Finanzas. Las bolsas del mundo, al rojo vivo
Los temores sobre la economía griega se extendieron a España y dispararon la aversión al riesgo de los inversores; la crisis le pone presión al canje de deuda local
El pánico volvió a los mercados de la mano de la delicada situación que atraviesan algunas economías de Europa, que podría tener serias implicancias en varios países del mundo. En un puñado de horas, todo se transformó: aquellas bolsas que venían mostrando una suba importante en lo que va del año pasaron a acumular bajas, mientras que las que ya estaban en baja –fundamentalmente en Europa– profundizaron las pérdidas hasta límites insospechados.
En sólo tres días volvieron además los temores que habían dominado al mercado hace apenas dos años, cuando estalló la crisis de hipotecas de baja calidad en los Estados Unidos, que destrozó la confianza de los inversores. El presidente Barack Obama intentó llevar calma en pleno viernes negro y dijo que la economía de los EE.UU. se estaba recuperando de una manera sólida, con creación de puestos de trabajo e interés de las empresas por contratar más personal. Evidentemente, no fue un comentario más: intentó diferenciarse de lo que ocurría en esos momentos en Grecia y alrededores.
Desde la Reserva Federal también se intentó aplacar el nerviosismo de Wall Street. Charles Plosser, presidente de la Fed de Filadelfia, dijo ante la Cámara de Comercio de Delaware que estaba en marcha una recuperación sostenible de la economía, con un crecimiento cercano a 3,5% este año y el próximo. Sin embargo, luego deslizó: "Una nueva conmoción en el mercado financiero podría retardar la recuperación de EE.UU. y estamos siguiendo los acontecimientos en Europa muy de cerca".
El estratego del Citi en España, José Luis Martínez Compusano, trazó un panorama de lo que estaba ocurriendo en Europa. Escribió en su trabajo semanal: "La primera respuesta a los problemas de Grecia fue de apatía La segunda, de interés forzado. Sólo cuando se comienzan a calibrar las consecuencias en términos de desconfianza sobre la Unión Monetaria Europea y sobre la situación fiscal de otros países, un verdadero efecto dominó, se produce la esperada respuesta de ayuda. Estamos hablando de tres meses de negociación que muestran las fisuras de fondo de la Unión Monetaria Europea. Hablamos de un problema europeo. Pero hoy ha pasado a ser un problema mundial".
La aprobación del Parlamento de Grecia del fuerte ajuste impulsado por la Unión Europea y por el FMI –que incluye la suba del IVA a 23%, el alza en la edad jubilatoria de las mujeres a 65 años, incrementos impositivos y reducción de haberes a empleados públicos y jubilados– no hizo más que actuar como disparador de un mayor clima bélico y de conflicto social en ese país. En la semana que pasó, las principales bolsas europeas de desplomaron: el Ibex de Madrid perdió 16,94% en dólares, mientras que el FTSE de Londres cayó 12,43%, y el CAC 40 de París, 14,37%.
Aunque, luego del cierre del viernes, el euro avanzó contra el dólar por versiones de que el Banco Central Europeo (BCE) podría acudir en ayuda de bancos amenazados por la crisis. Así respondía a un informe de Moody’s que alertaba sobre que la crisis por la deuda en Grecia podría diseminarse y afectar a los sistemas bancarios de otros países, como España, Irlanda, Italia, Portugal y el Reino Unido.
En este contexto, la Bolsa porteña no tuvo mucho margen de maniobra y le quedó un solo camino: la baja. En la semana, el índice Merval se desplomó 9,85% al finalizar el viernes en los 2160,20 puntos, en plena etapa de presentación de balances, algunos de los cuales decepcionaron, como el de Tenaris.
La estampida de los inversores de los mercados bursátiles dejó sus huellas: el dólar volvió a ser refugio a nivel global, pero ese movimiento terminó de complicar el panorama de las commodities, como el petróleo y los granos, aunque en este caso las bajas fueron mínimas.
La gran incógnita es cómo va a afectar la situación al canje que la Argentina puso en marcha para salir del default. Amado Boudou confirmó que no se suspende, aunque algunos rumores apuntan a que posiblemente se tome la decisión de demorar (en el prospecto está claro que se puede hacer) el cierre de la oferta inicial, que está previsto para el 12 de mayo. Sin embargo, la oferta perdió bastante valor en la semana: el viernes anterior los precios eran de US$ 52 para mayoristas y poco más de US$ 56 para minoristas; tras la corrección descendió a US$ 46 y US$ 51,7, respectivamente.
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