Ascenso en puerta: cómo conseguir el puesto del jefe
Es natural querer avanzar en la carrera. Es común escuchar que la trayectoria ascendente en el trabajo es el índice primario del éxito. Así se tiene más dinero, oportunidades y estatus. El deseo de ascender es uno de los requisitos para avanzar. Pero hay mucho por hacer para llegar a ello. Estas son algunas cuestiones que se deben considerar para lograr el objetivo.
Es fácil ponerse impaciente en el empleo, en particular al comienzo de la carrera. Luego de un año en su puesto, una persona puede sentir que es hora de tener más responsabilidad. Pero hay varios motivos para tomárselo con calma.
El primer factor es que no parece muy bueno trabajar en una organización que promueve a la gente demasiado rápido. A fin de cuentas, ¿qué le va a pasar a una persona cuando consiga ese puesto? Lo más esperable es que quiera tenerlo por un tiempo para alcanzar sus metas. Si una organización está constantemente empujando a la gente hacia arriba o hacia afuera, entonces no tendrá tiempo para alcanzar sus metas en ese puesto tampoco. Lo mejor es que las organizaciones cambien las conducciones lentamente.
El segundo tema para tener en cuenta es que el trabajo de ser jefe generalmente implica usar muchas relaciones. Cuanto más se sube en una organización, más hay que trabajar para obtener recursos que permitan alcanzar las metas. Es clave navegar la política interna para sostener a su equipo y siempre se necesita tiempo para desarrollar relaciones con otra gente en la compañía para trabajar de manera efectiva y lograr lo que se quiere. Si no tiene la confianza de otros líderes en la organización, una persona no va a tener el soporte requerido para tener éxito.
El tercer punto es que un jefe probablemente tenga que hacer muchas concesiones para conseguir lo que quiere. Ninguna organización tiene todos los recursos que necesita para todo lo que quisiera hacer. Nunca hay suficiente tiempo, dinero, personal o energía para dar respuesta a todos los problemas y oportunidades que aparecen. Como resultado, las organizaciones tienen que priorizar. Ese proceso de renunciar a un objetivo para lograr otro a menudo es invisible para la gente en niveles más bajos de la jerarquía. Como resultado de ello, muchas decisiones pueden parecer arbitrarias. Pero en cuanto una persona tiene el puesto de su jefe, esas concesiones a cambio de lograr otro objetivo se vuelven su responsabilidad.
Superar las debilidades
Si quiere ascender, una persona tiene que entender lo que implicará su nuevo puesto. Eso significa que tiene que superar sus actuales debilidades.
Para lograrlo, un primer paso puede ser decirle a su jefe que se está interesado en ascender. Los buenos supervisores saben que una parte importante de su tarea es capacitar a la siguiente generación de líderes. A fin de cuentas, ellos mismos no pueden ser promovidos si no pueden ser reemplazados. Expresar ese deseo puede hacer que se incluya a la persona entre quienes tienen oportunidades de aprender acerca de las tareas del siguiente nivel.
Otro punto clave para lograr un ascenso es ser un buen observador. ¿Qué hace realmente la gente del siguiente nivel? ¿A qué reuniones concurren? También es importante hacer muchas preguntas al jefe acerca de cómo y por qué se toman decisiones.
Estas preguntas se interpretarán como pedidos de información, en vez de quejas respecto de cómo se hacen las cosas actualmente. De ese modo, se puede aprender acerca de las prioridades de la organización y cómo se asignan los recursos.
Finalmente, también es importante desarrollar relaciones con otros líderes y supervisores en la compañía y tratar de obtener orientación de ellos. Invitarlos a tomar un café o pedirles una breve reunión para hacer unas pocas preguntas claves es una buena alternativa.
El objetivo es convertirse en alguien conocido para otra gente con la que se tendrá que trabajar cuando reciba una promoción. Y siempre es mejor desarrollar esas relaciones antes de que las necesite.
Art Markman