Pronostican una caída del PBI del 1,9%

La actividad económica en la Argentina "disminuirá bruscamente" en 2009 hasta sufrir una caída del 1,9% y el dólar llegará a $ 4 a fines de año, en un contexto de "condiciones externas adversas" y de una política económica que contribuye "a la fuga de capitales". Con estas contundentes afirmaciones, un informe de RGE Monitor, la consultora del economista norteamericano Nouriel Roubini, pronosticó un mal año para la economía argentina.

Roubini, ex asesor del Tesoro de Estados Unidos, se ha convertido en uno de los analistas más reconocidos del momento por haber pronosticado antes que sus colegas la severa crisis en Estados Unidos que luego se contagió al resto del mundo.

"El proceso político, la falta de voluntad de la administración para implementar políticas con orientación de mercado, el conflicto no resuelto entre el agro y el Gobierno, y la pobre confianza local, tienen la potencialidad, si empeoran, de exacerbar la sustitución de monedas y la salida de capitales", advierte.

Esto llevaría "a ampliar el déficit de la balanza de pagos y a debilitar rápidamente el peso, además de desestabilizar potencialmente el sistema financiero con una corrida en los depósitos".

"RGE anticipa que el PBI se contraerá el 1,9% en 2009 a partir de descensos agudos en el consumo privado (-1,5) y la inversión (-8,9%)", precisa. El informe, que comienza con el análisis de la crítica situación que atraviesa EE.UU. y también revisa la situación de otros países, dedica unas tres páginas a la Argentina.

"La visión global pobre del crecimiento, precios de materias primas bajos y acceso escaso al crédito deberían empeorar una economía ya debilitada", indica el reporte.

A continuación, se subraya que "la confianza local frágil, como respuesta de políticas hostiles, la inflación alta y el empeoramiento de la dinámica de trabajo que, junto con una sequía dura, deberían acelerar el descenso" del PBI.

El informe da cuenta de que "los datos oficiales para los primeros dos meses de 2009 mostraron que sectores clave de la economía ya muestran contracción". En ese sentido, aclara: "Las estimaciones privadas indican que esa actividad económica está en una situación mucho peor que lo que los números oficiales reflejan".

La situación externa podría agudizarse con "el empeoramiento de condiciones políticas y sociales [como el conflicto no resuelto entre el Gobierno y el agro en asuntos fiscales y las negociaciones entre las empresas y los sindicatos]".

Medidas radicales

Frente a ese posible escenario, el paper no descarta que el Gobierno "tome medidas radicales en respuesta a la crisis, empeorando la confianza y amenazando la estabilidad financiera local". Además, indicó que el superávit fiscal primario se "encogerá en forma apreciable a pesar de transferencias robustas de la seguridad social, dada la contracción en la actividad económica y [en particular] del IVA".

"La recesión económica profunda empujará los ingresos y el IVA a territorio negativo, al mismo tiempo que los precios de materias primas bajos, una demanda pobre, externa e interna, el conflicto, y la sequía severa aplastarán los impuestos a la renta", sentenció.

Frente al descenso de recursos, se prevé un aumento del gasto por la campaña electoral y para amortiguar el impacto de la crisis económica.

"Sin embargo –advirtió–, el plan de infraestructura no será ejecutado en forma plena debido a la situación fiscal y al acceso limitado al financiamiento, así que puede hacer poco para ayudar en 2009". Al menos, indica que la inflación debería descender "debido a un descenso agudo en la demanda interna y a precios de materias primas bajos", aunque la devaluación continua del peso actuará en el sentido contrario.

Por estas razones, la reciente mejora para los países emergentes "ayudará marginalmente" al valor del peso "a causa de una gestión macroeconómica pobre".

Para después de las elecciones, RGE no prevé cambios, aunque el resultado no sea malo para el oficialismo, "porque la retórica política no sugiere un camino más racional".