La reconversión de los MBA: la ola sustentable llega a las escuelas de negocios de EE.UU
Frente a la caída en el número de alumnos, las universidades más tradicionales están adaptando su currícula a los nuevos tiempos
En una reciente visita a Nueva York, Marc Benioff, dueño de Salesforce, comparó a Facebook con los cigarrillos y apoyó un aumento de los impuestos corporativos para resolver el problema de los homeless en San Francisco. Como si hablar mal de un gigante tecnológico y proponer una suba de impuestos no fuera lo suficientemente heterodoxo para un empresario multimillonario, Benioff criticó la educación empresaria estadounidense. "Programa a los estudiantes para que pongan las ganancias por encima del bien común". Esto, señaló, no está consonancia con "el nuevo capitalismo".
Muchos decanos concuerdan. "Necesitamos que nuestros estudiantes reflexionen sobre el rol de los negocios en la sociedad, en particular en un momento en que el capitalismo está bajo ataque", asegura William Boulding de la facultad empresaria de la universidad de Duke. Nitin Nohria de la escuela de negocios de Harvard sostiene que los alumnos más jóvenes quieren "que el lugar de trabajo tenga propósito y valores". Jonathan Levin de la escuela de posgrado de negocios de Stanford habla de la responsabilidad de las escuelas de negocios de reconocer las consecuencias sociales de las acciones corporativas. "Las corporaciones, sus líderes y dueños tienen que actuar para recuperar la confianza", sostiene.
Las escuelas de negocios de Estados Unidos aún dominan el ranking de los mejores MBA (master of business administration) del mundo, pero el sector se ha visto sacudido. Según el Graduate Management Admission Council (GMAC, consejo de admisión de posgrado en administración), los programas de MBA en los Estados Unidos tuvieron en promedio un 7% menos de solicitudes de ingreso este año que el pasado.
Casi tres cuartos de los programas de MBA de dos años full time informaron de bajas de costa a costa de EE.UU. No se salvaron ni los más ilustres: HBS de Harvard y el GSB de Stanford vieron caer las solicitudes de ingreso alrededor del 6%. Las escuelas enfrentan una creciente competencia del extranjero y de programas online. También, como implica la crítica de Benioff, hay cuestionamientos a los currículos anquilosados. "Estamos siendo golpeados por derecha, por izquierda y por el centro", confiesa Susan Fournier, decana de la escuela de negocios Questrom de la universidad de Boston.
En el boom de las escuelas de management en la década del '60, las escuelas estadounidenses educaban principalmente a estudiantes norteamericanos. Al globalizarse la economía mundial en las décadas del '80 y '90, lo mismo sucedió con los estudiantes que cursan este tipo de estudios en EE.UU.
Sangeet Chwfla, que lidera GMAC ahora discierne una "tercera ola": escuelas fuera de Estados Unidos que permiten a los estudiantes extranjeros estudiar más cerca de sus hogares (y de sus futuros empleadores). Muchas ofrecen MBA de un año más baratos, lo que es popular en Europa pero poco común al otro lado del Atlántico. Mientras que tres de cada cuatro programas de MBA en EE.UU. sufrieron bajas de solicitantes de ingreso extranjeros en el último ciclo, la cantidad de solicitantes de ingreso a escuelas de negocios asiáticas aumento 9 % entre 2017 y 2018. El reciente aumento del sentimiento antiinmigrantes en Estados Unidos está acelerando la tendencia.
En baja
Los estadounidenses también están menos entusiasmados con los MBA. Más de la mitad de las escuelas estadounidenses informan de menos solicitantes de ingresos locales. El enorme alza de los costos de la educación, que han superado en mucho a la inflación, los afecta tanto como a los extranjeros.
Un MBA de primer nivel hoy cuesta más de US$200.000 (incluyendo los gastos para vivir en la universidad). Aún con ayuda financiera, al momento de graduarse a muchos estudiantes les queda una deuda de US$l00.000.
El costo de oportunidad de renunciar a dos años de salario es mayor cuando la economía está en alza y hay mucha demanda laboral. Geoffrey Garrett, decano de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, cree que hay una fuga hacia la calidad, que está beneficiando a las instituciones de primer nivel como la suya. Si se agrega la compensación no salarial, los ex alumnos a menudo recuperan su inversión en pocos años.
Sin contar las primas de ingreso, el salario promedio para graduados de las cinco escuelas estadounidenses con el más alto potencial de ingresos fue de US$139.000 anuales.
Las consultorías y los bancos de inversión, que han sido históricamente los más interesados en reclutar a egresados de MBA, sostienen que su apetito por los poseedores de títulos de elite no está disminuyendo. Un MBA prestigioso "le pone un piso a la carrera de un profesional", explica Kostya Simonenko, un consultor de 28 años que paga su curso en la Columbia Business School.
Las empresas de Silicon Valley, que solían rechazar a los poseedores de MBA como ignorantes de sueldos excesivos, se han vuelto menos hostiles.
A medida que crecen y se convierten en grandes corporaciones las startups necesitan administradores para conducirlas, no sólo ingenieros de sistemas para producir código. Una encuesta de reclutadores de GMAC descubrió que el 80% de las compañías de tecnología planeaban contratar dueños de título de MBA, a la par de las consultoras (82%) y de las firmas financieras (77%)
Pero ni siquiera las mejores escuelas están protegidas de las fuerzas que golpean a la educación empresaria. La competencia global y las nuevas plataformas permiten una estructura de más bajos costos para ofrecer cursos de alta calidad. Esto obliga "a repensar la propuesta de valor del MBA", dice Fournier.
En la escuela de negocios HBS de la Universidad de Harvard, que tiene el que quizás sea el MBA más reverenciado, Nohria acepta que el mercado de su oferta tradicional se está reduciendo. En lo que es una señal de los tiempos que corren, su escuela ha congelado los aranceles. Ve una dramática expansión de propuestas de educación online, que "separan el conocimiento, el hacer y el ser". Con el tiempo, dice, convergerán con el modelo tradicional. Lejos de colapsar, calcula, la educación empresaria se enriquecerá con ello.