Proponen que se tercerice la cobranza de los impuestos
La caída de la recaudación es uno de los graves problemas que deberá enfrentar el flamante gobierno de Adolfo Rodríguez Saá, pese a que en los últimos tiempos se registró el incremento de la presión fiscal mediante nuevos gravámenes, la implementación de planes de facilidades de pagos para morosos y los anuncios de una renovada lucha contra la evasión.
Uno de los proyectos que durante mucho tiempo dio vuelta por los despachos de la Administración Federal de Ingresos Públicos es la tercerización del cobro de los gravámenes, aunque, en rigor, con algunas críticas desfavorables.
Tal vez no es muy conocido es que los distritos que han encarado procesos de tercerización de la recaudación impositiva poseen buenos índices de comportamiento, tanto desde el punto de vista de participación en el endeudamiento total como en la relación deuda ingresos totales y también los tributarios.
"La tercerización en general, y de la recaudación impositiva en particular, es una herramienta probada no solamente en la Argentina sino en el mundo entero, tanto en el ambiente público como en el de la empresa privada, clave para lograr objetivos de eficiencia en la gestión", manifestó a LA NACION Luis Remaggi, presidente de Tecnología, Telecomunicaciones e Informática (ITT), empresa que tiene a su cargo el cobro de la recaudación porteña.
Entre los ejemplos de recaudación tercerizada se encuentran el gobierno autónomo de la ciudad de Buenos Aires, desde 1990, y las provincias de San Luis, Salta -octubre de 1997- y Neuquén, el más reciente, en octubre de 1999.
Los resultados obtenidos muestran que antes de la tercerización, en general, poseían una deficiente gestión tributaria y déficit. Hasta ahora consiguieron, o lo están logrando, poner las cuentas en orden al incrementar la recaudación y reducir la necesidad de endeudamiento.
Dos de los casos más destacados son los de la ciudad de Buenos Aires, cuyas autoridades tercerizaron la recaudación en 1999 y la mejora en los últimos diez años fueron del orden del 560%, así como la provincia de Salta, que concretó ese cambio en la forma de recaudar en 1997, consiguiendo desde entonces un incremento del 28% hasta el año último.
"En el contexto actual, la clase política debe dar prioridad a la buena gestión de la cuestión pública. Una gestión tributaria eficiente redunda en mayores ingresos y el correspondiente beneficio para la comunidad", concluyó el titular de TTI.