Otra vez sopa (de letras): los inversores, atentos al rendimiento de estos activos
El martes se licitarán estos instrumentos y en la actual coyuntura se considera que pueden ser una buena alternativa para los ahorristas; qué tener en cuenta
Será una semana de letras (en pesos y en dólares). De estos instrumentos de inversión, que forman parte de la mayor parte de las carteras conservadoras y moderadas, volverá a haber una nueva colocación primaria este martes. Y lo más importante, quizás, es que esto ocurrirá en el marco de una coyuntura que puede representar una buena oportunidad para el inversor. En qué medida ir a esta posición es algo que dependerá del perfil del dueño del capital. El stock de LETE en dólares se ubica hoy en poco menos de US$12.700 millones, con una liquidez que aún es limitada en el mercado secundario, pero que va creciendo. Hay que considerar que estas letras ofrecen solo una exposición de muy corto plazo (el vencimiento más largo, sin considerar la que se va a emitir esta semana, es el 27 de septiembre).
Las últimas colocaciones primarias fueron a una tasa en dólares del 4,5% anual (para letras con plazos inferiores a 220 días). Eso ofrece una relación atractiva entre riesgo y rendimiento. Mucho mejor, incluso, a la que presenta un plazo fijo tradicional en esta moneda y con la ventaja adicional de la disponibilidad, en caso de necesidad. Un dato que ratifica el interés por la letra, de hecho, es la tasa de renovación. Fue del orden del 95% promedio en las últimas cuatro licitaciones, y se mantendría alta esta semana, en la que vencen unos US$763 millones. En el análisis debe tenerse en cuenta un punto clave: el vencimiento. Más explícitamente, todos los vencimientos caen por ahora en fechas previas a las elecciones, lo cual influye en el roll over y su rendimiento. Será relevante, en este escenario, que los niveles de renovación se mantengan sin tener que convalidar tasas mucho más altas.
Los datos dependerán no solo de la coyuntura externa y de la propia, sino también -y en forma principal- del devenir de las encuestas de la política. No solo habrá letras en dólares, sino que también habrá una licitación de Lecap (el sustituto natural de las famosas y polémicas Lebac). La curva de rendimientos de estas letras en el mercado secundario, y en línea con la tendencia del resto de las tasas del sistema financiero, fue al alza en las últimas semanas.
En consecuencia, la tasa real que ofrecen estos instrumentos volvió a ganar cierto atractivo, luego de la caída general de enero y febrero. Aunque, debido al clima de volatilidad cambiaria que se mantendrá, no es una alternativa para cualquier tipo de inversor. Sin dudas, es para una posición limitada en la cartera.
La curva de Lecap está prácticamente aplanada, con tasas de entre 44% y 46% (TNA) para vencimientos de 20 a 500 días. Es decir, hay un escenario muy diferente al que se observaba tan solo un mes atrás. Entonces, la curva permanecía invertida con tasas de 40%/42% para los plazos más cortos y de alrededor de 36%/38% para las letras del tramo largo. Este instrumento también ha ganado profundidad de mercado en los últimos meses, con un stock de alrededor $370.000 millones (US$9000 millones). Pero aún la letra es muy limitada en algunos vencimientos, y a diferencia de las Lebac, vale tener en cuenta que los plazos promedio son más largos.
Si se apunta a esta moneda, es positiva la diversificación con otros instrumentos considerados una buena opción, como los bonos cortos y las letras ajustadas por inflación. De hecho, para el corto plazo y aun cuando persevere la ortodoxia económica, los instrumentos ajustados por inflación (CER) serían los que capten la mayor tasa real en pesos. Las proyecciones indican que este mes habría una inflación de este mes de entre 3%/3.5%. Son interesantes los bonos CER cortos (Boncer 2020/2021).
Es clave en el mercado el seguimiento de la política monetaria y de su credibilidad y el monitoreo del ajuste fiscal. Y, a esta altura también es significativo mirar las encuestas de cara a las elecciones presidenciales. En cuanto a lo externo, costó -al menos, esta semana- capturar el catalizador positivo que fue el comunicado de la FED. El organismo repitió (y profundizó) su mensaje de cautela y flexibilidad. Es más, la actualización de las proyecciones refleja que no habrá subas de la tasa este año y que la próxima sería en 2020. A partir de esta noticia, la tasa norteamericana retrocedió hasta niveles de 2.50%. Un dato que es bueno para los países emergentes, incluyendo a la Argentina.
El dólar, en otra semana con movimientos
Suba acelerada
El dólar tuvo, en la última jornada de la semana que terminó, un incremento en su valor frente al peso. Cerró en $42,86, según el promedio de las operaciones, pero llegó por momentos a una cotización que superó los $43
Resto del mundo
El valor del billete verde se fortaleció también en otras latitudes: el viernes, la lira turca se devaluó más de 5% y el real brasileño, algo más de 2%
Vulnerabilidad
Los movimientos bruscos del valor de la moneda demuestran lo expuesta que está la Argentina a la coyuntura global; las dificultades de la economía local para generar dólares genuinos explican en parte ese estado de fragilidad