Por qué un jean en el exterior se consigue a US$ 20 y en la Argentina cuesta $ 1500
Mano de obra, impuestos y marketing, los factores que más pesan
Los shoppings en Santiago de Chile o Miami suelen ser los lugares ideales para encontrar argentinos en el exterior. Seducidos por los precios, muchos eligen esos destinos para llenar sus valijas y hacen del comprar camisas, jeans o sweaters casi la misión principal del viaje. Es que la comparación no deja lugar a dudas. La misma prenda que en Buenos Aires cuesta $ 1500 o más en un local de marca, afuera se puede conseguir por poco más de US$ 20 (puede ser menos, o más, dependiendo de la época del año o el local), situación que ilustra un defasaje de costos y precios de la ropa en el mercado local.
La Argentina, que fabrica alrededor de 280.000 toneladas de productos textiles al año, tiene una estructura de costos compleja, a la cual le cuesta competir mano a mano con los productos importados.
Según un reciente informe de la UADE, el costo de producción de una prenda, que comprende la materia prima, la fabricación y el margen del confeccionista, suele representar entre el 20 y el 25% del precio final del producto.
Otro tanto insume el costo comercial. Según el informe, el costo del alquiler, la comisión inmobiliaria y las expensas, junto con cuestiones financieras (aranceles por utilización de tarjetas o los costos de las promociones bancarias) representan entre el 20 y el 25% del precio de venta al público. A su vez, otro 20% corresponde a los costos operativos y el desarrollo de la marca, con ítems como el diseño y desarrollo de producto, la publicidad y la implementación de acciones de marketing.
El esquema impositivo es otro rubro de peso. Según estimaciones de la UADE, un 27% del monto que paga el consumidor final por su prenda corresponde a impuestos, entre los que se incluye el 21% de alícuota del IVA (Impuesto al Valor Agregado).
El análisis global, mientras tanto, marca grandes diferencias entre la producción argentina y el escenario en otras partes del mundo que comercializan mercaderías mucho más baratas. Allí, el costo laboral y la remuneración juega un rol determinante. Según el informe de la UADE, el salario promedio en la Argentina se ubica entre los US$ 570 y los US$ 900 ($ 8675 y $ 13.700, al tipo de cambio oficial), superiores a los de Bangladesh (US$ 67, $ 1020), Vietnam (US$ 120, $ 1826) o China (US$ 250, $ 3800).
Ferias: menor intermediación pero mayor informalidad
Una alternativa que muchos argentinos eligen para evitar los altos precios en centros comerciales y locales de primera marca son las ferias barriales o complejos de venta de indumentaria callejera, donde la informalidad y la venta de imitaciones son moneda corriente. Con menor intermediación en la cadena, estas ferias como La Salada y las ‘saladitas’ que abundan en Capital, el Conurbano y varias grandes ciudades del país pueden reducir costos y ofrecer precios más económicos. En estas ferias, indica el informe de la UADE, es necesario pagar entre $ 600 y $ 750 por día para alquilar un puesto (variable según la ubicación en el predio), monto al que se le suma el costo de confección para la determinación del precio final.