Conmoción en el grupo Fiat por la salida de su carismático CEO
ROMA.- Un terremoto. Esto es lo que provocó la dramática salida de FCA -Fiat Chrysler Automobile- de Sergio Marchionne, histórico CEO global del coloso automovilístico, famoso por haber salvado al grupo Fiat , relanzándolo y convirtiéndolo en una exitosa multinacional.
Marchionne, ítalo canadiense de 66 años -que en marzo pasado estuvo en la Argentina-, se vio obligado a dejar su cargo sorpresivamente el sábado pasado debido a graves motivos de salud. Operado supuestamente de un hombro a fines de junio en Suiza en medio de gran reserva, sus condiciones se complicaron y agravaron al punto que el board de FCA decidió acelerar el proceso de transición que estaba en marcha desde hace meses.
En un intento de darle continuidad luego de 14 años de Marchionne como CEO global, nombró en su lugar al británico Mike Manley, CEO de Jeep, de 55 años y considerado uno de sus hombres de confianza. El board decidió también nombrar a una mujer, Suzanne Haywood, al frente de CNH Industrial; y al frente de Ferrari (de quien Marchionne era CEO y presidente), a John Elkann, nieto del legendario "avvocato" Giovanni "Gianni" Agnelli, hijo del fundador de Fiat, una de las empresas más importantes de Italia y símbolo de la industria nacional.
Marchionne, licenciado en Economía y Derecho, fue el hombre que, con gran audacia y saliéndose de los esquemas -lo apodaban "el marciano"-, cambió Fiat como nadie nunca se hubiera imaginado. Hijo de un carabinero y emigrado a los 14 años a Canadá, era conocido por no usar nunca corbata, sino camisa y suéter negro, incluso antes presidentes o reyes.
A fines de mayo de 2004, cuando Fiat estaba en bancarrota, Marchionne renegoció la deuda de la empresa con los bancos y el acuerdo que había sellado con General Motors (GM). En lo que se consideró un milagro y un capolavoro de las finanzas, GM pagó US$1550 millones para renunciar a la adquisición de Fiat. Eso le dio oxígeno para relanzar a la compañía, que, en una fase más que delicada, logró producir un nuevo modelo del conocido Cinquecento y realizar, al mismo tiempo, una reestructuración que implicó cambios en las condiciones de trabajo de los obreros de las diversas fábricas, acordadas con los sindicatos.
Más tarde, con el matrimonio con Chrysler (en 2014) y la transformación de Fiat en FCA -el séptimo grupo automovilístico del mundo, con 234.00 empleados-, lo llevó a cotizar en Londres y en Milán. Hoy Fiat, Ferrari y CNH Industrial valen US$62.000 millones, diez veces más de lo que valían en 2004 antes de la separación de las diversas marcas.
"En los últimos 14 años, antes en Fiat, luego en Chrysler y finalmente en FCA, Sergio fue el mejor CEO que pudiéramos desear; y para mí, un verdadero mentor, un colega y un querido amigo. Nos conocimos en uno de los momentos más oscuros de la historia de Fiat y fue gracias a su intelecto, a su perseverancia y a su liderazgo que hemos logrado salvar a la empresa", reconoció Elkann en una carta que le escribió a los empleados para anunciarles con gran tristeza la salida de Marchionne y la llegada de Manley en su lugar.
Mientras desde el hospital de Zurich, donde se encuentra en terapia intensiva, trascendía que es "irreversible" y "desesperado" el estado de Marchionne, el fin de su era en FCA provocó hoy un terremoto en los mercados: los títulos relacionados a la galaxia Agnelli perdieron 2,3 mil millones de euros.
En el Lingotto, como se llama el cuartel general de FCA de Turín, llegaron unos 20 top managers para participar de la primera reunión ejecutiva de esta nueva etapa sin Marchionne. Aunque no se esperan decisiones importantes ya que el exCEO ya había presentado el 1 de junio pasado el plan industrial para los próximos años, el desafío para el futuro es inmenso, según expertos. Si bien Manley, el sucesor de "the big boss" -que al frente de Jeep tuvo grandes méritos, porque desde 2009 logró relenzar la marca, aumentando las ventas de 330.000 unidades a 1,4 millones por año-, se cree que ahora tendrá una tarea ardua.
"No es replicable un liderazgo tan visionario y carismático", escribió el Corriere della Sera, que recordó que FCA pretende producir 30 nuevos modelos antes de 2022, sin contar que tiene como objetivo, también, eliminar los motores diesel y poner en marcha la producción de una versión de autos eléctricos.
En Italia, donde para FCA trabajan 80.000 personas en 35 fábricas, también hay preocupación por lo que vendrá. Los sindicatos apreciaban a Marchionne, un CEO que los escuchaba y trataba con ellos y algunos temen una ulterior desitalianización del grupo.