Economía social. Las microfinanzas, tras el objetivo de una mejor gestión
Una asociación civil enfocada en la integración de bancos comunales desarrolla un software libre específico para el sector
Un grupo de personas que se ayuda mutuamente, empujando pequeños negocios que cada uno desarrolla para llevar ingresos a sus familias y mejorar la calidad de vida. Eso es un banco comunal. Una modalidad de las microfinanzas o de las "finanzas solidarias", como prefiere llamarlas Nicolás Meyer, director de Nuestras Huellas, una asociación civil que, en la búsqueda de abrir caminos para luchar contra la pobreza, decidió focalizarse en esa forma de trabajo.
A las características del tradicional microcrédito, los bancos comunales suman dos particularidades: el ahorro y la autogestión de los grupos de beneficiarios, con la herramienta de la capacitación como medio. Nuestras Huellas está presente en varios barrios del conurbano bonaerense, donde se integran grupos de 9 personas que reciben créditos de manera escalonada (se van repitiendo y cada vez con cifras más altas) y con garantía solidaria: todos se hacen responsables por sus cuotas y por las de los compañeros. Y se integran cuentas internas, en las que participan ahorros de los propios integrantes.
Hace un tiempo, desde la asociación se vio la necesidad de dar un paso más para mejorar la gestión de este segmento del mundo de las finanzas. Por eso se decidió avanzar en el desarrollo de un software libre que permita sistematizar los datos de las operaciones, relevar, guardar y difundir la información, aportando mayor transparencia y visibilidad a la ruta del dinero que aportan entidades fondeadoras o donantes. "El objetivo es que cualquier persona tenga acceso a datos a través de la Web ( www.nuestrashuellas.org.ar )", dijo Meyer.
El camino empezó a transitarse de la mano del BNP Paribas y Globant, que hicieron su aporte a través de sus programas corporativos de voluntariado. El proyecto fue recientemente premiado en el concurso "Impulsando ideas innovadoras" de la Fundación Avina, el Citi y la Fundación LA NACION, que se propone promover iniciativas para el fortalecimiento del sector.
Con la ayuda de esa consultoría, ya se definieron cuáles son los requerimientos para una herramienta tecnológica que resulte útil para la actividad.
"La idea de que sea un software libre tiene que ver con que pueda ser compartido luego con otros", explicó Meyer al hablar de las ventajas que ofrece ese tipo de software, que no genera costos de licenciamiento y garantiza la independencia respecto de una empresa proveedora, gracias a la disponibilidad del código fuente para hacer adaptaciones cada vez que se consideren necesarias.
Más allá de hacer visibles los datos, la propuesta apunta a que el conocimiento y el análisis de indicadores económicos, financieros y sociales sean una base para la innovación de esta actividad, que en diferentes rincones de la Argentina hacen cientos de organizaciones no gubernamentales.
Meyer detalló que está previsto hacer de aquí a 2014, unas doce transferencias metodológicas a organizaciones de las finanzas solidarias: seis se harán dentro de la Argentina y seis, en otros países de la región. Entre las instituciones dedicadas a esta forma de la economía social, encontrar la vuelta para aprovechar recursos tecnológicos en pro de una mejor gestión, planificación y transparencia, es un tema considerado pendiente.
Nuestras Huellas tiene hoy una cartera de préstamos que alcanza los $ 1,4 millones en el caso de los otorgados por la propia institución, que fondea a los bancos comunales, que a su vez tienen unos $ 800.000 prestados con un monto promedio de $ 700. Tienen por destinos el apuntalamiento a actividades que generan ingresos y también mejoras de la vivienda.
Los grupos, de los que participan mayoritariamente mujeres, prevén la formación de una cuenta interna, con un aporte –cuota de ahorro– de $ 5 por mes. Con una organización interna basada en una asamblea de socios, cada banco comunal define sus propias autoridades con cargos rotativos. Para que, al igual que los fondos, las responsabilidades estén bien repartidas entre todos.
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