Nueva York, ¿nueva Hollywood?
Robert De Niro está entre quienes tienen emprendimientos para construir estudios cinematográficos; la ciudad ofrece incentivos impositivos
NUEVA YORK.- Los estudios Steiner se inauguraron en la costanera de Brooklyn en 2004. Las producciones de televisión y cine habían estado hasta entonces en busca de locaciones más baratas en comparación con el centro de la ciudad de Nueva York. Casi quince años más tarde la industria explotó.
Steiner, que comenzó con cinco sets y una película en producción, tiene actualmente 30 sets, nuevos espacios en construcción y varias películas que se están filmando en forma simultánea. Los estudios Silvercup, en tanto, agregaron locaciones nuevas en Queens y en el Bronx. Hace varias semanas Netflix anunció una expansión significativa en Nueva York, con una nueva oficina corporativa en Manhattan y un centro de producción en Brooklyn, con sets para alimentar su servicio de streaming, que está en auge.
Y ahora se suma a esta movida el actor Robert De Niro. Un grupo de inversores que lo incluyen a él y a su hijo Rafael está comprando una parcela de dos hectáreas en Astoria, Queens, con planes de construir un amplio estudio de producción y filmación. Las instalaciones se llamarán Wildflower Studios. El emprendimiento apuntará a quedarse con un pedazo del negocio de televisión y cine que está convirtiendo a Nueva York en un nuevo Hollywood.
Impulsado por una fuerte demanda de contenido original de streaming y por un programa de incentivos impositivos, la ciudad se ha convertido en una potencia del entretenimiento.
El año pasado se filmaron 322 películas en Nueva York, según dijeron las autoridades de la ciudad. En el año 1980 habían sido 121. En lo que va de este año, la inversión en la producción de películas y shows llega a casi US$2000 millones, una cifra ya cercana a los US$2100 millones que se habían invertido en todo el año 2013.
Desde los inicios de la industria cinematográfica, los productores han usado la ciudad como telón de fondo de avisos publicitarios, películas y shows de televisión. Se mostraron en forma recurrente los rascacielos, el icónico puente de Brooklyn y la Estatua de la Libertad.
Pero durante mucho tiempo lo común fue que el resto de las grabaciones se hicieran en otros lugares. Ahora, al menos cuatro estudios importantes operan en la ciudad. Eso hace que se vuelva a las raíces, cuando en las décadas de 1920 y 1930, antes de que Hollywood dominara la escena.
Contar historias
"Se trate de cine, televisión, realidad aumentada y virtual o juegos, hay una oportunidad explosiva de contar desde aquí historias", analizó Adam Gordon, inversor en el estudio de cine de Astoria y presidente de Wildflower. "La demanda de creación de contenido original está explotando, y con su fuente de talento y su energía creativa Nueva York es hogar natural para esa evolución", agregó.
Wildflower prevé invertir unos US$400 millones en la compra de la propiedad en Queens y la en construcción de instalaciones de casi 56.000 metros cuadrados. El complejo incluirá espacios para todo, desde servicios de preproducción hasta posproducción para cine y televisión. El sitio es parte de un terreno más grande en Astoria, que durante mucho tiempo fue propiedad de la firma fabricante de pianos Steinway e Hijos (la parcela comprada era usada como depósito y la fabricación no se verá afectada).
Gordon dijo que junto con De Niro concibieron las instalaciones de Wildflower luego de analizar el estado de los estudios de cine en la ciudad de Nueva York y en otros lugares en que De Niro había hecho películas.
"Visitamos estudios en Nueva York, en la costa oeste y en el sur para entender el panorama de los espacios de filmación actuales -contó Gordon- . Y vimos la necesidad de un verdadero campus de filmación".
Más allá de las películas, la cantidad de shows de televisión que se están haciendo en Nueva York crece de manera significativa. En el último año se filmaron 67 shows de televisión en la ciudad, número que se compara con los 29 de la temporada 2013-2014. "Nos entusiasma este crecimiento, porque significa que habrá más empleos y oportunidades para gente de la ciudad, en una economía creativa que prospera", evaluó Anne del Castillo, comisionada de la oficina del alcalde para medios y entretenimiento.
El estado de Nueva York aporta, para incentivar a esta industria, créditos de producción por unos US$420 millones anuales, que ofrecen ahorros de 30% o más para los costos de algunas producciones. En conjunto, las productoras gastaron más de US$33.000 millones y crearon unos 1,8 millones de empleos en Nueva York desde 2004. Más de 50 shows de televisión pidieron créditos en lo que va del año.
"Hemos tenido un explosión -dijo Hal G. Rosenbluth, presidente de Kaufman Astoria Studios en Queens- y esa explosión se llama servicios de streaming".
"Tenemos un show para la CBS, un show para el nuevo servicio de streaming de Warner Bros. y un show para Apple en nuestros estudios", agregó.
Hay quienes ubican el origen del renacer de la producción televisiva en la gran manzana a mediados de los años 80, cuando Bill Cosby decidió que su show tendría como base el estudio Kaufman de Astoria. Ese hecho alentó a los productores a tener en cuenta a esta ciudad y no solamente a Los Ángeles como locación para filmar.
Pero el negocio retrocedió en la década de 1990, cuando otras ciudades, estados y condados ofrecieron incentivos lucrativos para atraer producciones. El programa de créditos para la producción ayudó a volver a atraer a la industria, dijo Doug Steiner, que creó los estudios Steiner.
Sin el crédito, dijo, la ciudad y el estado de Nueva York serían en gran medida una locación para filmar solo escenas, mientras que la producción total se haría en otros lugares.
"Estas producciones van al lugar que resulte menos costoso", advirtió Steiner.
Ciudades en Canadá, en particular Toronto y Vancouver, son importantes competidores por sus generosos créditos para la producción y por tener una tasa de cambio favorable.
Además del crédito para la producción, el estado ha ayudado a la industria del cine de otras maneras. Para su estudio de Brooklyn, Netflix puede aspirar a créditos impositivos por valor de US$4 millones bajo los mismos incentivos que se le ofrecieron a Amazon para la construcción de un campus en Queens. Los funcionarios estatales dijeron que los estudios Wildflower no pidieron exenciones impositivas.
El proyecto de Astoria marca el regreso de Robert De Niro, que hace dos décadas impulsó un esfuerzo similarmente ambicioso, cuando junto a Harvey Weinstein, el magnate del cine caído en desgracia, formaron Miramax Films, con sede en Hollywood. En 1999 anunciaron un negocio por US$150 millones para convertir un sitio de 6 hectáreas ubicado en los astilleros de Brooklyn en una docena de sets para televisión y cine.
Pero aquel proyecto colapsó de modo espectacular. Poco después de que el alcalde Rudolph W. Giuliani apareciera abrazando el plan, la ciudad lo abandonó, aludiendo a cuestiones legales y financieras. De Niro y Weinstein quedaron atónitos, porque decían que el alcalde había estado de acuerdo con su visión. Entonces, otro grupo se abalanzó apoderándose del negocio y creando lo que se convirtió en los estudios Steiner.
No se ha revelado como será el nuevo estudio en comparación con lo que el actor intentó hace 20 años. Gordon consideró que es demasiado pronto para decir cuántos sets se construirán. Pero Gordon apuntó que De Niro, que tiene su propia compañía de producción, TriBeCa Productions, usará el estudio para sus propios trabajos. "Esa será la opción preferida -dijo- mientras no esté ocupado".
James Barron colaboró aportando información para esta nota
Traducción de Gabriel Zadunaisky
Mattheu Haag
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