"Les ganamos la pulseada a los bonistas más hostiles"
Así lo dijo Boudou al asegurar que buscarán sellar los embargos en EE.UU.; la adhesión fue del 66%
"Le ganamos la pulseada a [Nicola] Stock, les ganamos a los bonistas más hostiles", dijo anoche, cansado pero entonado por el resultado del canje, el ministro de Economía, Amado Boudou. Instalado en su despacho junto con el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, el funcionario afirmó que el resultado de la operación para tratar de salir del default "aísla a los fondos buitre" del resto de los acreedores.
Entusiasmado porque el resultado de la operación se ubicó por encima del 60%, -aunque por debajo del 75% esperado en un principio por el mercado-, el ministro considera que el Gobierno está en condiciones de pedir en los tribunales de Estados Unidos el fin de los embargos.
Finalmente, el canje sumó US$ 12.067 millones sobre US$ 18.300 millones elegibles; está en duda qué pasará con US$ 600 millones que ingresaron en el canje de 2005 y repitieron la acción ahora, a la espera de que la emisión del Global 2017 que no se dio. Esta emisión, confían en Economía, podría darse si el clima internacional se tranquiliza en los próximos dos meses y el riesgo país se acerca a los 600 puntos.
Entre los dos canjes (2005 y 2010) se llegó a una adhesión del 92,4% del total de la deuda en default; Economía considera que hay US$ 4500 millones en manos de fondos buitre y US$ 1600 millones que habría que dar por perdidos. La emisión de bonos Par por US$ 2000 millones se completó, por lo que se les pagarían en efectivo los intereses a los inversores minoristas.
El canje sumará al programa financiero una carga de intereses de US$ 365 millones en 2011 y US$ 371 millones en 2012. La presidenta Cristina Kirchner destacó luego en un acto en la Casa Rosada que el nivel de quita fue del 75,6% -en términos de valor nominal- y dijo que ayer debería ser declarado "día del desendeudamiento".
Sin embargo, la deuda pública en realidad crecerá, porque estos bonos en default habían sido excluidos en la contabilidad del Ministerio de Economía desde el canje de 2005.
Mientras los fondos buitre Dart y Elliott prometen redoblar sus esfuerzos para cobrar y creen que en agosto pueden ganar el caso contra el Banco Central, el equipo económico afirma que el resto de los bonistas rebeldes "perdió representatividad". De ahí la frase temeraria del ministro contra el polémico representante de los bancos italianos, Nicola Stock.
"Les ganamos la batalla a él y a los más hostiles", afirmó a LA NACION, con mucha confianza. Su base es que habrían ingresado unos US$ 3000 millones de inversores minoristas sobre los US$ 4000 millones que Stock aseguraba representar y que quieren demandar al Gobierno en los tribunales del Banco Mundial (Ciadi).
De hecho, en la conferencia de prensa que brindó ayer por la mañana para informar el resultado y ratificar que no habría prórroga ("no tiene sentido porque quedan pocos minoristas que pueden entrar", dijo), precisó que en Italia la aceptación fue del 75 por ciento.
Si esa cifra se confirma, compensaría la performance lograda entre los grandes fondos de inversión, donde la aceptación fue de US$ 8550 millones, por debajo de los 10.000 millones prometidos en un principio por el consorcio de bancos Barclays, Citi y Deutsche. Para más adelante quedarán los reproches para dos de estos tres bancos, que, al parecer, no se esmeraron mucho en sumar voluntades.
La batalla ahora, más allá de que Boudou haya dicho que seguirá con el Club de París, estará focalizada en los tribunales de Nueva York, donde se afirmará que los fondos buitre, si quieren cobrar, deberán hacerlo con la misma quita que el resto de los bonistas que entraron en el canje.
Con los escritos que ratifican la renuncia de los bonistas que estaban en juicio, los funcionarios se presentarán para lograr este difícil objetivo, que no tiene antecedentes en la jurisprudencia norteamericana de deuda pública.
"¿A quién van a decir que representan los bonistas de ATFA [Robert Shapiro, ligado a los demócratas], a los plomeros o a los docentes? Esa gente entró", dijo un funcionario cercano a Boudou.
Más allá de Italia, en Japón al parecer la adhesión fue casi total, mientras que en Alemania y en Suiza fue menor que en el canje de 2005. Este último caso tiene una explicación concreta: los bonistas debían declarar su inversión con nombre y apellido para ingresar.
CLAVES
- Aceptación : la adhesión del segundo canje fue del 66%, equivalente a US$ 12.067 millones. Entre el canje de 2005 y éste, sumó 92,4% de la deuda en default con los bonistas desde 2001.
- Próximo paso : el Ministerio de Economía buscará cerrar la posibilidad de que haya nuevos embargos contra activos argentinos en el exterior. Los acreedores más hostiles son los fondos buitre, con deuda por unos US$ 4500 millones.
- Sin emisión : al lanzar la operación, el ministro había prometido que en forma paralela se haría una emisión de US$ 1000 millones de un bono Global 2017, que quedó postergada por la alta tasa de interés que debería pagar el país.
- Expectativas : anunciado hace poco menos de un año, el canje logró una adhesión superior al 60% anunciado por Boudou, pero bastante por debajo del 75% previsto en un principio por los bancos asesores del Gobierno, Barclays, Citi y Deutsche.
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