Inversiones extremas. La industria del esquí de China se enfrenta a una avalancha de riesgos
El gigante asiático vive un verdadero boom de los deportes de invierno y apunta a convertirse en una potencia mundial
En gran parte del mundo el negocio de mantener pistas de esquí, al igual que la mayor parte del turismo, se ha visto golpeado por las cuarentenas y las restricciones a los viajes. China no es la excepción. Las visitas a las áreas de esquí chinas cayeron 38% en 2020, más que la declinación global del 14% después de que golpeó el Covid. Dos de cada cinco negocios de deportes invernales perdieron más de la mitad de sus ingresos como resultado de medidas contra el virus, según la asociación urbana de desarrollo olímpico de Pekín, un ente oficial creado para promover los deportes. Una de cada 14 áreas de esquí, especialmente las pequeñas, tuvieron que cerrar en 2020, pero en China confían que la tendencia a la baja se acabó con las Olimpíadas de Invierno que se iniciaron esta semana.
A diferencia de Europa y Estados Unidos, donde la caída del sector de los deportes invernales antecede a la pandemia, los esquiadores chinos alcanzaban números récord en 2019. La asociación de esquí de Pekín dice que la gente hizo más de 20 millones de visitas a los centros chinos de esquí en el último año prepandemia, el doble que en 2014. Eileen Gu, una adolescente criada en San Francisco que optó por representar en esquí estilo libre a China, donde nació su madre, recordó que hace tan sólo unos pocos años conocía a virtualmente todos los esquiadores de su especialidad en el país. Ahora la contendiente por la medalla dorada sugiere que son como copos de nieve en una tormenta.
Los inversores también se entusiasmaron. China tenía casi 800 zonas de esquí antes de la pandemia, cuatro veces la cantidad de 2008 y una cifra no tan lejana de las alrededor de 1100 en los Alpes, donde comenzaron a aparecer en 1900. Aunque las zonas chinas aún tienen muchos menos ascensores que las occidentales, se están volviendo más sofisticadas. Algunas ahora ofrecen alternativas veraniegas tales como el ciclismo de montaña, las caminatas y el rafting. Los 36 centros chinos de esquí cubiertos -tiene más de estos que cualquier otro país- recibieron un quinto de todas las visitas a centros de esquí en el país en 2020. Sunac China es el mayor operador mundial de estas instalaciones. Dos centros de esquí bajo techo contribuyeron al éxito del negocio de las empresas de turismo y esparcimiento (lo que incluye también centros comerciales, centros de deportes acuáticos y hoteles) donde los ingresos crecieron 166% año contra año en la primera mitad de 2021.
Aún así los operadores de centros de esquí chinos son vulnerables a dos incertidumbres que abarcan a todo el sector. El primero es el cambio climático. Dado que las temperaturas más elevadas significan menos nieve, los centros de esquí en todas partes son rehenes del calentamiento global. Las dudas respecto de que cayera suficiente nieve han llevado a los organizadores olímpicos este año a basarse enteramente en la nieve artificial por primera vez. Pero producir nieve artificialmente consume una enorme cantidad de agua, un recurso escaso en el norte de China proclive a las sequías, donde reside la mitad de su población y está la mayoría de sus centros. Los Juegos Olímpicos por sí solos pueden requerir 2 millones de m3 -suficiente para llenar 800 piletas de tamaño olímpico- para producir suficiente cobertura de nieve, según Carmen de Jong, hidróloga de la universidad de Estrasburgo. Los funcionarios calculan que el evento utilizará un décimo de toda el agua consumida durante eventos de esquí en el distrito de Chongli, que será sede de los mismos. Por su parte los centros cubiertos necesitan menos nieve pero es toda artificial.
La segunda incertidumbre tiene que ver con la demanda futura. China aún tiene margen para alcanzar a las grandes naciones del esquí. Los esquiadores chinos se lanzaron por las cuestas una vez al año en el invierno de 2020-21, en promedio, comparado con media docena de veces en Austria o Suiza. Los optimistas también señalan que muchos esquiadores chinos son jóvenes y por tanto tienen mucho tiempo por delante; mientras que en Estados Unidos más de un quinto de los esquiadores tienen más de 55 años, alrededor del 80% de los esquiadores chinos tienen menos de 40 años.
Sin embargo precisamente porque China no tiene una larga tradición de esquí, los principiantes absolutos son excepcionalmente comunes en sus pistas. Alrededor del 80% de los esquiadores en China fueron primerizos esta temporada, comparado con un 72% en 2019, según Vanat. En Europa y Estados Unidos el porcentaje es menos del 20%. La industria del esquí en China cuenta con una gran actuación del equipo nacional en los Juegos Olímpicos de Invierno para convertir a los neófitos en habitués. Pero al igual que los dueños de los centros de esquí se enfrentan a un duro terreno.
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