Pyme: energía más barata
Unas 30.000 empresas podrán ingresar al mercado eléctrico mayorista
A partir del 1º de febrero próximo, unas 30.000 pequeñas y medianas empresas podrán comprar energía eléctrica en el mercado mayorista, sin tener que pagar por el servicio a una distribuidora.
La negociación directa con los generadores podría significar un ahorro de alrededor del 10 por ciento en algunas localidades del interior.
Por medio de tres resoluciones que fueron publicadas en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía creó una nueva categoría de cliente con autorización para operar como mayorista, el Gran Usuario Particular (GUPA), que incluye a todos aquellos con una demanda de 50 a 100 kilovatios.
En este rubro se pueden clasificar pequeñas y medianas industrias, estaciones de servicio, comercios, y hasta grandes viviendas particulares.
En la Capital Federal y el Gran Buenos Aires las rebajas serán menos significativas. ¿La razón? Los nuevos y viejos usuarios del mercado mayorista deberán pagar cargos transitorios variables a Edenor, Edesur y Edelap, para compensar la pérdida de clientes.
Los contratos de concesión de estas distribuidoras las obligan, hasta abril del 2000, a comprar energía a las centrales Costanera y Puerto a una tarifa de $ 40 por MW, mientras que en el mercado mayorista la remuneración promedio es de 25 pesos.
Las compañías argumentaron que, al tener que dividir estos costos entre un menor número de clientes, tendrían que aumentar sus tarifas en un 15 por ciento. Desde la Secretaría de Energía, en cambio, calcularon que la suba no superaría el 6 por ciento.
En junio último, el secretario de Energía, Alfredo Mirkin, anunció que a partir del 2000 todos los usuarios del servicio eléctrico tendrían la posibilidad de elegir a su proveedor. Dijo que los próximos en debutar en el mercado mayorista iban a ser, desde agosto, aquellos con consumos superiores a los 50 KW. Finalmente, la medida se concretará a principios del año próximo.
Hoy por hoy, existen dos categorías de usuarios en el mercado: los Grandes Usuarios Mayoristas (GUMA), entre los que se encuentran las distribuidoras, y los Grandes Usuarios Menores (GUME), unos 1400 clientes particulares que consumen más de 100 kilovatios y representan el 30% del consumo de energía.
Hace tres años se dio un primer paso hacia la desregulación cuando se redujo de 5000 a 100 kilovatios el mínimo de consumo para ser incluido en la categoría GUME.
Ahora, con la nueva reducción a 50 kilovatios, se estima que el número de grandes clientes rondaría entre los 25.000 y los 30.000.
Las distribuidoras se oponen al proceso. Ya cuando se bajó a 100 kilovatios el límite para entrar en la categoría GUME, las empresas afirmaron que el resto de sus clientes deberían afrontar un aumento de tarifas equivalente a $ 60 millones anuales.
Ahora, más allá del cobro de un peaje en todo el país y de un cargo variable en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, seguirán reclamando por la violación de su exclusividad en el mercado, a la que el Estado se comprometió en los contratos de concesión por 95 años.