Marcha atrás en una venta de tierras fiscales en Formosa
FORMOSA.- La Legislatura de Formosa aprobó el proyecto del Poder Ejecutivo provincial por el cual se redujeron a poco más de 9000 las 40.000 hectáreas que hace una década fueron vendidas a la firma Liag Argentina en Pozo del Mortero, en el departamento de Bermejo, en el centro oeste formoseño.
Las 30.000 hectáreas reintegradas al patrimonio fiscal se destinarán a los productores formoseños pequeños y medianos o a quienes vengan de otros lugares a trabajar la tierra.
La decisión de amonestar a la multinacional tiene varias razones: el no haber dado cumplimiento cabal al proyecto original de inversión de 52 millones de dólares, que preveía la puesta en producción de 18.000 hectáreas, y el no haber instalado una desmotadora de algodón, como se había acordado inicialmente.
"No es una noticia para ponerse contentos, ya que hubiésemos preferido que la empresa cumpliera con el proyecto que presentó en 1995 y que se concretaran también todas las ilusiones de todos los que en ese momento creíamos en ese proyecto", opinó Manuel Rodríguez, administrador del Instituto de Tierras , tras conocerse la decisión legislativa.
Costo político
"Entonces, el gobierno fue muy criticado y vapuleado por todos los agoreros de turno. Pero creo que se llegó a un buen arreglo. Esto llevó un año de negociaciones y lo concreto y cierto es que Liag va a permanecer en la provincia. Lo grave hubiera sido que se fuera", dijo el funcionario.
Rodríguez admitió que la posición del gobierno provincial de venderle 40.000 hectáreas a la multinacional le había implicado un costo político muy grande, aunque luego destacó que "llegar a esta realidad y dejarles casi 10.000 hectáreas realmente desarrolladas en el proyecto marca a fuego una característica del gobierno provincial: hacer cumplir la ley".
Rodríguez destacó como hecho positivo que la empresa se quede y presente un nuevo plan de trabajo y de inversiones. "Incluso contemplan la instalación de una desmotadora de algodón, que es parte del proyecto provincial, porque nos dijeron que querían permanecer para participar del modelo formoseño, del proyecto de industrialización de productos del agro", informó.
"Se debe destacar que la empresa siempre trabajó, sigue trabajando y tiene casi 10.000 hectáreas en producción, con equipos de riego de alta tecnología, empleando técnicos y obreros formoseños, y ampliando y haciendo más competitivos sus cultivos", recalcó.
En su análisis de la argumentación esgrimida por la empresa Liag para justificar el no cumplimiento de todo el proyecto inicial, Manuel Rodríguez dijo entender que "una empresa nacional y chica ponga como excusa que no pudo cumplir con un plan de trabajo por la situación económica registrada entre 2000 y 2002", pero aclaró que ese argumento no podía aceptarse de una multinacional, "porque la plata viene de otro lado".
Precios bajos
En cuanto al precio al que se le vendieron las tierras a Liag, que por muchos fue señalado como bajo, Rodríguez explicó que se había cobrado exactamente el valor de la tierra en ese momento. "Se cobró 8,46 pesos la hectárea porque ése era el valor de la tierra fiscal. No se le cobró ni más ni menos que a otros. Estas 10.000 hectáreas les van a costar 50 pesos la hectárea, como paga cualquier criollo formoseño o productor de la zona", consignó.
De acuerdo con los datos del Instituto de Tierras, en la actualidad existen dos precios para las tierras fiscales en Formosa: 80 pesos la hectárea en el Este y 50 pesos en el Oeste. "Esto es así porque consideramos que la provincia no es una gran inmobiliaria y debe tener precios de fomento para que se trabaje la tierra", aclaró el funcionario, aunque admitió conocer que muchas tierras privadas en Laguna Yema se venden a 150 dólares la hectárea, contra los 50 pesos que cobra el gobierno local.
"Se podrá decir que es poco o mucho. La idea es que se trabaje, y además no podemos fijar en 150 dólares la hectárea porque nuestros productores, a los que tenemos que cuidar, no pueden pagar ese valor y no podemos estar fijando dos precios, uno para el que viene y otro para el que vive", finalizó.