Entre la Argentina y Brasil. Más cerca en la negociación por el régimen automotor
Se discutía anoche en Río de Janeiro
La Argentina y Brasil estaban anoche, al cierre de esta edición, más cerca en las negociaciones para lograr un acuerdo en el régimen automotor para el comercio entre ambos países. Así lo explicaron ejecutivos y funcionarios que participaron de las conversaciones, que continuarían en las próximas horas por teléfono.
"Todavía tenemos desafíos, no se puede decir que se cerró un acuerdo, pero en algunos días más se cierra", dijo a la agencia de noticias Reuters Rogelio Golfarb, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), de Brasil.
Ambos países buscan firmar un acuerdo por dos años, pero discuten todavía por la principal de las diferencias: la liberalización total del intercambio. Brasil quiere fijar fecha para concretar esa medida y la Argentina prefiere, en cambio, mantener indefinidos los plazos y continuar analizando la situación de cada sector.
Del lado brasileño se había mencionado la pretensión de empezar la liberalización del mercado desde el 1° de enero de 2008. Esta idea estaba inspirada en un acuerdo cerrado entre privados, el año pasado, firmado por las cámaras industriales de ambos países, la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) y la citada Anfavea.
Un acercamiento
De las reuniones en Río de Janeiro, que encabezaron el secretario de Industria argentino, Miguel Peirano, y el viceministro de Industria brasileño, Ivan Ramalho, surgió, no obstante, un acercamiento en un tema que, hasta ayer, aparecía entre las disidencias: hay ahora más propensión brasileña a aceptar, como pide la Argentina, una reducción en el índice que limita el comercio para compensar el intercambio, llamado flex en la jerga. Ese indicador, hoy en 2,6 dólares en autos y partes por cada dólar exportado, podría orillar en 2 por uno.
El coeficiente significa que por cada 100 dólares exportados por Brasil a la Argentina, el mercado brasileño puede hoy importar 260 dólares sin el pago de aranceles. Según Golfarb, el índice que se está aplicando hoy es de 2,2, y eso indica que existe flexibilidad.
El presidente de Anfavea dice también que la parte argentina muestra sensibilidad al problema que significa para Brasil la diferencia en el tipo de cambio, y que las inversiones vendrán con el crecimiento de los dos mercados, no con restricciones aplicadas a las importaciones.
"Aunque aún no hubo un acuerdo definitivo, la Argentina alcanzó una disminución del flex y se está discutiendo una banda entre el 2,1 y el 1,9 de importaciones por cada dólar que se exporte a Brasil", afirmó a la agencia oficial de noticias Télam un funcionario de la cancillería argentina.
Aranceles, la dura discusión
La tercera de las cuestiones discutidas persistía anoche sin variaciones significativas: la Argentina rechaza reducir el arancel externo común para las autopartes, que Brasil pretende bajar en un 40% para favorecer el desarrollo de las fábricas instaladas en su territorio. El gobierno de Néstor Kirchner admite reducciones de aranceles únicamente para repuestos que no se fabriquen en la región. Busca, así, no perjudicar a las empresas fabricantes de autopartes argentinas.
Las conversaciones continuarán en las próximas horas. Si se llega a un acuerdo, vendría la semana próxima al país, por primera vez, el ministro de Industria brasileño, Luiz Furlan, para firmar el convenio con la ministra de Economía argentina, Felisa Miceli.
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