Melconian y Artana advirtieron sobre la caída de las reservas
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Los economistas Carlos Melconian y Daniel Artana participaron ayer de la 40» Convención del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) y analizaron el contexto futuro de la Argentina, en el cual coincidieron en que el próximo gobierno recibirá una situación complicada, con pocas reservas en el Banco Central, nulo acceso al financiamiento y déficit fiscal.
Melconian no anduvo con vueltas y dijo que el país va hacia "una reestructuración de acá a la China y no será a la uruguaya. Con la uruguaya empezamos a incubar inmediatamente el próximo problema". Además estimó que "si no hay quita en la deuda, es pan para hoy, hambre para mañana".
Luego señaló que el balance del Banco Central "tenía una higiene que imponía el plan picapiedra": lo que enviaba de préstamo del FMI era para pagar deuda. "Si no entran los US$5400 millones de desembolso, faltarán US$2700 millones a fin de año. Habrá que agarrar de algún lado. Se pierde la higiene", dijo, sobre la posibilidad de utilizar reservas de la entidad.
Dijo después que el país se encamina a un acuerdo de facilidades extendidas con el Fondo, que "conlleva la reforma fiscal, laboral y previsional". Sin embargo, criticó que el FMI no haya exigido reformas antes, luego de haber aprobado un préstamo de US$57.000 millones. "Si con plata grande no hubo reformas, ¿cómo es la reforma sin plata? Le dieron 13 veces la cuota de la Argentina. El récord es Grecia, con 15 veces su cuota de préstamo", indicó
Sobre el acuerdo de precios y salarios, señaló que "si hay un programa atrás, no tengo problema. Si es un programa con un acuerdo fofo adentro, entonces sonaste".
Asimismo, dio como un hecho que, en diciembre, el gobierno que esté emitirá moneda para pagar los aguinaldos: "¿Cómo no vamos a pagar los sueldos? Esto significará un aumento del 20% de la base monetaria, pero ¿qué le vas a decir al asalariado: no te pago porque sube la base monetaria?".
Por su parte, Artana, economista de FIEL, dijo que "con pocas reservas netas no hay mucho espacio para errar en la política monetaria en un contexto de aumento en la velocidad del dinero".
"La emisión alta afectará la brecha cambiaria y los precios. La clave es cómo compatibilizar las promesas de campaña con la necesidad de mejorar el balance primario en alrededor de 3,5 a 4% del PBI. El impuesto inflacionario podría aportar la mitad del esfuerzo durante la transición. Poner el peso del ajuste sobre las exportaciones, el ahorro o el trabajo formal hará todavía más difícil la solución del problema", agregó.
Sobre el control de cambios, dijo que "será muy difícil de levantar mientras dure la discusión por la deuda". Y estimó que el año terminará con un déficit de entre $300.000 y $400.000 millones, que se agravó "por las medidas de corte populistas, que fueron bajar el IVA a un grupo de alimentos, modificar Ganancias y congelar algunos precios. "Todo esto tiene un impacto fiscal que no se va a compensar con mayor inflación", agregó.
"¿Cómo se financiará esto?- preguntó-. El Gobierno contaba con US$9000 millones que hoy no están, que es el dinero que falta desembolsar del FMI y la repo que hubo que devolver anticipadamente. O se le dará a la maquinita o se utilizan las reservas netas. Estos son más problemas para el que viene que para el que se va".
Finalmente, proyectó una caída de la economía del 3% del PBI, que tendrá un arrastre de 2% para el próximo, y una inflación anual del 55%.