En el campo empresario. Premio a los precios quietos
El Gobierno parece haber logrado contener los precios, especialmente los de los alimentos, con procedimientos de control que prácticamente lo transforman en coadministrador de las empresas privadas. El secretario de Coordinación Técnica, Guillermo Moreno, parece haber sido persuadido por algunas de las compañías que más habrían colaborado en mantener los valores en niveles políticos de que merecen recibir algunos préstamos.
Así como proliferan versiones de que el funcionario habría presionado en términos impensables a dueños y ejecutivos de empresas, ahora habría usado los mismos ímpetus para ayudarlos. Un banquero relató: "Nos citaron del Banco Central a una reunión con Moreno, que nos dijo que una compañía que colabora en contener la inflación quería préstamos y que había que ayudarla, y fuimos. Entonces, pedimos números y planillas a los representantes de la empresa y quedamos en contestar". En el Banco Central negaron la convocatoria o haberle siquiera prestado algún salón de la entidad a Moreno.
Según las versiones de los banqueros, había representantes de bancos extranjeros y nacionales privados y públicos. "Unos días después, nos volvieron a citar. Moreno nos retó: «Me dicen que, en la reunión anterior, a esta gente le estuvieron pidiendo números. No entendieron. Le tienen que prestar: es una política de Estado». Cuando alguien le hizo notar que esta vez no había representantes de la banca extranjera, respondió: «A esos los arreglo yo", relató una fuente.
Los bancos públicos también habrían recibido órdenes de hacer un acuerdo y prestar a diez años a otra gran empresa, que pagaría así los vencimientos que tiene en los próximos tres años con varios bancos, y que entonces quedaría en mejores condiciones para intentar una operación de venta.
"Están metiendo la mano en los bancos públicos, que están muy bien para ayudar a los amigos; Kirchner quiere la reelección y Moreno cada vez tiene más poder, porque sus estrategias audaces parecen dar resultado", dijo un empresario.
También alrededor de un banco público pueden ocurrir las primeras batallas del kirchnerismo contra Roberto Lavagna. El secretario de Hacienda de la ciudad, Guillermo Nielsen, habría logrado hacer desplazar al presidente Eduardo Hecker para colocar en su lugar a Julio Macchi, quien, designado por Carlos Menem, fue director por el Estado en el Banco Hipotecario hasta que Felisa Miceli lo desplazó. Macchi trabó desde el Hipotecario muy buena relación con Lavagna y con Nielsen (entonces su secretario de Finanzas), lo que podría dificultarle la aprobación de su pliego en la Legislatura. El jefe de Gobierno, Jorge Telerman, aún no formalizó la presentación. Nielsen habría descartado la posibilidad de colocar en ese sitio a su asesor y yerno, Leonardo Madcur.
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