Peirano realizó fuertes críticas y reclamos al Fondo
WASHINGTON (De un enviado especial).- El ministro de Economía, Miguel Peirano, defendió la sustentabilidad del modelo heterodoxo de crecimiento de la Argentina, reclamó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) creara una línea de financiamiento preventivo y ratificó la voluntad de negociar con el Club de París si se logra que el organismo no exija medidas duras.
El ministro pronunció un fuerte discurso ante sus pares del Grupo de los 24, que reúne a los países en desarrollo, en el que dijo que el FMI debería realizar su propio ajuste de gastos y lo criticó por no haber vigilado a los países desarrollados en los que se inició la actual crisis financiera. Apenas aterrizó en Washington, el ministro fue al plenario donde estaban el saliente director gerente del FMI, Rodrigo de Rato, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zöellick. Frente a ellos y a sus pares, Peirano sostuvo que el Fondo está perdiendo "efectividad y legitimidad", en un contexto en el que los países de ingresos medios cancelan sus deudas con el organismo.
Rato luego tuvo que escuchar cuestionamientos de los funcionarios de Brasil y de Africa, entre otros, que reclamaron una mayor participación en las decisiones del FMI.
Tras una jornada que incluyó reuniones con la vicepresidenta del Banco Mundial, Pamela Cox, y con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Moreno, donde se acordó acelerar para noviembre un crédito pendiente de US$ 350 millones y otro de US$ 300 millones para 2008, para lograr que los bancos privados argentinos presten al sistema productivo con plazos de 5 a 8 años con una tasa cercana a un dígito, Peirano mantuvo un breve diálogo con LA NACION. Allí indicó que la llegada de Dominique Strauss-Kahn al FMI genera "una oportunidad única de un diálogo fructífero porque hasta ahora fracasó".
Ese será el mensaje que el ministro, con el presidente del Banco Central, Martín Redrado, transmitirá mañana en la reunión bilateral con Strauss-Kahn, que asumirá el mes próximo pero que ya marcó sus diferencias con su predecesor español. En particular, se le planteará que "hay voluntad para negociar con el Club de París sin condicionamiento del FMI". Esto parte de la premisa de que una auditoría del Fondo no debe apurar las medidas que el próximo Gobierno tomará en términos de corrección del aumento del gasto y otras cuestiones más sensibles.
De hecho, en la delegación oficial todavía se recuerda que Strauss-Kahn dijo en Buenos Aires que eventualmente si el Gobierno presenta un programa de largo plazo ante el Congreso, algo que de todos modos no parece nada sencillo, podría haber un aval directo del Fondo para negociar en forma directa con los acreedores del Club de París por la deuda de US$ 6100 millones impaga desde 2001.
Acceso rápido a fondos
En paralelo, por las importantes necesidades financieras que ya tiene el país -a las que se sumarían las de este eventual acuerdo con el Club-, la Argentina le ratificará a Strauss-Kahn que quiere que se ponga en marcha la línea de acceso rápido (RAL) que permitiría tener fondos contingentes por hasta un 500% de la cuota del país en el FMI. Según dijo Peirano en su discurso, ese dinero permitiría que el Gobierno volcara otros recursos al desarrollo interno.
Por otro lado, el ministro responderá seguramente en varias reuniones a los fuertes cuestionamientos que genera en el exterior el alto crecimiento con poca contención inflacionaria y veloz aumento del gasto público. El mensaje de Peirano, según dijo a este diario, es que "la recuperación fuerte se basa en definiciones de política económica de la Argentina" y que quienes critican el rumbo "en los 90 pensaban que por ley se podía garantizar el tipo de cambio, el superávit y los depósitos, mientras todo se derrumbaba".