Plazos fijos: crean un mecanismo para que los bancos "no se duerman" al ofrecerlos
La sostenida tendencia a la baja que muestran los depósitos a plazo en pesos durante el último mes y medio, con los riesgos que supone en un contexto de nerviosismo cambiario y de inflación otra vez en alza, obligó al Banco Central (BCRA) no sólo a disponer a disgusto una suba de tasas pasivas, sino a generar un mecanismo para intentar que los bancos se mantengan activos en la captación de este tipo de colocaciones.
Así, tras elevar del 34 al 37% nominal anual la tasa mínima garantizada que deben ofrecer a los ahorristas por plazos fijos minoristas, y del 31 al 32% la correspondiente a los que se pacten por más de $1 millón catalogados como mayoristas, dispuso además que los bancos que no mantengan al menos 10% de su tenencia total de depósitos constituida por los plazos fijos en pesos captados del sector privado no financiero (tenencia medida en promedio mensual de saldos diarios comparados según el mismo día del mes anterior y considerando solamente capitales, es decir, sin los intereses generados ni otros ajustes) no podrán presentarse en el mostrador para comprarle Letras de Liquidez (Leliqs) o concertarle pases a 7 días (los más redituables).
Vale recordar que al impulsar la suba de tasas de plazos fijos, y dado que el grueso de los recursos que los bancos vuelcan al pago de la renta que producen surgen de las inversiones que precisamente realizan en esos instrumentos (cobraron por ello unos $75.000 millones en los últimos meses), la entidad que preside Miguel Pesce en paralelo subió del 36 al 38% nominal anual la tasa que les paga por las Leliqs y del 34,5 al 36,5% la que remunera por los préstamos de corto plazo que le hacen a la entidad monetaria al concertar pases a una semana.
La reacción oficial llegó luego de que los depósitos en pesos a plazo del sector privado cortaran en octubre una racha de cinco meses de crecimiento a tasas reales. "Cayeron 1,4% en la medición mes contra mes real dejando en evidencia la pérdida de atractivo de estas colocaciones ante un contexto de elevadas expectativas de devaluación y de su baja eficacia como mecanismo de ahorro, ya que las colocaciones minoristas perdieron en octubre 0,8% y las mayoristas 2,6% frente a la inflación del mes", hizo notar en un reciente informe la consultora LCG.
La magnitud del desarme
Ese mes, según datos oficiales, hubo un desarme de plazos fijos privados que superó los $110.000 millones, tendencia que se mantuvo durante noviembre cuando hubo retiros por otros $15.000 millones según información al último jueves, es decir, el día en que el BCRA retocó al alza las tasas para responder a la aceleración inflacionaria.
Los analistas venían advirtiendo que bajaba la demanda de pesos y que, en este contexto, había bancos que no eran muy activos en la captación sobre todo de plazos fijos mayoristas, dado que tienen "liquidez de sobra" y la demanda de crédito no despega. "En términos interanuales la expansión de los créditos en pesos al sector privado pareciera haber encontrado un techo en agosto mes en que crecían al 51,6% impulsados por las asistencias diseñadas para atender el impacto de la pandemia. Desde allí se estabilizó en el 50,4% a/a en los dos meses siguientes", hizo notar el economista Joaquín Berro Madero, de Fundación Mediterránea.
Las colocaciones mayoristas a plazo fijo rondan $1,3 billones, por lo que duplican a las minoristas, en torno de los $651.000 millones. De allí que los analistas sigan su comportamiento.
El ratio de liquidez en pesos del sistema se mantiene arriba del 65% y crece 4,6 puntos en el año. Esto lleva a las entidades a "privilegiar su base de ahorristas minoristas, por que en general son clientes que tienen otros productos y a ser mucho más selectivos con las empresas. Incluso llegan a condicionar la aceptación de este tipo de colocaciones a que adhieran a otro tipo de colocación o producto", explica Andrés Borestein, economista jefe de la consultora Econviews.
Desde el BCRA sostienen que la norma que vincula la demanda de pases pasivos y Leliqs a la toma de depósitos a plazo solo apunta a asegurar el mecanismo de trasmisión de tasas del sistema. Es decir, "que lo que los bancos cobren tenga por destino efectivo a los ahorristas", sostienen.