El economista Rodolfo Santangelo estuvo presente en el programa Comunidad de Negocios y habló sobre la situación económica del país. "Hay mucha incertidumbre política y hay un programa económico inconsistente obligado, sobretodo, por la pandemia", dijo y agregó que la incertidumbre que hay en la sociedad se debe a la fragilidad macroeconómica.
En diálogo con José del Rio, el economista aseguró que la Argentina "pretende tener una tasa de inflación menor al 30%, pero no hace las cosas" para que esto suceda. Con respecto a las medidas del Gobierno, explicó que la clave es ver que política económica se lleva a cabo después de la pandemia de Covid-19.
Además, agregó que el valor del tipo de cambio a $130 es uno "muy alto" y que "refleja la incertidumbre política, económica y social" que hay en el país.
-La economía argentina cayó a niveles récord, ¿Cómo lo ve?
-Dentro de lo previsto. Sabíamos que íbamos a estar en el orden del 20%, con mucha heterogeneidad, con algunos sectores poco afectados y otros con mucho más que el 20%. Tenes de los que caen cero a los que caen 80%. En todas partes del mundo fue igual, pero la Argentina está quinta en la caída del producto bruto del segundo trimestre. Perú e Italia están peor que nosotros, pero no deja de ser una caída importante. Lo más grave es que nos agarró no en un nivel muy alto: la Argentina en 2018 y 2019 también había caído. Además, veníamos de ocho años de estancamiento. Nos retrotrae a niveles del producto bruto per cápita de principios de siglo. Es un retroceso muy grande. Ya estamos en un rebote, el tercer trimestre va a ser mejor que el segundo, va a ser de menor caída. Igual va a ser difícil volver al punto de partida. Si me preguntas cuándo volvemos al nivel del año pasado va a demorar bastante.
-Con respecto a los rumores del corralito y del corralón, ¿Cómo ve la situación de las versiones por un lado y la realidad por otro?
-Se mezclan muchas cosas. La Argentina viene en una salida de fondos en el mercado cambiario con el Banco Central vendiendo dólares, porque la demanda era mayor que la oferta desde la segunda quincena de abril, desde que apareció el virus, pero el virus de la brecha cambiaria no solo el virus sanitario. Desde que apareció el virus de la brecha cambiaria y el $75 por dólar, que sigue siendo un valor razonable de tipo de cambio, pero que quedó muy lejos del paralelo, el Banco Central viene vendiendo dólares. En junio hubo un super cepo importador que lo frenó transitoriamente, pero no duró más de 15 días. Se tomó esto muy lento, con una visión muy académica y requería de una decisión antes. Se apostó mucho al arreglo de la deuda, que ya pasó. Se apostó a que cuando saliéramos del confinamiento la cosa iba a mejorar. Las medidas vinieron tarde y no son soluciones, es el único torniquete que se le pone a la hemorragia para ver si la pérdida de reservas frena. Lamentablemente estamos viendo, en los primeros días con información preliminar post "super cepo", que el Banco Central no ha frenado la hemorragia. Así que estamos en un momento delicado. El sistema de depósito en dólares que tenemos en la Argentina es de lo mejor que tenemos armado. Cada 100 depósitos en dólares, tenemos 70 en las reservas del Banco Central y 30 prestados. Está muy sólido el sistema, pero la gente tiene miedo igual. La gente está asustada. Todo, los rumores y la realidad financiera, es consecuencia de la fragilidad y de la inconsistencia macroeconómica.
-El empresario Eduardo Costantini dijo que "Vamos de frente contra una pared". ¿Comparte este diagnóstico?¿Cree que el estrés cambiario va a convivir con el Gobierno de Alberto Fernández hasta el 2023 o vamos a salir de esta situación antes?
-Habría que definir qué es chocar contra una pared. Está claro que hay un punto de partida que tiene que ver con una situación política y una situación económica. No es solo una de ellas, hay mucha incertidumbre política y hay un programa económico inconsistente obligado, sobre todo, por la pandemia. Antes de 2021 van a pasar cosas en el mercado cambiario, inevitablemente va a pasar algo. La historia argentina dice que pasar algo suele ser una corrección del tipo de cambio oficial. Aunque paradójicamente el %75 no está mal, pero Argentina pretende tener una tasa de inflación menor al 30% el año que viene pero no hace las cosas como para que sea menor a ese número. Y no va a ser menor del 30%. El tema clave es: después de que haya una devaluación, una corrección en el mercado cambiario, una aceleración inflacionaria, no sabemos qué es lo que gatilla todo eso, es ver cuál es la respuesta política económica. Estoy más preocupado en la respuesta que va a venir después de que pasen las cosas, que en estos parches transitorios que en el mejor de los casos sirven para ganar tiempo. Me preocupa más la post pandemia que la pandemia.
-¿El ministro debería tomar alguna medida de shock para evitar que esto se profundice?
-El debate nunca es shock o gradualismo, se trata de consistencia o inconsistencia. No se trata de una medida o dos medidas. Lo que necesitamos es un programa integral, que sea consistente entre sus instrumentos y sus objetivos. Lo decide la autoridad política en función de las restricciones políticas y las sociales, pero teniendo en cuenta las restricciones económicas. Lo que hay que tener es consistencia, adecuás el programa económico o la tasa de inflación. Lo peor que ha hecho la Argentina en la historia es que la realidad imponga esto en vez de las decisiones de política económica, por ende los costos son más grandes.
-¿Cuál es su opinión con respecto al tipo de cambio? ¿Cuál es el punto del tipo de cambio de referencia?
-El valor de $130 es un valor muy alto de tipo de cambio. Refleja la incertidumbre política, económica y social que tenemos. Es altamente probable que en un año o dos años, el valor real del tipo de cambio paralelo o contado con liqui va a ser menor que hoy. Probablemente porque suban los precios, no porque baje el tipo de cambio. Este valor nos retrotrae a épocas ochentistas de la Argentina, cuando había un grado de inestabilidad mayor. El dólar a $75 paradójicamente no es un mal tipo de cambio, no es un tipo de cambio en el que digamos que está groseramente atrasado. Más allá que el productor se queja, con toda razón, que tiene un nivel de retenciones muy elevado. Más allá que el industrial se queja de que la relación con el real brasileño nos faltaría un poco más. El problema con el $75 es que lo contamina el $130 y el $140, pero esto no es un problema cambiario sino que es un problema macroeconómico. Lo que hace que el tipo de cambio esté a $75 es la política macroeconómica. Eso es lo que va a forzar un ajuste, una corrección para sincerar que la tasa de inflación de la Argentina no es menor al 30%.