La inflación en las góndolas: 1,4%
Según la medición oficial del Indec, durante el año pasado los precios en promedio registraron un alza del 21,1% en los supermercados, lo que contrasta con la inflación minorista que fue de un 3,7 por ciento.
Sin embargo, este incremento del 21,1% no implica que los precios que efectivamente pagan los consumidores en la caja de un supermercado hayan acumulado un aumento de esa magnitud durante el año, ya que la cifra no surge de la evolución mensual del índice del costo de vida, sino de un promedio que se realiza comparando cada mes contra el mismo período de 2002. El resultado final tan elevado, entonces, se explica porque en el primer trimestre de 2002 -cuando apenas se salía de la convertibilidad de 1 peso igual a 1 dólar- casi no hubo variaciones en los precios, ya que la inflación se disparó a partir de abril.
Subas superiores al 70%
Por esta razón, en la comparación contra los primeros meses de 2003 -cuando los precios arrastraban la suba de todo el año anterior- el índice muestra aumentos superiores al 70% (con un pico máximo del 80% en enero de 2003), pese a que para esa fecha la inflación minorista ya estaba controlada. Para el bolsillo del consumidor, el dato más importante difundido ayer es el de diciembre pasado, que muestra, según el Indec, que los precios en las góndolas subieron sólo un 1,4 por ciento en la medición interanual.
Es decir, que la misma canasta de productos que en un supermercado costaba $ 100 en diciembre de 2002, un año después aumentó a $ 101,4, lo que implica una suba que incluso es inferior a la registrada en el costo de vida nacional.
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