Perfeccionan el cerco cambiario
Sigue bloqueada la vía de escape uruguaya y suman controles al uso de monedas extranjeras
El Gobierno perfeccionó en las últimas horas el cerco normativo y legal con el que intenta desalentar la incesante fuga de divisas que sufre la economía argentina desde hace más de dos años, cuando se reinstaló la desconfianza sobre la sustentabilidad de su crecimiento y renacieron la dudas sobre la seguridad jurídica.
Funcionarios de la Comisión Nacional del Valores (CNV) lograron evitar en Asunción del Paraguay que, en una nueva reunión del Subgrupo Número 4 de Asuntos Financieros del Mercosur, los países miembros firmen el memorando de entendimiento que impulsaba Uruguay para el intercambio de información entre los reguladores de los respectivos mercados de valores de cada país. De haber sido refrendado el memorando, hubiera caído la prohibición vigente sobre las sociedades de Bolsa, los fondos comunes y los bancos de operar con el país vecino cuando la contraparte tiene domicilio en Uruguay, medida impuesta hace un mes por la CNV para frenar la elusión fiscal y la salida de divisas a través del vecino país mediante la compraventa de activos financieros con operación a ambos lados del Río de la Plata.
El Banco Central (BCRA) introdujo cambios a la normativa con que acompañara oportunamente la resolución de la CNV para minimizar las operaciones que permiten ingresar o sacar dólares a través de operaciones de compraventa simultáneas de bonos y acciones en la plaza local y en el exterior (para eludir los controles y restricciones cambiarias locales), más conocidas en la jerga financiera como "contado con liquidación".
Y, además, avanzó en el control de este tipo de negocios al disponer que quienes quieran adquirir dólares para ser girados al exterior deberán requerirle autorización previa para comprar esas divisas o asumir mediante una declaración jurada que, por el termino de 20 días hábiles, no utilizarán esos fondos para comprar activos financieros de negociación pública (comunicaciones A 4949 y 4950).
La sangría de divisas
El objetivo final es que los agentes no puedan eludir el límite de US$ 2 millones que la normativa cambiaria vigente dispone para la adquisición de moneda extranjera. Y, de este modo, se desacelere la sangría de divisas que le restó a la economía más de US$ 37.000 millones en los últimos dos años, en el marco de un proceso que ayudó a desmonetizarla y agudizó su tendencia recesiva.
"La fuga de capitales absorbió la totalidad del superávit comercial y el 15 por ciento del ahorro interno. Si esos recursos se hubieran retenido en la actividad económica interna, este año, en el marco de una recesión mundial, el PBI habría aumentado en torno del 5 por ciento y el superávit fiscal y las reservas del Banco Central serían sustancialmente más altos, consolidando la gobernabilidad de la economía local", reconoció por estos días en un artículo el economista y director editorial del diario Buenos Aires Económico , Aldo Ferrer.
Las nuevas medidas no actúan sobre la desconfianza, que es la causa fundamental que está detrás de la constante fuga de divisas. De hecho, el sistema de crecientes restricciones operativas fue el que impulsó recientemente al proveedor de índices sobre acciones Morgan Stanley Capital Investment (MSCI) a bajar la calificación del mercado accionario argentino de "emergente" a "fronterizo", lo que provocó pérdidas del 10 al 15% promedio en dos ruedas de negocios a los tenedores de los papeles más afectados (Siderar, Petrobras Energía, Banco Macro y Telecom) y activó un nuevo arbitraje en favor de las acciones menos ligadas al riesgo argentino.