Pospandemia. Los cuatro ejes con los que el Gobierno espera impulsar la reactivación
"Sin inversión privada no hay destino". Pese a los ruidos que provocó en el ambiente de los negocios la polémica por el avance del Gobierno sobre Vicentin y la estrepitosa salida de Latam del país, la definición de un funcionario del equipo económico de Alberto Fernández busca ofrecer al sector privado alguna certidumbre sobre los roles que -el Poder Ejecutivo confía- jugarán el Estado y las empresas en la pospandemia.
Pese a que nadie conoce cuál será la extensión de la cuarentena, el hastío en la sociedad adelantó ese debate sobre la salida a la recesión que profundizará la pandemia y las medidas de reactivación que impulsarán en la administración de Fernández. En ese marco, el Gobierno –todavía ocupado en parte en la contención de daños de la paralización de la actividad- avanza en la agenda de cómo encarará la reconstrucción. La misma, según supo LA NACION, tendrá cuatro ejes principales: uno fiscal, otro financiero, el impulso al consumo y a la construcción.
En una reunión con ministros de producción de las provincias, esta semana el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, adelantó además qué sectores serán los privilegiados por el Gobierno y qué consensos buscará con actores políticos y económicos.
En el oficialismo creen que fue la pandemia y no el lento proceso de la renegociación de la deuda la que atrasó el timing de los anuncios oficiales para comenzar a "llenarle la heladera a la gente". Sin bien allí no consideran que un fracaso de la reestructuración de los US$65.000 millones bajo legislación extranjera -con base en una propuesta presentada esta semana que será la base en el Congreso para refinanciar el pasivo en dólares bajo ley local- sea determinante para frenar los planes del Gobierno, sí saben que podría ser un obstáculo y algo determinante para la velocidad de la recuperación. Por eso, admiten que un buen deal "haría todo más fácil".
"No lograr acuerdo puede trabar algunas inversiones. Queremos solucionar el tema de la deuda", remarcó una fuente oficial, que aseguró que no lograrlo tampoco frenará el plan para reactivar exportaciones, que en el oficialismo -confían- depende más de los esquemas de incentivos internos que se están analizando y la demanda global de productos.
Kulfas presentó los sectores en los que basará, en un primer momento, su gestión. Serán los recursos naturales y sus cadenas (agroindustria, hidrocarburos, minería), un Green New Deal (energías renovables, electromovilidad), economía del conocimiento e Industria 4.0, industrias de la salud (biofarma y cannabis medicinal) y un sistema de banca de desarrollo.
Además, mencionó los 10 puntos de consenso que deberían tratarse en la economía pospandemia, en el marco del acuerdo económico y social. Son: 1) exportar más; 2) ningún sector productivo sobra: todos son importantes; 3) mercado interno versus mercado externo es una falsa antinomia; 4) no hay futuro sin políticas productivas; 5) ninguna política productiva será sustentable si no piensa la dimensión ambiental; 6) una macroeconomía estable ayuda al desarrollo productivo; 7) si no mejoramos la productividad, no bajaremos ni la pobreza ni la desigualdad; 8) una buena política productiva debe reducir las brechas de género; 9) la apertura comercial no es un fin en sí mismo, sino una herramienta que debe ser utilizada de manera inteligente y 10) toda política de desarrollo productivo debe ser una política de desarrollo regional.
Por el lado de los ejes fiscales, la moratoria "universal" que se enviará al Congreso es considerada la primera etapa, sobre todo a la hora de reconstruir la caja estatal. Habrá una reforma tributaria también.
En cuanto a las herramientas financieras, en el Gobierno trabajan en más créditos blandos para capital de trabajo, similares a los que los bancos públicos y privados dieron en cuarentena. Renovado el Ahora 12 (y sus diferentes versiones), se buscarán ampliar estos programas y también las políticas de ingreso a algunos sectores para acompañarlos. Por último, habrá novedades para mover la obra pública, pero también la privada (el 75% del sector). Sus actores mantendrán hoy una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo.
La diferenciación sobre el peso de los impuestos sobre el sector productivo con base en la agregación de valor ya fue impulsada desde la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. Más retenciones para el campo (subieron dos veces) menos para industrias (las mismas, en rigor, pero licuadas frente a la suba del dólar en el país). En el Ministerio de Economía, a su vez, trabajan una reforma tributaria que tendrá como foco la capacidad contributiva (Ganancias) de los actores económicos y que será la base del presupuesto 2021 que el Gobierno deberá presentar a mediados de septiembre en el Congreso. En las últimas semanas, el titular de Políticas Tributarias, Roberto Arias, trabajó con varios consejos de profesionales, pero también con las provincias en simplificación y armonización de impuestos.
"¿Qué rol va a tener el sector privado y que rol el Estado en la reconstrucción?", preguntó LA NACION a una fuente oficial. "La salida va a tener un poco de las dos cosas", contó un funcionario clave, que cree que habrá consumo postergado que se pondrá rápidamente en marcha, reapertura de locales, más inversión privada y más consumo. Al mismo tiempo confía en que, luego de tres años malos para la construcción, aparezca un despegue o un rebote.
"Ahí va a ser clave nuestro rol para el financiamiento y ayudar a movillizar fondos que hoy están estacionados.Y también es central el papel nuestro para orientar incentivos y estimular al sector privado", explicó el funcionario, que cree que el plan de desarrollo oficial servirá para ofrecer una mirada de largo plazo y orientar inversión privada. "Sin inversión privada no hay destino. El tema es ayudar a orientarla a proyectos que generen nuevas exportaciones", agregó un hombre que ve volver el concepto de "banca de desarrollo".