La crisis económica: impacto de las medidas en el sector financiero. Recelo en el mercado por el plan que lanzó el Gobierno
El riesgo país superó los 2500 puntos; en la Bolsa, los bancos tuvieron las mayores caídas
Los mercados reaccionaron ayer con desconfianza ante la oferta formal de reprogramación de la deuda pública, calculada en US$ 132.000 millones, que lanzó el Gobierno anteanoche.
Tras los anuncios, la tasa del riesgo país llegó a superar los 2500 puntos básicos luego de que los bonos se desvalorizaron hasta un 8,5%; las tasas para los préstamos entre bancos siguieron en estampida hasta tocar picos del 260% anual (estaban al 20% el lunes) para operaciones en pesos a tres días, y el principal indicador de la Bolsa porteña bajó un 2,84 por ciento.
Los analistas coinciden en evaluar que los mercados todavía no tienen en claro los detalles de la reprogramación y tampoco conocen con precisión el grado de consenso que tendrá entre los tenedores de títulos, pero saben que el plan que se diseñó para dejar abierta la posibilidad de una reactivación depende de la confianza que pueda despertar entre los depositantes locales y del resultado que aporte el citado canje.
Las cotizaciones de los títulos se movieron al vaivén de las distintas interpretaciones que se hicieron de las medidas: mientras la mayor parte de los inversores optó por seguir liquidando sus posiciones (como lo había comenzado a hacer marcadamente desde el pasado viernes), se registraron algunas compras específicas motorizadas por los que buscaron aprovechar los precios de liquidación pensando en su próxima adhesión al plan de pago de impuesto o de cancelación de deudas bancarias que, según se anunció, se abrirá ahora.
Precisamente, esa ola de demanda acotada, de la que también participaron fondos de inversión interesados en la posibilidad de que el país ingrese definitivamente en default, hizo retroceder hasta los 2440 puntos la tasa de riesgo, que sin embargo cerró el día con un alza de 146 unidades, para confirmar a la Argentina en la cima de la tabla de posiciones de los países menos confiables (ver gráfico).
Los títulos más referenciados de la Argentina cerraron con fuertes bajas. El Global 2008 perdió un 7,40% y cerró a US$ 40,45 la lámina de cien, mientras que el FRB retrocedió 5,7% y cerró en US$ 45,67.
Pero las pérdidas se aachicaron cuando sobre el filo de la jornada se conoció que el Grupo de los Siete (G-7) dio una señal favorable a las reformas económicas y a los esfuerzos del país para escaparle a la cesación de pagos (ver sección Política).
Diferenciación
En tanto los negocios concretados ayer en la Bolsa porteña dieron cuenta de cuál es el escenario de ganadores y perdedores que dibujaron los inversores con sus apuestas. Así, mientras las acciones bancarias estuvieron entre las más castigadas, las de perfil exportador o más ligadas al consumo registraron mejoras.
"Es porque se incluyeron medidas para reactivar la industria", se explicó. En esa línea, la compra de papeles estuvo concentrada en industrias como Siderca (subió 6,72%), Siderar (2,63%) y Molinos, que avanzó 3,77 por ciento. Y los bancos fueron perjudicados dado su carácter de acreedores del Estado. El Galicia, el Francés y el Suquía retrocedieron 8,58%, 8,21% y 8,97%, respectivamente.
Al tanto de la adversa reacción de los mercados, el presidente Fernando de la Rúa pidió a la población que "no se angustie" por esto y se mostró confiado en que la tendencia cambiará cuando los inversionistas comprendan cabalmente el sentido de las medidas adoptadas. La gran discusión entre los hombres de finanzas se centra en el carácter "voluntario" que el Gobierno ha dado a la reestructuración de la deuda, ya que muchos interpretan que en realidad se está forzando a los acreedores a canjear los títulos. También preocupa el grado de aislamiento en que lanzó su apuesta el Gobierno, que mantiene un frente abierto con las provincias.
Poco antes del horario de cierre de los negocios, la agencia de evaluación crediticia Fitch IBCA recortó la calificación de la deuda soberana a largo plazo local, dejándola -tal como hizo S&P el miércoles- a dos pasos de la categoría de default. Y advirtió que el plan de reestructuración lanzado podría llevar a los tenedores de bonos a sufrir pérdidas forzosas.
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