Empresarios, entre el optimismo y la inquietud por un acuerdo clave
Coinciden en que la reunión es una gran vidriera para el país; pero a la industria le preocupa las asimetrías
El canciller Jorge Faurie daba pasos cortos pero veloces en el pasillo del reluciente Centro de Convenciones y Exposiciones de Buenos Aires yendo a la búsqueda del presidente Mauricio Macri, que acababa de llegar al lugar. “¿Cierran el acuerdo Unión Europea (UE)-Mercosur?”, lo cruzó LA NACION. “Recién empezamos, tranquilos. Recién empezamos hace media hora”, apaciguó el Canciller argentino en la apertura de la 11va conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La misma prueba se hizo con otro de los negociadores argentinos. “¿Lo firman?”, le preguntó este medio. “Lo vamos a anunciar acá”, dijo optimista. Atrás suyo, un secretario de Estado, más cauteloso, pedía prudencia. A pesar de que los comisarios de la UE de Comercio, Cecilia Malström, y de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, están en la Argentina todavía faltan negociar varios temas con la UE (amplitud de las ofertas, canastas de desgravación, propiedad intelectual o indicaciones geográficas). Pero no hay sólo una negociación. Brasil, presidente pro tempore del Mercosur, quiere que el anuncio se haga en Brasilia, el próximo 21 de diciembre. “Los europeos vinieron con la delegación completa y las negociaciones finales arrancan mañana. Hoy fue más bien preliminar”, contaron cerca de un ministro que participa de las negociaciones.
Los empresarios
No sólo para los funcionarios presentes esta tarde sino también para los empresarios, la reunión ministerial de la OMC se convirtió en un marco para relanzar a la Argentina frente al mundo. Sin embargo, los objetivos son diferentes. Para el Gobierno, será una posibilidad de oro para mostrarse como defensores de un comercio más abierto; para facilitar más inversión (de esto se tratará el “Mini Davos II” que se realizará mañana en el CCK), y para -mediante el acuerdo UE-Mercosur- impulsar la competitividad de las empresas locales. Justamente, para los empresarios -que hoy se mostraron optimistas con esta vidriera ampliada frente al mundo- este acuerdo es todavía una gran incógnita.
“Esto y el G20 significan un desafío y una oportunidad”, dijo a este medio Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal, entidad que agrupa a la industria alimenticia. “Un desafío, porque el actual contexto internacional volátil requiere mesura y equilibrio. Una oportunidad, porque es una oportunidad de mostrar a la Argentina en otro ámbito”, completó el hombre que preside el B20 (el grupo de negocios del G20).
“Cancillería no nos convocó y parece que el vicejefe de Gabinete (Gustavo Lopetegui) está muy ocupado para atendernos”, se quejó Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) cuando se lo consultó sobre la letra chica de la negociación con la UE. “El impacto dependerá de los sectores”, advirtió. Entre los rubros en los que aparecen quejas empresarias están los laboratorios y los agroquímicos, entre otros.
Hay, sin embargo, empresarios más optimistas. “En tres años nos ponemos a competir”, dijo Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Chrysler Automobile (FCA). Claro que lo condicionó a que la Argentina se “vuelva competitiva y normal”, por lo que pidió la aprobación de las reformas tributaria, laboral y previsional en el Congreso. A su lado, lo escuchaban, en primera fila, Miguel Gutiérrez (YPF), Claudio Cesario (ABA), Enrique Matilla (CERA), Fabián Tarrío (CAME), Gustavo Weiss (Camarco), entre otros.
También en primera fila, Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de diputados y el negociador del gobierno en las reformas propuestas, negaba que el pedido de detención de Cristina Kirchner complicara las discusiones con la oposición para la aprobación de ese paquete legislativo pese al “ruido” que había generado. Todo el paquete fiscal (presupuesto, ley de responsabilidad fiscal, pacto fiscal, cambio en Ganancias, impuesto al cheque y reforma tributaria) se aprobarían antes de diciembre. Incluso, con cambios, avanzaría el cambio previsional. Quedaría para 2018, la reforma laboral. “Es impresionante y la Argentina anfitriona”, destacó Laspina. “Esto pone a la Argentina en el foco de las miradas a nivel mundial”, agregó el diputado.
“Este encuentro es muy importante. Como país, te vuelve a posicionar en el mundo”, afirmó, en tanto, Gutiérrez a LA NACION a sólo metros del senador y secretario general del sindicato de petroleros neuquinos, Guillermo Pereyra.
Si bien todo el foco estuvo puesto en la vidriera argentina al mundo y en el acuerdo UE-Mercosur, hubo tiempo para que cada presidente del bloque regional pidiera por sus reclamos históricos. Así lo hicieron Michel Temer (Brasil), Horacio Cartés (Paraguay) y Tabaré Váquez (Uruguay) en sus discursos, en los que, una vez más, pidieron eliminar aranceles, medidas paraaracenlarias, barreras y subsidios para sus productos agrícolas.