La presidenta ejecutiva de Xerox anuncia su retiro y deja como sucesora a su mano derecha
La presidenta de Xerox Corp., Anne Mulcahy, quien lideró una restructuración que salvó a la compañía del borde de la bancarrota, dijo que dejará el cargo para acogerse a una jubilación anticipada y le pasará las riendas a Ursula Burns, la actual directora general de la empresa.
Burns se convertirá en la primera mujer afroamericana en liderar una compañía que forma parte de la lista Fortune 500.
Mulcahy permanecerá como presidenta de la junta directiva después del primero julio, día en que dejará su cargo ejecutivo. Burns tendrá la misión de guiar a la empresa de fotocopiadoras e impresoras en momentos en que depende más de su negocio de servicios para contrarrestar el continuo declive en las operaciones de impresión, las cuales están sufriendo a medida que cada vez más información es intercambiada de forma digital. Mulcahy, de 56 años, ya había dado señales de los planes de sucesión de Xerox hace dos años, cuando nombró a Burns, que ahora tiene 50 años, como presidenta. Las dos ejecutivas habían acordado hace más de un año que la asamblea anual de accionistas de Xerox en 2009 sería un momento apropiado para anunciar la sucesión, de acuerdo con personas cercanas a Burns.
La nueva presidenta ejecutiva había sido considerada por reclutadores como una opción para el máximo cargo en otras empresas, incluyendo Archer Daniels Midland Co. y Sunoco Inc., según personas al tanto de la situación. Pero Burns había dejado claro que prefería permanecer en Xerox.
Mulcahy dijo en una declaración preparada: "La decisión de retirarme se hace fácil sólo por el hecho de que Ursula Burns está tan bien posicionada para sacar adelante a Xerox".
La compañía, con sede en Norwalk, Connecticut, fabrica impresoras tanto para oficinas como para producción a gran escala, pero recauda la mayor parte de sus ingresos de sus operaciones de servicios, que incluyen contratos de mantenimiento, suministros de impresión y alquiler de equipo.
La recesión en EE.UU. ha intensificado la debilidad de la demanda de impresoras y los resultados han sido ensombrecidos por la fortaleza del dólar, ya que buena parte de sus ingresos se genera fuera de EE.UU.
De todas maneras, se cree que Xerox está en buena forma, y sin ninguna duda en una situación mucho más sólida que la de 2001, cuando estuvo al borde de la bancarrota. Fue en ese año que Mulcahy asumió el mando. "A pesar de un difícil entorno económico, estamos generando efectivo, fortaleciendo nuestra tecnología y línea de servicios y estamos listos para un período de crecimiento estable de ganancias en el futuro", dijo Mulcahy en un comunicado.
Burns, quien creció en una vivienda subsidiada por el gobierno en Nueva York, hizo sus prácticas en Xerox antes de obtener una maestría en ingeniería en la universidad de Columbia. Locuaz y de habla rápida, dirigió algunas de las mayores operaciones de Xerox en Rochester, Nueva York, a principios de la década, y negoció reducciones de costos y acuerdos de tercerización con sindicatos que resultaron en miles de despidos. En los últimos tres años, lideró las operaciones de desarrollo empresarial de Xerox.
Ingreso al área administrativa después de haber sido sacada del departamento de ingeniería para que sirviera de asistente especial del ex presidente ejecutivo de Xerox Paul Allaire. Es reconocida por ejercer presión dentro de la empresa para que avance más rápido y por lograr que los famosos laboratorios de la compañía se concentraran más directamente en productos que ayudan a los resultados financieros.
Burns ha dicho que la cultura de Xerox de "diversidad, calidad y orgullo hacia la marca", le dieron la oportunidad de demostrar su capacidad.
"La mayoría de las compañías tiene una mujer que podría convertirse en presidenta ejecutiva", dijo Ilene Lang, presidenta de Catalyst Inc., una organización sin fines de lucro que promueve el avance de mujeres en los negocios. Xerox "tiene varias de ellas". Lang dijo que Xerox ya tenía a mujeres en su junta directiva años antes que la mayoría de las compañías, y que tiene un número inusual de mujeres en altos cargos en operaciones importantes como ventas y fabricación.
The Wall Street Journal