Es muy necesario que las autoridades argentinas definan plazos específicos para una apertura
No existen motivos para mantener las normativas actuales; es importante eliminar los cupos diarios y abrir las fronteras internacionales
Recientemente, el presidente argentino Alberto Fernández alentaba a la población a disfrutar de los viajes “después de tanto dolor” generado por el Covid-19. Las difíciles circunstancias derivadas de la pandemia hacen que este año, más que nunca, la próxima temporada de verano que está por llegar sea especialmente esperada por muchos para poder desconectarse y descansar, ya sea a través de una escapada corta o más larga, en alguna playa, ciudad o montaña, en el país o en el extranjero.
De esta manera, el mandatario afirmaba que “la Argentina este año va a volar de turismo... Y bienvenido sea porque así estamos preservando fuentes de trabajo”.
Esto porque, sin excepción, todos los países han tenido que enfrentar el impacto del coronavirus, con incidencia en todas las actividades de nuestra sociedad, siendo la aviación y el turismo, que constituyen una de las principales fuentes de ingresos de la mayoría de las naciones, uno de los sectores más perjudicados.
Y cuanto más tiempo duren las restricciones, más precaria será la situación para un sector que cumple una función esencial en el desarrollo socioeconómico del país. A diferencia de otras naciones, la Argentina no dispone de ningún medio de transporte alternativo viable que pueda proporcionar la conectividad esencial, tanto para las personas como para las mercancías. Prueba de ello han sido los vuelos de carga, que han sido un salvavida para traer vacunas y suministros esenciales para luchar contra la pandemia.
Comprendemos plenamente que, ante todo, los gobiernos han querido proteger la salud de sus ciudadanos. Sin embargo, los países han ido avanzando hacia una nueva normalidad, con la convicción de que es necesario y, sobre todo, posible, reactivar la economía, el turismo y las fuentes de trabajo de forma segura, y, al mismo tiempo, lograr el reencuentro de las personas en un contexto en el que deberemos aprender a convivir con el Covid-19 y sus variantes, no sabemos hasta cuándo.
Desde el inicio se ha trabajado con gobiernos en todo el mundo para elaborar medidas estandarizadas y protocolos que han permitido un reinicio coordinado y, sobre todo, seguro. Todo esto en un contexto marcado por la prevalencia de las pruebas de diagnóstico, el avance de la vacunación y la mejora de las condiciones sanitarias, que permiten restaurar la conectividad internacional sin restricciones y condiciones que frenan la necesaria reactivación de este sector.
No existen motivos para mantener las normativas actuales del gobierno argentino. Por eso, es muy necesario que las autoridades presenten una hoja de ruta clara y definida que establezca plazos específicos para una apertura, por lo menos para los vacunados, tal como ya han hecho Canadá, Reino Unido o Chile. Un anuncio auspicioso que muchos argentinos siguen esperando, ya que como hemos dicho en reiteradas ocasiones, tanto líneas aéreas como usuarios necesitan previsibilidad y tiempos concretos para programar los viajes.
El sector turístico tiene la imperiosa necesidad de reactivarse, no existe turismo sin transporte aéreo y viceversa. El país necesita rutas aéreas fuertes y las personas necesitan poder hacer uso libremente de un servicio esencial de transporte aéreo.
Los negocios, desde los más pequeños hasta los más grandes, a lo largo y ancho del país, no pueden volver a perder otra temporada de verano. El turismo interno no basta para reactivar el sector, por eso es importante eliminar los cupos diarios y gestionar la apertura de fronteras internacionales, para que puedan llegar turistas extranjeros a todas aquellas terminales habilitadas. No se pueden seguir perdiendo empleos, hay muchas comunidades que necesitan que vuelvan los visitantes.
Tampoco se puede seguir perdiendo conectividad aérea y, sobre todo, no se pueden seguir poniendo trabas o medidas que excedan lo realmente necesario para preservar la seguridad de todos. Necesitamos que la aviación comercial vuelva a ser viable para todos los argentinos. El país tiene que competir, tener precios razonables y dar los servicios que esperan los operadores y pasajeros. Velando por mantener un marco regulatorio y tarifario eficiente y competitivo, evitando la creación y/o incremento de tasas e impuestos a los actores del sector, que restan competitividad frente a otros países de la región.
Elevamos a las autoridades la urgencia para comenzar cuanto antes. Con efectividad y visión en la recuperación del turismo y la sostenibilidad del transporte aéreo, industrias vitales para el país. Solo una aviación activa y competitiva, podrá aportar en el desarrollo social y económico de todos los argentinos.
El autor es vicepresidente Regional de IATA para las Américas
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