Las provincias, contra la reforma impositiva
Fernández: convocó a los titulares de Economía del interior, pero cosechó más críticas que apoyos para el proyecto que quiere enviar mañana al Congreso.
El ministro de Economía, Roque Fernández, se topó ayer cara a cara con la resistencia de las provincias a aprobar la reforma tributaria que propone.
Fernández procura que la Nación resigne $ 3100 millones de recaudación al reducir los aportes patronales. En esa medida no hay pérdida para las provincias, que no cobran los aportes.
Pero los problemas aparecen con las compensaciones.
Fernández quiere que la ampliación del IVA y ganancias llenen gran parte del bache.
Pero como esos tributos los comparte con los Estados provinciales, quiere que haya una "garantía de precoparticipación" en favor del Tesoro que le garantice que -al contrario que en 1994- la rebaja de aportes no cree un fenomenal agujero fiscal.
Pero las provincias no confían en la promesa de Fernández acerca de que con estos cambios no verán disminuidos sus ingresos, y ayer se lo transmitieron en el encuentro que mantuvieron en el microcine del Palacio de Hacienda.
Dieciocho de los 24 responsables de las finanzas de otras tantas provincias acudieron a la cita.
Las que no estuvieron representadas en el encuentro fueron Río Negro, Santiago del Estero, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
"No se puede discutir sólo la reforma tributaria sin el monotributo, el Pacto Fiscal y la Coparticipación Federal", advirtió el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Jorge Sarghini.
El secretario de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires, Adalberto Rodríguez Giavarini, señaló que lo realmente novedoso es la iniciativa oficial "de precoparticipación que garantiza a la Nación un régimen transitorio donde recibe un mínimo de $ 3100 millones".
"Esto es invertir la situación anterior que había en los pactos fiscales donde se garantizaba el mínimo a las provincias. Ahora, lo que se estaría garantizando es el mínimo para la Nación, lo cual pone el riesgo del lado de las provincias", agregó.
Rodríguez Giavarini opinó que "este remiendo es peligroso" y que los gobiernos provinciales "deben ser muy cuidadosos" en el momento de aceptar esta propuesta.
En la actualidad son las provincias las que tienen un mínimo de coparticipación garantizado por los pactos fiscales de 1992 y 1993. Sarghini, que se convirtió en el principal vocero del encuentro, consideró que "es imposible hablar de reforma tributaria sin discutir el Pacto Fiscal y una nueva coparticipación federal".
El funcionario bonaerense estimó que si el ministro cumple con su palabra de analizar la posición de sus pares y seguir discutiendo, no podrá cumplir con la intención de enviar el proyecto mañana al Parlamento.
"Pero tal vez lo mande igual para que el ámbito de debate se traslade al Congreso", especuló el funcionario.
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