Estrategias bancarias. Los fideicomisos se muestran como una buena alternativa a la crisis
Los bancos buscan nuevas herramientas para seducir a los inversores; el jueves próximo se realizará un seminario sobre este instrumento
En medio de la crisis que azota a los mercados mundiales, los bancos argentinos están descubriendo que el fideicomiso puede convertirse en una alternativa interesante a la hora de seducir a los inversores, proclives por estos días a huir en tropel de las economías emergentes.
Creado como instrumento en la Argentina en 1995 a partir de la promulgación de la ley de financiamiento de la vivienda y la construcción (24.411), el fideicomiso -o trust, como se lo conoce en los Estados Unidos y Gran Bretaña- está tomando un fuerte impulso en los últimos tiempos, y ya son muchas las entidades financieras que lo incluyeron o analizan incluirlo en el menú de ofertas destinado a grandes clientes e inversores institucionales, como las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).
Mediante esta modalidad una entidad puede, por ejemplo, conformar su cartera de créditos hipotecarios securitizada en torno de un fideicomiso y, con ese respaldo, emitir un título a determinado plazo que podría ser muy valorado en el mercado.
La ganancia del banco emisor surge de la diferencia entre el interés que le cobra a los clientes que tomaron el crédito (alrededor del 17,5 por ciento anual para los que aún prestan en pesos en la actualidad) y la tasa que pagará el bono emitido (puede ser de hasta un 12 por ciento en este caso).
No sólo es atractivo para el inversor, que logra un rendimiento más que interesante para una colocación casi tan segura como un plazo fijo, sino que además le reasegura a la entidad originante de los créditos su captación de fondos para continuar con la operatoria.
Con la actual escasez de fondos frescos, el fideicomiso puede servile a un banco para hacerse de efectivo con relativa facilidad, lo que permitiría sostener el actual "boom" inmobiliario pese a las tormentas que atraviesan los mercados financieros.
Para el inversor, en tanto, el fideicomiso otorga seguridad, ya que está respaldado por los créditos que, según estadísticas oficiales, registran la menor morosidad del mercado: los préstamos hipotecarios. Y cabe no perder de vista que los fideicomisos no se pueden ejecutar judicialmente, excepto por sus propias falencias, por lo que ese dinero es intocable.
"El patrimonio destinado al fondo fiduciario es inembargable por deudas del administrador del proyecto o del fiduciante lo que, por ejemplo, representa una ventaja respecto de la emisión de obligaciones negociables ya que en ella es el emisor el que asume el riesgo de la empresa emisora", señala Mario Kutnowiski, directivo de la consultora internacional de negocios y auditoría contable KPMG. Dicho de otra forma: con el fideicomiso desaparece el riesgo de quiebra.
Dinero seguro
"El dinero más seguro es el que se presta para financiar la adquisición de viviendas, porque lo último que una persona dejade pagar es la propiedad en la que vive junto con su familia. Por eso casi no hay incumplimientos en este segmento", explicó por su parte Jorge Asiain, especialista de la misma firma. De hecho, las hipotecas ligadas con la construcción o compra de inmuebles son los créditos que registran la menor morosidad del mercado (1,3% promedio contra el 9,6% general de stock de préstamos).
Asiain señaló que, en la actualidad, los diferentes fideicomisos que funcionan en el país suman en conjunto unos 1000 millones de dólares, y añadió que "si se tiene en cuenta que el mercado de las hipotecas moviliza unos 15.000 millones, se nota que todavía es muchísimo lo que se puede crecer en este negocio".
Pero eso no es todo: los especialistas consultados coinciden en que la expectativa de crecimiento del mercado hipotecario es muy alta, por lo que esto redunda también en un aumento en la cantidad y el volumen de los fideicomisos. Pero el desarrollo de este negocio está íntimamente relacionado con la securitización de las carteras crediticias, que permite estandarizarlas para luego originar distintos títulos por ser colocados en los mercados, un sistema que en Estados Unidos funciona a la perfección y origina el 90% de las ventas a plazos de hasta 30 años con una tasa que rara vez supera el 6% anual.
En Estados Unidos se destaca el papel que juega la Federal Mortgage Corporation (FNMA), creada en 1938 para sostener el mercado de créditos hipotecarios para la vivienda y que sólo se dedica a comprar esas carteras originadas en bancos o agentes inmobiliarios (contructoras) para estandarizarlos y producir títulos que son muy valorados en el mercado.
En la Argentina, muchas entidades financieras han creado reglas dentro de su estructura operativa, destinadas a ofrecer este servicio a los clientes.
Según Pablo Aimó, director de Negocios Fiduciarios del ABN AMRO, tanto el fideicomiso de hipotecas como el de cheques con pago diferido (un instrumento creado recientemente) tienen "un gran futuro en el país". Asiain también evalúa que las perspectivas de este instrumento "son excelentes. Todos los bancos apuntan al segmento de créditos hipotecarios, y no hay que olvidar que la construcción creció un 25 por ciento en el último año".
Seminario
Los alcances de este novedoso instrumento de inversión seránanalizados durante un seminario que se realizará el jueves próximo en el Alvear Palace Hotel, de Buenos Aires, en el cual expondrán especialistas de entidades como el Deutsche Bank y el ABN AMRO, y de consultoría como KPMG y M&M Bomchil.
En este seminario se analizaráun tema clave para la actualidad argentina: la importancia que tienen los fideicomisos financieros como reactivadores de la economía, a partir de la solidez y el respaldo que le otorgan al inversor.
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