Los bancos le dieron aire al nuevo Merval

Sorpresivamente, el mercado bursátil comenzó el año con un brillo que no tuvo en 2011, cuando se desplomó cerca de 30% en medio del temor sobre la situación económica y el futuro de varios países de Europa.

En tan sólo cuatro días de operaciones, la Bolsa porteña casi recuperó la mitad de la pérdida anotada el año anterior. El impulso de los papeles del sector bancario, sumado a buenos datos macro provenientes de los Estados Unidos y recomendaciones del exterior terminaron de delinear un escenario casi ideal.

La habitual caída de volumen en esta etapa del año -en plenas vacaciones- esta vez desapareció: el inicio del año fue a toda orquesta y con un creciente volumen de negocios, que dejó en evidencia que algunos inversores del exterior apostaron algunas fichas -después de mucho tiempo- a las acciones argentinas, que estaban por el piso.

La gran incógnita que quedó planteada es si podrá sostenerse la suba. Para muchos analistas, algunas acciones quedaron muy cerca de comenzar a testear resistencias, mientras que hay otras que todavía tienen un fuerte potencial de suba. Sin embargo, siguen insistiendo que todo dependerá de lo que continúe sucediendo en el exterior.

En la primera semana de 2012, sin embargo, el mercado local dio algunas muestras de independencia: mientras que Wall Street acusaba por momentos los golpes que lanzaba cada tanto Europa a través de datos poco alentadores, la Bolsa porteña continuaba con su tendencia alcista. Está claro: en gran medida, se debió a los bajos precios que dejó 2011.

La difícil situación que atraviesa el sector agropecuario local -con una sequía que amenaza con transformarse en histórica y que golpearía la recaudación impositiva de la Argentina- todavía no tuvo impacto en el mercado. Tampoco generó ningún movimiento la operación realizada a la presidente Cristina Fernández de Kirchner.

Hubo un hecho que terminó por delinear un panorama sorprendente: Mark Mobius, el financista y gurú que maneja a través del fondo Templeton más de US$ 45.000 millones, reconoció que estaba adquiriendo acciones argentinas "porque alcanzaron su nivel más bajo en tres años y a pesar de que la cuestión política no está muy bien. Las compañías están muy baratas, por eso estamos siguiendo de cerca y continuaremos operando con selectividad en ese mercado", dijo en una entrevista con Bloomberg. Señaló a las acciones del sector bancario y petrolero como las más interesantes.

Los buenos datos conocidos en los Estados Unidos también sirvieron para alimentar el optimismo y dejar en un segundo plano las noticias complicadas de Europa, donde ahora es Hungría el país que está en boca de todos, luego de que las calificadoras colocaran en nivel de basura su deuda.

El reporte de empleo privado de Estados Unidos fue muy positivo: las empresas generaron 325.000 empleos y superaron las expectativas de los analistas, que apuntaban a una apertura de 178.000. Por su parte, el dato oficial del sector laboral mostró que la tasa de desocupación cayó a 8,5%, su menor nivel desde febrero de 2009.

El índice Merval finalizó el viernes en 2769,75 puntos, con un alza semanal de 12,47%. Así, el principal indicador bursátil -que estrenó composición por tres meses- alcanzó su mayor nivel en casi dos meses. De esta manera, quedó bien posicionado para enfrentar la cargada agenda que viene, sobre todo, del exterior.

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