Lula: "El mercado no es Dios y el Estado no es el diablo"
"A quienes nos decían cómo salir de la crisis, qué vengan a ver cómo hicimos nosotros", lanzó el presidente de Brasil
RIO DE JANEIRO.- "Lo decimos humildemente. Brasil sabe cuidarse solo, camina sobre sus propias piernas, sabe qué hacer. A quienes en las décadas del 80 nos daban discursos sobre cómo salir de las crisis, les decimos que vengan a ver cómo hicimos nosotros. Con control de la infación y distribución de ingresos más justa. No seguimos la receta que decía que primero había que hacer crecer la torta para después repartir. Dijimos basta, seguimos nuestro propio camino. Porque siempre aparecían los que querían comerse todo antes. El mercado no es Dios y el Estado no es el diablo", dijo el presidente de Brasil, Luiz Ignacio Lula da Silva, durante la apertura del Challenge Bibendum de Michelin, un encuentro que promueve la movilidad sustentable.
De la reunión participan funcionarios públicos, empresas, científicos y organizaciones no gubermentales de diversos países.
Frente a una audiencia de más de 3000 personas, entre los que había directivos de empresas, funcionarios, científicos y periodistas de todo el mundo, el presidente de Brasil prounció un encendido discurso, donde habló de diversos temas.
Agradeció a Michelin haber elegido a Río de Janiero sede de esta reunión que en años anteriores se desarrolló en París, Shangai, Kyoto, Sonoma (California) y Heidelberg (Alemania). "Río de Janeiro también es una muestra de la acción positiva del Estado; tenemos por delante el Mundial y los Juegos Olímpicos; aquí las calles son seguras porque estamos atendiendo a los que más necesitan, brindándoles salud, educación, una mejor posibilidad de vida", dijo.
Una y otra vez Lula se refirió a la crisis global y al modo en que Brasil ha buscado sus propias soluciones.
"Cuando en 2008 se disparó el precio del petróleo y de la soja, nadie entendía bien por qué. Había un gran demanda de alimentos. Entonces nosotros decidimos lanzar un programa para promover la producción de alimentos, e incluía una financiación especial para que pequeños y medianos productores agropecuarios para la compra de tractores y maquinaría agrícola, con tres años de gracia para el pago. Se vendieron 26.000 tractores y resultó tan bien que estamos por lanzar la segunda parte de ese plan", explicó.
Además de elogiar el esfuerzo de los productores de automóviles por desarrollar modelos menos contaminantes, se refirió a los planes desarrollados para incrementar la venta de autos nuevos y usados en Brasil. También dijo que es necesario renovar el parque de caminones y colectivos, algunas de cuyas unidades ya tienen más de 20 años.
"Para la venta de camiones nuevos bajamos la tasa de interés de la financiación del 13,5 % al 4 %, y se estiró el plazo de cuotas a 96. Queremos camiones nuevos en nuestras rutas, porque son más eficientes y menos contaminantes."
"Con estos planes se van a vender más autos, más tractores, más camiones. Y ustedes, señores de Michelín, van a fabricar más neumáticos. Habrá más trabajo y Brasil seguirá creciendo. No le hacemos caso a los que decían que no se podía crecer a más del 2 o 3 por ciento. Nosotros decimos que sí se puede, pero no como una montaña rusa de subir y bajar sino un crecimiento sostenido", explicó Lula.
Finalmente, fiel a su estilo, Lula apuntó a los que llamo "los grandes". "Veo el gran derrame de petróleo y cómo la compañía no sabe qué hacer para frenar ese desastre" dijo refiriéndose a la petrolera British Petroleum (BP) que preparaba un nuevo intento para contener la fuga de crudo en el lecho marino del Golfo de México, luego del fracaso de la operación Top Kill, que no logró controlar el peor desastre ecológico de la historia de Estados Unidos.
"Imagínense qué dirían los grandes si eso le hubiese pasado a Petrobras. Cuánto se habría escrito de que nosotros no sabemos hacer las cosas".
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