Diálogo con el ex ministro de Economía. Machinea advierte sobre el peligro de una estanflación
Dice que es "posible, pero evitable"
Con el mundo creciendo menos y la inflación subiendo más, la Argentina debe tener una política fiscal más prudente y no promover restricciones a las exportaciones que aumenten más el precio de los alimentos, según el saliente secretario general de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), José Luis Machinea.
Tras ser condecorado por el gobierno de Chile luego de cinco años de mandato en la Cepal, y antes de hacerse cargo de la cátedra Raúl Prebisch en la Universidad de Alcalá, España, Machinea dijo que el escenario de estancamiento e inflación para la Argentina era "posible, pero evitable", si se adoptaban medidas correctivas.
En diálogo telefónico con LA NACION desde Santiago, Chile, el ex ministro de Economía -que será reemplazado al frente del organismo por la mexicana Alicia Bárcena- advirtió que los países de la región no habían aprovechado en forma completa el ciclo favorable generado por la suba internacional del precio de las materias primas, que está cerca de finalizar.
-¿Cómo evolucionó América latina en los últimos cinco años?
-Está mucho mejor; ha tenido un crecimiento superior al 3 por ciento que no se registraba desde fines de la década del 60, y de mayor calidad porque redujo su deuda, subió los superávits gemelos y bajó la pobreza y la indigencia; ésas son las luces. Las sombras tienen que ver con una región que no está aprovechando del todo un contexto tan favorable por el alto precio de las materias primas, ya que no invirtió lo suficiente ni en infraestructura ni en innovación. Salvo Brasil, que invierte 1 por ciento del PBI en investigación, y Chile, el 0,65 por ciento, el resto está por debajo del 0,5 por ciento.
-¿Y desde lo fiscal?
-Se mejoró, pero el gasto público fue procíclico y subió demasiado.
-¿Prevé el fin del ciclo favorable de precios para la región?
-Las condiciones de mediano plazo van a seguir siendo favorables, pero los precios se darán vuelta en los próximos meses por la desaceleración proyectada para Estados Unidos, Japón y Europa, que afectará a China. Además, el aumento de la inflación comienza a ser preocupante, porque supera el 10 por ciento y eso generará más pobreza.
-¿Se termina, entonces, el supuesto desacople regional de la crisis financiera de los Estados Unidos?
-Estados Unidos pesa menos, pero sigue teniendo importancia. Además, la desaceleración es global.
Corto plazo
-¿El cierre de las exportaciones influye en la suba de precios de los alimentos?
-Sí; eso ya se vio en el caso del arroz. Los países que restringen las exportaciones resuelven sus problemas domésticos de corto plazo, pero agravan el problema internacional de los precios y restan incentivos para que se incremente la producción en el mediano plazo.
-¿Otorgar subsidios a los pobres es un camino más razonable?
-Es un buen camino que ya tomaron países como México, Chile y República Dominicana, porque focaliza la ayuda y mantiene los incentivos a la oferta.
-¿Es posible que, en este marco, los países más ricos reduzcan parte de los subsidios que aplican al agro?
-No parece probable; de hecho, lo que está ocurriendo es que suben los subsidios para la producción de biocombustibles, lo que agrava el problema mundial del precio de los alimentos.
-¿Comenzarán a subir las tasas y el dólar en Estados Unidos?
-El ciclo de baja de tasas terminó y casi todos los países comenzarán a subirla. Si esto ocurre antes de que lo haga Estados Unidos, habrá una apreciación generalizada de monedas frente al dólar y eso provocará una mayor desaceleración económica global.
Escenarios
-¿Qué medidas deben tomar los países de la región en este contexto de menor crecimiento?
-En la Argentina o Colombia, donde hay más inflación, habría que ser más cauteloso con la política fiscal, porque puede haber una aceleración de la inflación que se contagie a los salarios y las tarifas. Las medidas contractivas, sobre todo en el plano monetario, no sirven demasiado.
-¿La Argentina puede volver a sufrir una crisis?
-Habíamos estimado un crecimiento anual del 7 por ciento por el efecto arrastre del 2007, pero da la sensación que en el segundo semestre del año se desacelerará la economía. Si el conflicto [con el campo] sigue, tendrá impacto en el inversión y en el consumo y se podría desacelerar mucho, en un contexto de inflación acelerada. La estanflación es posible, pero evitable.
-¿Cómo?
-Hay dos cuestiones centrales por resolver, que exceden a la Argentina: la cohesión social y la adopción de una estrategia de mediano plazo. Si esos consensos no existen y hay mucha pelea en la sociedad, a los países se les dificulta definir su perfil. Y ése puede ser el caso de la Argentina.
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