La videopolítica, en la mira de treinta expertos
Las campañas políticas, desde que la televisión tiende a equiparar a los candidatos con las celebridades del espectáculo, despiertan un interés creciente en la ciudadanía.
Una prueba de este fenómeno es la atención prestada por la prensa a las presidenciales que culminaron en octubre del año último.
Exagerando, pero no mucho, los medios dedicaron más espacio a las campañas que a los candidatos que las motivaron.
La Fundación Konrad Adenauer, varios meses después y con algo más de perspectiva, propone un abordaje de las acciones proselitistas de 1999 por medio de entrevistas realizadas a actores y testigos calificados.
El trabajo, que le tomó seis meses a un equipo multidisciplinario que estuvo integrado por Daniela Blanco, Jorge Dell´Oro, Adriana Amado Suárez, Carlos Germano, Jorge Giacobbe y el editor Jorge Scarfi, fue presentado en sociedad hace unos días, con el título "Trastienda de una elección. Campaña presidencial argentina 1999".
El informe consta de un video, con un resumen de las treinta conversaciones, y un libro, editado por Temas, que conforman un conjunto armónico de texto, imagen y sonido.
Comunicación en cambio
Frank Priess, representante para la Argentina de la fundación Adenauer, explicó así la razón de la iniciativa: "La forma de hacer y, ante todo, la de comunicar política están cambiando. Pierden importancia las viejas estructuras partidarias, la acción de los militantes y la relación directa entre políticos y ciudadanos, mientras la así llamada "videopolítica" está en pleno auge. El elector de hoy es cada vez más pragmático y en momentos de tomar la decisión presta más atención a sus necesidades, a sus intereses inmediatos, que a lealtades de mucho tiempo".
Ante esta conversión, la entidad "convocó a expertos en la temática para estudiar estas nuevas tendencias y ofrecer al ciudadano interesado un panorama lo más amplio posible".
Tras una breve introducción, el estudio entra de lleno en los principales aspectos del tema: las encuestas, el protagonismo de los medios masivos, el costo de las campañas, los debates y los asesores.
Como bien apunta Priess, "los puntos de vista ofrecidos no son nada homogéneos. En algunos temas, frente a la cuestión del poder de los medios o la validez de las encuestas, por ejemplo, las opiniones varían".
Encuestas y creatividad
Con respecto a las encuestas, el publicitario Ramiro Agulla, uno de los responsables de la campaña presidencial de Fernando de la Rúa, reavivó la vieja polémica entre investigación y creatividad publicitaria.
"Las he tomado (a las encuestas) como diversión -expresó-. Dentro del equipo, las encuestas no me interesan. Durante la campaña, jamás les dimos bolilla a las cosas que decían sobre los comerciales que nosotros hacíamos." Pero los políticos no opinan lo mismo: "Es una herramienta para saber hacia dónde va la cosa. Me interesan mucho las encuestas que tienen que ver con lo que quiere la gente y qué le preocupa", terció Eduardo Menem.
Rafael Pascual fue más terminante: "No se puede navegar sin brújula. No existen campañas serias que se hagan sin el aporte científico de las encuestas". Julio Lagos alertó sobre lo que llamó "la sacralización de las encuestas", porque "la herramienta política de los votantes son las elecciones, no las encuestas".
Televisión y propaladoras
Sobre la tan mentada videopolítica, el periodista José Claudio Escribano relató una sabrosa anécdota. Sucedió en 1963, con ocasión de la visita a La Nación de los todavía candidatos Arturo Illia y Carlos Perette.
"Uno de los presentes mencionó la importancia de la televisión. El doctor Illia opinó entonces que ´era para los hombres histriónicos´ e inmediatamente le dijo a su secretario que no se olvidara del "tema de las propaladoras".
Por una razón cultural, añadió Escribano, "el candidato no pensaba en el nuevo medio, sino en esos autitos con altoparlantes que recorrían pueblos y ciudades".
Mariano Grondona enfatizó la influencia de la radio. "La televisión recoge en sus noticieros de la tarde todo lo que se elaboró en la radio durante el día", opinó.
Pero los que adhieren a la videopolítica son los políticos y sus asesores: "Lo que existe está en la televisiónÉ Los políticos de la tribuna no están más y la política de tocar a la gente se hace solamente en campañas nacionales", resumió Agulla.
El tema crucial del costo de las campañas suscitó también opiniones distintas, incluso divergentes. Mientras que el investigador y analista Rosendo Fraga opinó que "cada vez se gasta más. La política argentina es muy cara", incluso si se vincula su costo con el de la norteamericana, su colega Heriberto Muraro expresó: "Comparada con los estándares de cualquier otro país de América latina, la política argentina es barata. Cien millones de dólares en Brasil no son nada y en México no sirven ni para ganar una gobernaciónÉ Seguimos siendo modestos".