La deuda en default. Los fondos buitre calificaron de "tramposa" una propuesta alternativa
El administrador del fondo Elliot, Paul Singer, rechazó una vez más el ofrecimiento de una solución negociada, alentada por el Gobierno, para evitar el camino judicial
WASHINGTON.– Los llamados fondos buitre que vienen ganando fallos favorables en su demanda contra la Argentina rechazaron de plano, una vez más, la oferta que, en sigilo, alienta el gobierno de Cristina Kirchner en el sentido de ofrecer una solución negociada que evite el camino judicial.
Por el contrario, esa posibilidad fue calificada como "bizarra" y "tramposa" por el millonario Paul Singer, administrador del fondo Elliot, uno de los que más se han movido en los tribunales contra la Argentina.
Singer formuló ese rechazo en una nota que envió a inversores y de la que se hizo eco la agencia Bloomberg. La información no fue confirmada por voceros formales de ninguna de las partes comprometidas, pero fuentes allegadas a la negociación la ratificaron oficiosamente.
Este nuevo rechazo va en línea con el deslizado semanas atrás por LA NACION en el que voceros de la American Task Force Argentina (ATFA), un grupo de lobby que presiona a favor de los holdouts, mantenía la misma posición.
En todos los casos, la negativa no implica un rechazo a la negociación, pero sí a que sean los "buitres amigos" del Gobierno los que la promuevan. "Quien tiene que negociar es el gobierno argentino y no otros inversores", dijeron en ARFA a LA NACION.
Las posibilidades de la "solución Gramercy", como también se la conoce, habían sido desechadas por otros analistas que siguen de cerca la puja judicial.
"Eso no tiene futuro", había señalado el abogado Eugenio Bruno, del estudio Garrido y Asociados. "No parece que sea una iniciativa encaminada al éxito", coincidió días atrás y en línea coincidente Diego Ferro, de Greylock Capital Management.
Por "buitres buenos" o "Gramercy Solution" se define a los bonistas que aceptaron canjear sus papeles en 2005 o 2010 y que, liderados por los fondos Gramercy y Fintech, están dispuestos a ceder parte de sus ganancias para entregárselas a los holdouts que litigan y así mejorar la posibilidad de una negociación que los aleje de la vía judicial, en la que vienen ganando.
La maniobra, secretamente alentada desde el Gobierno, tropieza en primera instancia con que la masa crítica es insuficiente y no llega aún al 75% de los portadores de cada título en danza o, en su defecto, al 85% del total de la deuda. Eso es lo que se requiere para habilitar la Cláusula de Acción Colectiva, que permitiría la modificación de las condiciones de pago.
Detrás de la Gramercy Solution se esconde el temor de tenedores de bonos canjeados a quedarse sin cobrar nada si la Argentina pierde en su batalla legal con los holdouts.
La posición de Singer parece una respuesta por elevación a recientes afirmaciones de los "buitres amigos" por haber logrado ya el 30% de adhesiones de inversores privados. Hace falta no menos del 75%para que una eventual oferta pueda ser viable.
"Para nosotros, haber logrado ese 30% sin que haya, todavía, un agente financiero significa que hay buena base para avanzar", dijo el abogado Marty Flics, del estudio Linklaters, que los asesora. El letrado reveló también que hay tratativas con el banco Deutsche para que sea el agente financiero.
Pero Elliot insiste en que no quiere saber nada de una negociación que no sea con el Gobierno.
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