Menem, con tribuna para el modelo
Moneda: el Presidente aseguró que "no hay ninguna posibilidad" de devaluar el peso, a la vez que reclamó al FMIuna actitud más atenta a las crisis.
MIAMI (EFE).- El presidente de la Argentina, Carlos Menem, dijo aquí que no hay ninguna posibilidad de devaluar el peso argentino, elogió el proceso de privatizaciones en su país y criticó al Fondo Monetario Internacional (FMI).
En una cena ofrecida en su honor, Menem dijo que en su reciente participación en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) había escuchado diversas opiniones sobre la necesidad de devaluar las monedas del Mercado Común del Sur (Mercosur).
"No hay ninguna posibilidad de que se vaya a devaluar nuestra moneda y estamos preparados para afrontar cualquier riesgo financiero", dijo el presidente a empresarios y banqueros norteamericanos que asisten al Foro Latinoamericano patrocinado por la revista Business Week.
Menem hizo una defensa clara de su política de mantener la paridad del peso con la del dólar y recordó las anteriores épocas donde había cambios flotantes que producían constantes crisis financieras.
"En estos momentos tenemos 24.000 millones de dólares en reservas y no hay un solo peso circulando que no esté respaldado en el Banco Central", dijo el presidente en el hotel donde se hospeda, ante una audiencia que interrumpía constantemente sus palabras improvisadas, ya que en ningún momento leyó un texto.
El presidente argentino recalcó que su país goza actualmente de una envidiable situación política y una sólida economía, que había bajado el desempleo en los últimos dos años y que la inflación es prácticamente cero.
Insistió en que se había acabado la época de los Estados "paternalistas y dadivosos", al elogiar las pasadas privatizaciones llevadas a cabo por su gobierno. Puso como ejemplo que cuando era del Estado, la compañía telefónica, "había que esperar unos 15 años para tener un teléfono. Bajo la privatización, uno hace un pedido hoy y al día siguiente le ponen la línea telefónica".
Pero citó como el caso más ejemplar el de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (ahora YPF SA) que, cuando era del Estado, además de no pagar impuestos, "era la única compañía petrolífera del mundo que perdía dinero y que estaba hasta registrada en el libro de los récords de Guinness".
"El único camino"
"Ahora, privatizada, es rentable y encima paga impuestos", dijo Menem. Para el Presidente, "éstas son las ventajas de la privatización y éste, el único camino posible para transformar el Estado".
A una pregunta de qué les diría a los sindicatos que se oponen a las privatizaciones, Menem contestó que si no hay transformación del Estado y si éste no se puede ocupar de sus funciones específicas, "los problemas se irán multiplicando y paralizarán sus actividades". Sin embargo, reconoció que su política de ajuste económico ha tenido sus costes, especialmente en el aumento del desempleo, aunque aclaró que en el último año se habían creado casi un millón de nuevos puestos de trabajo al crecer la economía en un ocho por ciento en 1997.
Menem no se anduvo con rodeos al criticar al FMI al decir que este organismo tendría que adecuarse a los momentos que vive el mundo.
Aconsejó que el FMI tendría que monitorear más las situaciones existentes en países en dificultades para poder prever las crisis financieras.
"El Fondo Monetario Internacional no supo prever la crisis de México y la del sudeste asiático, porque de lo contrario se podrían haber evitado", agregó.
Menem aclaró que hacía esos comentarios pese a que su país "no tiene problemas" con el FMI, y puso de ejemplo el hecho de que el miércoles último le había concedido a su país 2800 millones de dólares en un crédito de facilidades ampliadas, "como una muestra de confianza en su estabilidad económica".
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