Los reconvertidos
Anda dando vueltas un meme, entre el océano de bromas y chistes que nos sacan más de una sonrisa, referido a quién fue el que logró la tan pregonada transformación digital. Y sí, ya sabés la respuesta. No fue el jefe de tecnología ni la jefa de innovación, no fue el equipo de sistemas, ni los especialistas en metodologías ágiles. Fue la más dura urgencia y necesidad de supervivencia la que nos obligó o buscar opciones para seguir trabajando. Como le leí al periodista Jorge Carrión en el New York Times, la paradoja es evidente: "es la biología, y no la tecnología, la que está acelerando la digitalización del mundo".
Y aquí estomas todos: oficinistas, quiosqueros, trabajadores independientes, vendedores de productos, de experiencias o servicios, adquiriendo un nuevo lenguaje que está atravesado por la tecnología. Dinero electrónico, redes sociales, herramientas de video, todos universos que se han impuesto como modo de seguir adelante. Y no importa el tamaño de la empresa, ni del emprendimiento, ni la naturaleza del oficio o profesión. Por ejemplo, el almacén de mi barrio "La proveeduría", fue tomando decisiones graduales. Al principio, hicimos la fila afuera con un metro y medio entre los clientes y nos pidieron las direcciones para ayudarnos con delivery, luego agregaron un plástico que separaba a los que trabajan de quienes íbamos a comprar mientras armaban una lista de contactos de teléfono. Luego, cerraron al público y toman los pedidos por WhatsApp (armaron una comunicación divertida, con emojies y muy eficiente) que se retiran listas en menos de un minuto.
A muchos les parecerá muy simple, pero la mayoría de los negocios en los que comprábamos las cosas de todos los días no tenían estas opciones básicas hasta hace dos semanas. Espero que cuando pase el aislamiento, tanto nosotros como clientes, como cada verdulería, fábrica de pastas o pinturería, etc., hayamos descubierto nuevos canales con beneficios que no estaremos dispuestos a perder.
Hoy otros negocios que directamente cambiaron su oferta para acompañar a las nuevas necesidades. Los chicos de Van al aeropuerto, servicio de camionetas, están transportando mercadería y al servicio de los que tienen que ir a trabajar mientras esperan que vuelva su trabajo habitual. La emprendedora española Claudia de la Riva, CEO del servicio de niñeras a domicilio de Nannyfy, en pocos días lanzó servicios de clases digitales para acompañamiento escolar y lúdico y logró una facturación record en sólo un mes.
Seguir en contacto y atentos a las nuevas necesidades que surjan con nuestros clientes, proveedores y ecosistema en general, está construyendo nuestra relación presente y futuro. Hasta vi un boliche de Madrid que armó una fiesta electrónica cada uno en su casa con el lema "hasta que podamos a volver a bailar todos juntos".
Hay quienes tuvieron que cerrar totalmente sus negocios y no pueden trabajar. Peluqueros, bares, mueblerías, entre tantos otros rubros que están armando estrategias para pasar este tiempo. Las redes sociales se han transformado en la vereda desde la que podemos asomarnos a cientos, miles de negocios.
En Twitter se puede seguir a @salvemospymes donde la propuesta para los usuarios es que compren un voucher de un servicio o producto hoy para consumirlo o adquirirlo más adelante.
Otra propuesta es la de Comprafutura.com, una plataforma gratuita de compra de vouchers digitales para acompañar a los comercios. Muchos emprendimientos y negocios están apostando a su comunidad de clientes y potenciales clientes para que los ayuden hoy. Lo hacen con promociones y propuestas a saldarse el ansiado día en el que retomemos el contacto presencial. Por ejemplo, el bar El Desarmadero, de Palermo o Anton Beer, en Córdoba te proponen que pagues una pinta de cerveza y que al momento de volver al bar te regalan la segunda. El gimnasio Power Gym, de Esteban Echeverría, inscribe con descuentos del 50%, el emprendimiento de Bolsas para negocios Dan Pak, hoy totalmente frenado, ofrece el 20% de descuento en compras de 1000 bolsas, entre miles más.
Luego de ver estas ideas, le escribí a mi bar favorito del barrio para decirles que, como clientes, queremos estar también hoy con ellos como ellos están siempre para nosotros. A través de la tecnología, tenemos la posibilidad hoy de estar para aquellos que son parte de nuestras compras y elecciones cotidianas. En esto andamos los reconvertidos, incómodos y expectantes, saliendo adelante como mejor podemos.
Sonido recomendado para leer esta columna: Jorge Drexler (recuperado de covid-19), "Todo se transforma"