El sueño del negocio propio: para abrir una empresa en la Argentina se tarda cuatro veces más que en Chile y en Estados Unidos
Quienes quieran iniciar una actividad en el país deberán esperar 24 días en promedio según datos de Banco Mundial; mejoró el ingreso a la AFIP, pero aún hay muchos trámites administrativos que retardan
Además de tener una buena idea y capital para armar la propia empresa, en la Argentina se necesita un condimento más para el sueño de la compañía propia: una dosis de paciencia.
Según datos del Banco Mundial, puntualmente de su estudio Doing Business, en la Argentina se necesitan 25 días para tener los papeles de una compañía en la mano. Los números esconden una buena noticia: en 2005 eran 30 y desde entonces, empezó a ser menor. Claro que no es demasiado si se toma en cuenta el proceso total que lleva inspirar el nacimiento de una empresa, pero sí lo es si se compara con lo que sucede no sólo con los países desarrollados sino con algunos de la región.
De acuerdo a ese informe, que contiene datos de todos los países del mundo, la Argentina con sus 25 días está lejos del día que tarda Nueva Zelanda, la primera del ranking; o de los seis que utiliza Chile o de los siete que tarda Uruguay. También está lejos de los 84 días que según el Banco Mundial, se tarda en iniciar una empresa en Brasil.
En todo el mundo se trata de hacer más fácil el camino a la constitución de una persona jurídica que pueda ejercer el comercio. En la Argentina, histórico paraíso burocrático en este tipo de temas, también se ha seguido la tendencia global. Hubo un cambio que resaltan todos: el papel de la AFIP.
"En otras épocas no se podía iniciar el trámite de inscripción ante AFIP, sino estaba finalizada la inscripción ante Inspección General de Justicia (IJG). Eso sí resultaba problemático porque hacía muy extenso todo el tracto constitutivo", dice Fernando Guillermo Álvarez, Tributarista. Socio de álvarez Roperti Venegas Consultores Tributarios & Auditores. Cuenta que ahora, con el solo comprobante de la presentación ante la IGJ ya se puede cruzar la calle, sacar un CUIT y empezar a facturar en el momento.
Juan Javier Negri, especialista en derecho empresario y socio de Negri & Pueyrredón Abogados, le encuentra una explicación a ese mundo expedito: "Desde lo operativo, los trámites fiscales son sencillos, y la AFIP es amistosa con quienes quieren obtener un CUIT y comenzar a pagar impuestos".
Negri dice que hay muchas diferencias entre crear una empresa con socios argentinos y crearla con socios extranjeros. "Si hay accionistas extranjeros, las autoridades parecen querer reproducir localmente la biblioteca de Alejandría. Piden y acumulan cuanto papel pueda imaginarse de las sociedades extranjeras que quieren invertir en la Argentina. No sólo al momento de formar una empresa acá, sino a partir de ese momento se les exige una cantidad considerable de información anual", comenta.
Formar una empresa con socios extranjeros, desde el punto de vista formal, exige obtener en el país de origen del inversor, muchos de los documentos necesarios con los costos consiguientes de traducciones, certificaciones, apostillas, entre muchos otros. Cuando los socios son locales, la cosa se hace más fácil.
Inscripciones varias
De acuerdo con un informe de Thomson Reuters, al menos tres organismos intervienen en la inscripción. En todos los casos, la AFIP y un organismo de contralor de legalidad de las sociedades -IGJ en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y direcciones de personas jurídicas en las provincias-. Además, se deberán inscribir en las direcciones de rentas de las respectivas jurisdicciones.
Eso de mínima. De ahí en adelante vienen los convenios multilaterales si se opera en más de una provincia, y lo más temido de todo: las habilitaciones o autorizaciones particulares de cada actividad. "Si la nueva empresa requiere aprobación administrativa -finanzas, seguros, navegación aérea, televisión, etc-, pueden demorar bastante tiempo. Hay que sumar hasta seis meses más en promedio. Y si se planea tener directores no argentinos, muchos de los trámites, como el de la obtención del certificado de inexistencia de antecedentes penales, son considerados por los extranjeros como directamente humillantes", sostiene Negri.
Thomson Reuters informa en sus documentos con un ilustrativo para hacer negocios en el país que en menos de un mes la empresa podría estar en funcionamiento. Para que un monotributista empiece a facturar, dice el trabajo comparativo, se necesitan dos días.
Álvarez dice que muchas veces los problemas de inscripción no están en regulador sino en el regulado. "El proceso de alta en AFIP se puede complicar porque los miembros del órgano de administración como los directores, no tienen sus situación en regla con la AFIP. Los problemas más comunes son que no están inscriptos, no tienen alta en autónomos o no acredita suficientemente su domicilio fiscal", dice el contador.
La tendencia en el mundo es reducir cada vez más los trámites para la constitución de sociedades. O mejor dicho, los tiempos de creación de una empresa.
En el documento que Thomson Reuters compiló sobre los requisitos para hacer negocios en Chile se desprende la novedad de la región. Allí conviven dos sistemas. El tradicional tarda alrededor de ocho días hábiles; y el simplificado, que tarda un día o a veces horas.
"El régimen simplificado, vigente desde el mes de mayo de 2013, es público y gratuito. Estimula la creación de empresas a través de un solo trámite y sin mayor costo, simplificando la gestión legal de creación, modificación y disolución de las sociedades comerciales", dice el documento de Thomson Reuters.
En Chile todo se maneja a través del portal tuempresaenundia.cl. En Internet se deberá completar la identidad de los socios, la razón social y el capital que tendrá la empresa. Para identificar a las personas que componen la sociedad se utiliza la firma digital. Ese formulario se envía al Servicio de Impuestos Internos (SII) y entonces, ya se puede iniciar la actividad.
En México, el tiempo es de aproximadamente seis días hábiles y se necesitan hacer seis trámites. En Estados Unidos, el tiempo de espera para tener los trámites es de seis días y en España, por ejemplo, de 13 días después de haber tenido alrededor de 52 días en 2010.
En el podio de los países más efectivos están, además de Nueva Zelanda, Macedonia, Georgia, Portugal, Australia y Singapur. Francia, por ejemplo, tiene cinco días de memora para iniciar una compañía y Reino Unido, seis.
Francisco Cárrega, un ex juez comercial que es director de Eseade, dice que estos tiempos tienen que ver con la postura de la Argentina frente a los inversores. "Hay decenas de miles de personas, argentinas y extranjeras, dispuestas a crear y desarrollar emprendimientos en el país, a invertir, a producir, y a generar valor y empleo. Si el Estado dejara fluir esas energías, nuestro país tendría la oportunidad de dar un salto de crecimiento. Sin embargo, uno de los principales problemas que tienen esos emprendimientos es el propio Estado", dice.
Bien podrían buscarse otros indicadores que hablan de la cantidad de trámites que se requieren en la Argentina. Datos del Banco Mundial dan cuenta que en la Argentina se necesitan 405 horas por año para preparar y pagar los impuestos. En Chile, por caso, se necesitan 291 horas y en Uruguay, 312. Fuera de escala están Brasil, 2600 horas, y Bolivia, 1025 horas por año.
Siempre según datos del Banco Mundial, en la Argentina, al igual que en Brasil, se necesitan seis trámites para exportar contra dos de Estados Unidos o cuatro de España. En lo que respecta a las importaciones, la cuenta no le da nada bien al país. Quienes quieran traer materias primas o productos terminados a la Argentina deberán hacer ocho trámites (subió casi 30% desde 2010) contra cinco de Chile o nueve de Venezuela.
Cárrega dice que las universidades no contribuyen a formar una impronta emprendedora. Sin embargo, igual surgen muchos proyectos. "Una vez que la empresa está en funcionamiento -dentro del sistema- padece un bombardeo descomunal impositivo y de regulaciones", concluye. Quizá sea por los anticuerpos que generan en el proceso que muchos emprendedores argentinos suelen ser cotizados en el mundo.
La firma digital
La firma digital suele ser utilizada en muchos países, como en Chile, para mejorar los tiempos administrativos. Córdoba es uno de los distritos que más avanzaron con este sistema. A principio de este mes, el Ministerio de Trabajo implementó la eliminación de todo tipo de papeles en los libros de sueldo y las planillas de horarios y descansos.
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