Misión: bajar el déficit y recuperar reservas
El endeudamiento y las tareas urgentes del próximo gobierno
El activismo mostrado por el Tesoro en la emisión de deuda este año provocó la impresión de un fuerte aumento del endeudamiento y de un cambio en el patrón de financiamiento del déficit. Sin embargo, aunque la emisión bruta de deuda ha sido intensa, una parte importante financió vencimientos, el Banco Central siguió asistiendo al Tesoro y el cambio en el esquema de cobertura del desequilibrio es sólo incipiente.
Sin considerar el Banco Central y con las emisiones de la semana que finalizó, en el año el Tesoro tomó deuda en dólares por US$ 4200 millones y en pesos por $ 109.200 millones, es decir un total equivalente a US$ 16.300 millones, en tanto que los vencimientos de capital -en pesos y en moneda extranjera sin el Boden 2015- sumaron el equivalente a US$ 9400 millones, con un neto entre colocaciones y vencimientos de US$ 6900 millones o 1,2% del PBI.
El déficit acumulado ya se acerca a un 4% del PIB y hubo financiamiento monetario. Hasta fin de septiembre el Banco Central aumentó los adelantos transitorios al Tesoro en $ 41.000 millones netos, además de transferirle "utilidades" por $ 78.000 millones, provocando una expansión monetaria de 2,6% del PBI y relativizando la impresión de un cambio relevante en la atención del déficit. Además, el Tesoro colocó en el Banco Central Letras Intransferibles por US$ 10.000 millones, parte de las cuales se usaron para el vencimiento reciente del Boden 2015, no incluido en las cifras anteriores. El sobrante, equivalente a 0,9% del producto, si no es utilizado por el Tesoro para vencimientos de capital en dólares, también se traducirá parcialmente en emisión.
Se han mantenido otros dos rasgos del endeudamiento. Una parte importante ha sido deuda de corto plazo con el sector público; la nueva administración tendrá que revisar sus estados financieros y evaluar la sustentabilidad del esquema. Y han sido de corto plazo las colocaciones en pesos -la mayor parte de lo emitido- con un aumento de vencimientos de capital para 2016 y 2017.
No obstante, el período electoral que durará hasta mediados de diciembre y los primeros meses de la nueva administración es tiempo libre, en lo esencial, de grandes compromisos. Eso podría darle algo de tiempo al Tesoro para destrabar el financiamiento externo, pero el que no tiene tiempo es el Banco Central, que debe fortalecer inmediatamente sus reservas internacionales en US$ 10.000 o 15.000 millones para poder normalizar y estabilizar el mercado cambiario. El financiamiento deberá tomarlo el Tesoro y las reservas quedarán en el Banco Central.
Un cambio sustancial en el déficit y su financiamiento deberá esperar al nuevo gobierno. El que gane deberá dar una fuerte señal de baja del desequilibrio, anunciar el cese de la asistencia del Central y destrabar el acceso al financiamiento externo. A medida que se acerca el 10 de diciembre, los candidatos orientan su discurso en esta dirección.
El autor es economista y ex gerente general del Banco Central
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