro extremo en un escenario en donde no parece existir mucho lugar para estrategias tibias, las oportunidades se encuentran tanto en las acciones como en la curva de bonos. La volatilidad también hará que el trading sea la estrella, pero entendiendo que esta postura no es para todo el mundo.
Variables para tener en cuenta al invertir
- Riesgo país: Esta semana, el riesgo país alcanzó niveles superiores a los 900 puntos, y la probabilidad de default implícita a cinco años, llegó a 59% (a fines de 2018 era 45%)
- Tasas por las nubes: Otra variable que impacta en la marcha de la economía es la tasa de interés, que sigue por encima del 70%, lo que dificulta (o casi hace imposible) el financiamiento
- Salto del dólar: La semana que pasó dejó otro susto relacionado con el valor del dólar, ya que llegó a $47 el jueves, para luego bajar hasta $45,28. En lo que va del año, el billete estadounidense se apreció 12%
- Datos útiles: Habrá que estar atento esta semana al estimador mensual de actividad industrial (EMAE), de febrero, y a la recaudación tributaria, de abril