Del manejo del tiempo al manejo de la mente
La clave es analizar y discernir, pensar y priorizar antes de ponernos a hacer cosas sin parar.
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Busco desde hace años maneras, técnicas, tips y buenas prácticas para optimizar el uso del tiempo. Pero no para hacer necesariamente más, por el contrario, sino para usar al tiempo de una mejor manera, en la que ser productivo no implique dejar la vida en lograrlo. No siempre lo logro. Son muchas las semanas en las que la maratón de pendientes no tiene fin y salto de una obligación a la otra sin siquiera poder reflexionar y disfrutar de las cosas que hago. Pero a veces, sí. Ir más lento por lo general sirve de envión creativo y ordena el hacer. En esta búsqueda constante de equilibrio es que me topé con el libro de David Kadavy, “Mind Management, Not Time Management”, en donde el autor pone el foco en trabajar primero en cómo pensamos antes de lanzarnos a aplicar técnicas de productividad.
La clave es analizar y discernir, pensar y priorizar antes de ponernos a hacer cosas sin parar. Comparto algunas de las máximas en las que me dejó pensando su libro. Para el autor, ser productivo hoy no se trata de administrar el tiempo, se trata de administrar la mente. Se refiere a que intentar conocer los mecanismos aprendidos desde los que tomamos decisiones, nos va a permitir entender mejor cómo solemos asignar nuestras horas. “La gestión del tiempo optimiza el recurso del tiempo. La gestión de la mente optimiza el recurso de la energía creativa”, dice Kadavy. Lograr esa energía creativa hace que el tiempo nos rinda mejor. Otro punto interesante que toca es que no todas las horas son iguales: “si escribís una hora al día, dentro de un año tendrás un libro. Pero no podés simplemente escribir durante 365 horas seguidas y obtener el mismo resultado”. Esta obviedad la pasamos por alto seguido y caemos en la procrastinación con altos padecimientos. La regla de la primera hora siempre funciona: pasá la primera hora de tu día trabajando en tu proyecto más importante. “Si comenzás tu día trabajando en lo más importante, hay menos posibilidades de que otras cosas se interpongan en el camino”, dice. Si tenemos evidencia sobrada de esto, ¿por qué muchos seguimos malgastando esa hora de oro mirando las redes sociales? Otro punto que toca es el de entender que nuestra mente tiene distintos estados. A veces está mejor preparada para pensar creativamente, otras analíticamente.
“El punto del tiempo no es llenar tanta vida como sea posible en una unidad de tiempo determinada. El objetivo del tiempo es utilizarlo como una guía para vivir una vida plena”, dice y cita un estudio que descubrió que cuanto más ocupados estamos quienes trabajamos en roles de conocimiento y creatividad, menos creativos somos. Las cosas muchas veces no son difíciles de hacer, lo difícil es ponerse en el estado de ánimo para hacerlas”, cierra. Buenas ideas para recordar una vez más que no se trata de hacer más, sino mejor.